Ya estoy de cinco meses y cada día me veo mas gorda. Es horrible ver como no cabes en tu propia ropa y tu barriga crece y crece sin que puedas hacer nada.
Pelayo siempre me dice que estoy muy guapa y que esta barriga me favorece, pero yo no lo veo así. A veces lloro porque no me gustan los cambios que está sufriendo mi cuerpo. El ginécologo dice que es muy normal y se debe a que tengo las hormonas revolucionadas.
Ahora mismo estoy sentada en el sofá, con un pañuelo en la mano y chocolate en la otra mientras veo Titanic. No puedo evitar llorar, me parece una historia muy triste. Pelayo está sentado a mi lado, con sus manos en mi tripa, el niño ya ha empezado a dar patadas.
Sí, es un niño.
Voy a tener un hijo.
-Cielo, ¿no será mejor que vayas a descansar? -era la una pero no estaba cansada.
Me sentía un poco revuelta pero supuse que se me pasaría.
Pelayo me miraba con ojitos de cachorrito para que le hiciera caso.
-Vale, vale, tú ganas, pero no me mires más así.
Me levanté del sofá y al girarme para mirar a Pelayo, me quedé blanca.
Todo el trozo de manta donde yo estaba sentada en el sofá estaba rojo. Era sangre.
-¡Oh dios mio! -estaba aterrada no sabía que hacer.
En ese momento Pelayo vio la mancha en la manta y se levantó.
-Tranquila, cariño, vamos al hospital y ya verás como no es nada.
Sabía que Pelayo estaba tan nervioso como yo o más.
Llamó a un taxi. Nada más acabar de cambiarme ya había llegado así que no perdimos tiempo.
Llegamos rápidamente al hospital.
-Perdona -le dijo Pelayo a una enfermera nada más entrar- mi novia está embarazada y está sangrando.
La mujer me miró y bajó la mirada a mis piernas. El pantalón que llevaba estaba manchado de sangre. De la impresión que me dio me empecé a marear, la enfermera me sentó, pero perdí el conocimiento.
Me desperté en una habitación de hospital. Pelayo estaba sentado al lado de mi cama, durmiendo. Lo primero que hice fue tocarme la tripa, el bebé seguía ahí.
-Pelayo -susurré.- Ey -alargé el brazo para tocarle la cara. Él reaccionó ante mi caricia y giró su rostro para apoyarlo en la palma de mi mano.
-¿Cómo te encuentras, cariño? -me peinó un poco el pelo con la mano.
-Algo cansada, ¿el bebé está bien? -estaba muy preocupada por lo que había pasado.
-El bebé está bien. El médico ha dicho que lo de que sangraras se debía a que tenías el nivel de progesterona muy bajo, no me preguntes lo que és, pero es importante. -me sirvió agua en un vaso y me lo pasó, tomé un sorbo y se lo di de vuelta.
-¿Y ahora que pasa?
-Había riesgo de que abortaras por culpa de eso y el médico por esa razón te va a recetar la progesterona para que todo vuelva a estar en orden.
Sonreí aliviada.
Entró el doctor y me explicó llo que había pasado y lo que me iba a recetar.
-Te tendremos un par de días en observación para ver tu evolución y si todo va bien podrás regresar a casa.
Asentí y el doctor salió de la habitación.
וווווווווווווווו×
Se que llevo un montonazo de tiempo sin actualizar, pero con esto de estar de vacaciones entre unas cosas y otras nunca me daba cuenta de escribir.
Pero bueno, a partir de ahora intentaré estar mas atenta.
Siento haberos hecho esperar tanto y que el capitulo no sea precisamente largo.
Acordaros de darle a la ★
Besos, Andrea ♥
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Destinos cruzados.
RomanceAndrea tiene 18 años y vive con su mejor amiga, Desiree. Llega a la ciudad un nuevo chico, Selu, que se mete de lleno en la vida de Andrea. Al principio Andrea odia a Selu y le cae realmente mal, hasta que algo cambia. Pero el destino cree que esa b...