2. Una noticia no muy agradable.

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Por fin llegué al local, 15 minutos de camino que se me hicieron eternos.

Entré y ahí estaba sentada Ana, enrroscandose en el dedo un mechón de su cabello negro. Al oírme entrar se giró y me miró.

- Ana, lo siento, me quedé dormida... - se le notaba que estaba muy enfadada.

- Andrea, te dije ayer que el ensayo de hoy era importante, tengo una noticia que daros a ti y a Mario.

Y en ese momento me di cuenta de que Mario no estaba.

- Ha salido a comprar unas magdalenas a la pastelería de al lado para almorzar. - dijo, al fijarse en que lo buscaba con la mirada.

¡Menos mal!, la verdad es que estaba muerta del hambre ya que no había desayunado.

Justo en ese momento se escuchó la campanita de la puerta. Era Mario, traía una caja entera llena de magdalenas, ¡que bien olían!

- A ver, antes de que empeceis a deborar esa caja de magdalenas tengo que daros una gran noticia.

Y de nuevo volvió a sonar la campanita de la puerta. Los tres nos giramos. En la puerta había un chico, alto, moreno, tenía unos ojos oscuros muy bonitos y parecía algo fuerte.

La verdad es que su cara me sonaba, no se de qué, pero me resultaba familiar.

- Chicos, este es Selu y es el nuevo componente del grupo.- Ana nos miraba intentando adivinar nuestros pensamientos. - ¿Y bien? ¿Qué os parece?

En ese momento Selu me miró, ¡Ya se de qué lo conozco! es el chico con el que me choqué al salir de casa. Y el lo sabía por la forma en la que me estaba mirando.

- Ana, ¿podemos hablar un momento? -dijo Mario.- tú también Andrea.

Mario dejó la caja de las magdalenas y nos apartó a un lado.

- ¿Cuando hemos decidido que 'ese' entre en el grupo? - dijo Mario mirando con desprecio a Selu.
- Se que no debería haberlo decidido así, se que debería haberos consultado, pero es que su manera de tocar la guitarra.. Es.. ¡Es que no se puede ni explicar!

Mario y yo nos giramos para mirar 'al nuevo'. Estaba abriendo la caja de las magdalenas.
- ¡Oye, esas magdalenas no son tuyas! - le dije justo en el momento en el que le daba un modisco a una de ellas.

- Bueno, ahora ésta sí. - y me dedicó una media sonrisa.

Será imbécil...

- Bueno chicos, las 12:30, se acabó el ensayo o lo que haya sido esto. Nos vemos aquí el miércoles a las 10:30. - dijo Ana mientras recogía sus cosas - Y sin dormirse. - añadió mientras me miraba.

Destinos cruzados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora