7. Celos.

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La habitación estaba llena de luz, abrí los ojos despacito y empecé a recordar lo que había soñado. Eran recuerdos vagos, sé que salía Selu, y yo, y creo que por algún extraño motivo estábamos rodeados de patos.

Cada día soñaba cosas más raras.

Me senté en la cama y me fijé en mi cuarto, solo llevaba allí unos meses y la verdad es que mi cuarto estaba un poco soso y vacío. Ya era hora de alegrar esa habitación. Hoy iba a salir de compras.

Me levanté con ganas, hice la cama, me quité el pijama y me puse unos pantalones cortos, una camiseta y una rebeca. Al salir de la habitación me encontré a Desiree sentada en la mesa desayunando.
-Buenos días, ¿Qué tal ayer? - me preguntó - ¿Te lo pasaste bien?

Agarré mi taza azul con dibujitos de ovejas del armario, la llené de leche, me senté al lado suyo, cogí la bolsa de cereales de la mesa y eché un gran puñado dentro de la taza.
-¿No hay nada que ese chico no pueda sacarte? Tía, que me metió en la casa del terror... ¡Creí que iba a darme un paro cardiaco o algo!
-De verdad te digo que es demasiado insistente, pero parece muy buen chico. Entonces, ¿te lo pasaste bien?

-Fue una pasada, me lo pasé genial.

Cogí la cuchara y empecé a desayunar, cuando acabé miré a Desi y le dije con la voz mas infantil que me salió:
-Desi, Desi, ¿te vienes conmigo hoy de compras? Poooor faaaavoooorrr.

Desiree me miró con los ojos muy abiertos.

-¿Tú? Creo que te has confundido, has dicho ir de compras.
-Siii, anda, por favor acompañameee.-Le puse mi mirada de cachorrito, la mirada que nunca falla.
-Guau, nunca pensé que la chica que odia las compras me dijera que la acompañara a ir de compras. La verdad es que me encantaría acompañarte pero tengo que estudiar.

Como no... Siempre estaba estudiando...
-Bueno, entonces tendré que ir sola...

Me acabé los cereales y me metí en el baño.

Me miré al espejo, vaya cara... Parece que no había dormido muy bien...

Me cepillé el pelo, me lavé los dientes y la cara y como nueva.

Estaba atándome los cordones de las zapatillas y..

**bip, bip**

Mi móvil vibró. Lo agarré. Selu. Me resultaba extraño que aún no me hubiera hablado.
"Buenos días rubia, ¿Qué tal has dormido?"

Me acabé de atar los cordones y cogí mis cosas, enchufé los auriculares al teléfono y salí de casa escuchando mi lista de canciones "Así, sí" a todo volumen.

Estaba esperando a que llegara el ascensor, cuando de repente note que alguien me tocaba el hombro. Me giré rapidamente. Mi vecino nuevo, Marco.
- Hola andrea, ¡que madrugadora!
+ Ey, ¿Qué tal?
- Pues muy bien, ¿Y tú?
+ Bien, bien.

Llegó el ascensor y Marco me dejó pasar primero. Era un chico muy agradable, de estos que siempre llevan una sonrisa en la boca y tienen palabras amables. Era bastante guapo. Era alto, con el pelo castaño oscuro y se le notaba que estaba fuerte. Tenía los ojos marrón claro y una sonrisa perfecta.

- ¿A donde vas?

Me pilló desprevenida.
+ ¿Qué?
- ¿A dónde vas? - volvió a preguntar.
+ Voy a comprar cosas para mi habitación, para decorarla un poco.
- Anda, si quieres te acompaño, acabo de mudarte y parece que toda mi casa esta vacía...
+ ¡Me parece genial! Desiree tenía que estudiar y no ha podido venir conmigo.. - dije un poco triste.

Destinos cruzados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora