30 días que relatan el amor de Spreen y Carrera.
Iván y Rodrigo creen saber sobre el amor. Al estar equivocados enfrentan situaciones que ponen en riesgo su relación, acompañadas de emociones negativas.
-Tienes toda la información en el primer capí...
- " Dealer.. Te di todo mi dinero, toda mi atención, ¿para qué? para que no me dieras nada a cambio. "
- " No quiero vivir, no quiero darte nada. ¿Por qué no puedes ser bueno para algo? "
- " Lo compruebo, lo arruino y le doy vueltas "
« Todos los circuitos están ocupados, estás drogado, adiós. »
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-No puedes ser así de negativo Iván, tienes que hacerlo por tí y por mi. Yo sé que puedes lograrlo.- Dijo entusiasmado.-
-¿Disculpa? ¿Por qué debería hacerlo por tí, Rodrigo? Si quieres ser un poco más "motivacional" o la mierda positiva que estás tratando de ser, se un poco menos egoísta.- Respondió indiferente.- Idiota..
Carrera permanecía en el sillón, sintiéndose erróneamente culpable. Pero no se podía quejar, Iván siempre se mostraba indiferente y agresivo a lo que el castaño le decía. ¿Para que tener lo mejor, si Rodrigo podia tener a Iván?
O al menos eso creía.
-Solo quiero que cumplas tus metas, amor.- Insistió.- No quiero que pienses que soy egoísta, solo quiero que seas feliz.
-No me digas así.- Dijo con voz firme.- Suenas igual a mi madre Rodrigo. Sigue así y no tardarás mucho en ser una puta.
-¿Por qué decís eso Iván? Eres mi novio, soy tu no..-
-Si vas a empezar con tu sentimentalismo barato es mejor que me vaya.- Interrumpió con gesto seco.- Pero, ¿puedes prestarme algo de dinero?
Rodrigo quería negarse, debía negarse. Pero el no podía.
-Sabes que si Iván.- Se levantó en busca de su cartera.- Pero ¿Cuánto necesitas? Es solo que.. Estoy teniendo algunos problemas en mi trabajo y si me quedo sin dinero no podré pagar la renta.
-¿Lo ves? Ahí está de nuevo, no eres un santo Rodrigo, eres una persona egoísta, solo piensas en ti. Déjalo así, lo conseguiré yo solo, cómo siempre lo he hecho.
-No Iván espera, aquí está, solamente prométeme que no lo usarás para apostar. Prometelo ¿Sí?- Le entregó diez billetes de quinientos.
-Si, cómo sea. Adiós Rodrigo, tengo que ir a casa de mis viejos, seguramente regreso mañana. No me esperes.
-Adios Am-.. Iván.- Corrigió.- Te amo.- Ni si quiera intentaba hacer el amago de abrazarlo, bien sabía que Iván lo rechazaría, cómo siempre lo hacía.
