4. Desesperación.

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*bip, bip*

"Buenos días guapa, ¿que tal has dormido?"

Agg, que niño mas pesado..
- ¡Andrea! Por dios, quitale el sonido al móvil. - Desiree y yo estabamos durmiendo hasta que me llegó ese whatsapp.

Eran las 10 de la mañana y como ya me había despertado no podía volver a dormirme. Decidí salir a por el desayuno. Me puse una sudadera grande, unos vaqueros y mis converse, cogí mis cascos y mi móvil y salí a comprar el desayuno.

Caminaba a buen ritmo escuchando la música, motivandome más con cada canción. Tanto que a veces cantaba sin darme cuenta.

*bip, bip*

Como odio que se me pare la música cuando me llega un whatsapp.
"Que bien cantas, rubia."

Noté como me ponia colorada, el primer mensaje que iba a contestarle.
+¿Que?
- Que cantas muy bien.
+ ¿Y tú que sabes?
- Si vas cantando por la calle muy desapercibida no pasas, ¿sabes?

Después de leer eso me paré en seco, me giré y lo busqué con la mirada.

Ahí estaba, en la acera de enfrente, con su sonrisa de niño travieso, mirándome como si supiera algo que yo no sabia.

Crucé la calle y me planté delante de él.

- ¿Me estás siguiendo o que pasa contigo? - la verdad es que el niño ya me tenia un poco cansada.

- Uoh, uoh, uoh, la princesa se ha despertado de mal humor.

Nooo, no, no, no, no, no.

Si no te conozco, si estoy enfadada, si eres un chulo prepotente, no tienes ningun derecho a llamarme 'princesa', ni 'guapa', ni nada.
- Mira, no me caes bien, así que ya, dejame en paz, ¿si?

Por la mirada de Selu cruzó un rayo de decepción, pero fue una fracción de segundo.
- ¿Estás enfadada conmigo? -preguntó aún sonriendo.

- Hombre, como tú comprenderas no es muy agradable que de la noche a la mañana aparezca un tío al que no conozcas de nada e ¡invada tu vida como que no quiere la cosa!
- Perdona, mi intención no era molestarte.. - sonrió sin muchas ganas y se marchó.

Yo agarré mi orgullo, cruce la calle y me fui a la panaderia de la calle de enfrente.

Acababa de llegar a casa, ya se me había pasado el mal humor.

Prepare el desayuno y lo puse encima de la mesa, cola cao, croisans, bollitos rellenos de crema y tostadas (dicen que el desayuno es la comida más importante del día, ¿no?)

Corrí y salté encima de la cama de Desiree.
-¡DESPIERTAAAAAA! ¡ES HORA DE DESAYUNAAAAAR!

Nos levantamos y arrasamos con el desayuno.
- ...y eso fue lo que ocurrió cuando salí a comprar.. -dije mientras jugaba con la cuchara.

- Te sientes mal por haberle hablado así, ¿verdad?
- ¿Yo? No digas tonterias.. Ese niño se lo merecía... -creo que empezaba hasta a dudar de mis palabras...

Tenía ganas de hablarle por whatsapp...

Pero, ¿y si se había enfadado conmigo?

¿de repente por que me importa esto?

Debería alegrarme, por fin parecía que ese niñato me había entendido...

Destinos cruzados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora