-Andrea, ¿Qué ocurre? - Pelayo me observaba preocupado.
-¿Por qué no me lo habías dicho antes? - le pregunté pasandome el dorso de la mano por los ojos, intentando secarlos.
-No lo sé... Creo que tenía miedo...
-¿Miedo, a qué?
-A decir algo que no debía, a hablar de más... - se le notaba muy nervioso e intentaba esquivar mi mirada lo más que podía.
-¿Has tenído algún recuerdo más? Dime la verdad, por favor... - le miré con esperanza, buscando respuestas en sus ojos y sus gestos.
Parecía que estaba pensando detenidamente mi pregunta y buscando en sus recuerdos algo que decirme.
-Esta noche -empezó a decirme- soñé que iba contigo a una tienda de los donuts estos y había otra chica y tú no hacías más que decir que te encantaban esos donuts.
Es que es Selu. ¿Se lo digo a Pelayo? ¿Le digo que no es quien él piensa?
Pero... Igual no me cree y me toma por una loca.
Dios mio, no se que hacer, cada vez es más difícil y confuso.
-Pelayo, tengo que contarte una cosa. -¡no puedo dejarmelo dentro!- En realidad tú... tú no eres... lo que crees.
Pelayo levantó la mirada de sus manos, con las que había estado jugando nervioso y se concentró en mis ojos.
-¿Qué quieres decir con eso? -torció el gesto e inclinó la cabeza hacia un lado.
-Pues eso, que no eres quién tú crees...
-¿Ah, no? Y... ¿Quién soy? -parecía empezar a impacientarse.
-Tú... Tú eres Selu. -ya está, ya se lo he dicho.
-¿Selu? ¿Pero él no está muerto? - se levantó del taburete y comenzó a caminar de un lado a otro de la cocina.
-Sí, pero..
-¡Pero nada! - gritó de repente dando un golpe sobre la mesa - ¡No puedes llegar y soltarme todas esas cosas cuando a penas recuerdo quien soy y ni siquiera se quien eres tú!
Las lágrimas empezaron a salir de nuevo de mis ojos. Nunca le había visto así.
-Yo solo intento explicarte por qué recuerdas cosas que no te han sucedido... - dije con la voz entre cortada tratando de que se me entendiera lo mejor posible - no quería molestarte, ni nada de eso...
-¡Pues me ha molestado!
Cada vez que gritaba me asustaba más. Pelayo estaba rojo de la ira. Caminaba de un lado a otro sin mirarme.
-Me marcho de aquí, no quiero verte más, ni a ti ni a nada que tenga que ver con mi "anterior vida".
Y con esas palabras cogió su chaqueta y se marchó por la puerta dando un portazo.
Me quedé sentada en mi taburete mirando el lugar por el que se había ido. Pelayo era de alguna manera la última oportunidad que tenía de estar con Selu.
Me levanté y salí de casa corriendo.
Iba en pijama pero no me importaba.
-¡Pelayo! -grité mientras picaba en la puerta de su casa.
-Querida, acabo de cruzarmelo en la calle. -me dijo una vecina que justó entraba por la puerta del portal.
Sin darle las gracias ni nada sali corriendo a la calle, aunque con las zapatillas era difícil correr.
La gente me miraba, pero yo solo quería encontrar a Pelayo.
Y ahí estaba, doblando la esquina al final de la calle. Corrí tras él y ya estaba cerca.
-Pelayo, espera por favor. -dije agitada e intentando respirar. - por favor vuelve conmigo a casa, lo arreglaremos, no te mencionaré más eso si quieres, pero por favor, vuelve.
Me miró de arriba a abajo y aunque estaba enfadado le salió esa sonrisa de medio lado que me encantaba.
-Es difícil y lo sabes... -se pasó la mano por el pelo y la verdad es que parecía más relajado.
-Sí, lo sé, pero podríamos intentar arreglarlo... o algo... -estaba desesperada porque no se fuera.
-La gente te está mirando... -me susurró, con su sonrisa burlona.
-Como si no lo supiera, Einstein. -le di un golpe en el hombro y se le escapó una pequeña carcajada.
-Será mejor que vuelva a casa para que no me vean contigo así vestida...
-Con que ahora te avergüenzas de mi, ¿eh? -le grité mientras se alejaba de mi y más gente se me quedó mirando- ¡No huyas!
Echó a correr hacia nuestro edificio y yo intentaba alcanzarlo, a ambos nos entró la risa. Se metió dentro del portal y yo entre detrás de él.
Al entrar todo estaba en silencio, seguro que se ha escondido en algún lado...
Empecé a caminar despacio para no hacer ruido cuando me agarró de la cintura, por detrás. Me dio la vuelta y me dejó con la espalda apoyada en la pared y él apretandome con su cuerpo contra esta.
-No puedo irme -dijo en un susurro- llevo desde esta mañana queriendo hacer esto y no puedo aguantarme más...
Pelayo miró mis labios y seguido mis ojos. Comenzó a acercarse lentamente y yo adelanté la cabeza sorprendiendole y besandole con ansia.
Y ahí estaba. Como si nunca se hubiera ido. Esa electricidad que me recorría el cuerpo entero cada vez que mis labios rozaban los de Selu. Todas mis dudas se fueron y supe que ese era él. Ahora si que no podía dejarlo marchar.
Puso una mano en mi nuca y otra en mi cintura, juntandome más a su cuerpo. Provocando que del fondo de mi garganta saliera un gemido.
Me cogió de la mano y con urgencia tiró de mi hacia las escaleras. Al llegar a mi puerta me cogió las llaves y la abrió. Tras entrar cerró la puerta y se me quedó mirando.
No necesité más.וווווווווווו×
(
Bueno, después de muuuucho tiempo con la mente en blanco sin sabee como continuar la historia, parece que se me ha encendido una pequeña lucecita.No creo que la historia se alargue mucho y no se si llegará a los 30 capitulos...
Espero que os esté gustando y por favor, darme vuestra opinion y darle a la ★
Besos, Andrea ♥
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Destinos cruzados.
RomanceAndrea tiene 18 años y vive con su mejor amiga, Desiree. Llega a la ciudad un nuevo chico, Selu, que se mete de lleno en la vida de Andrea. Al principio Andrea odia a Selu y le cae realmente mal, hasta que algo cambia. Pero el destino cree que esa b...