8. Un nuevo comienzo.

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Estábamos frente a la puerta del ascensor esperando a que llegara.

-Necesito hablar contigo y aclarar un montón de cosas... -Selu no estaba como de costumbre, se le notaba nervioso e inseguro.

Se abrió la puerta del ascensor y entramos.

-¿En qué piso vives? -se le notaba de lejos las ganas de llegar al apartamento.

-En el segundo -levanté el brazo bajo su mirada y le di al botón que llevaba el número dos.

-Andrea, es que no entiendo que es lo que me pasa contigo...

Empezó a acercarse de nuevo y me acorraló en una esquina del ascensor. Oh dios, iba a besarme de nuevo. Nuestros labios comenzaron a rozarse y el ascensor se paró. Se separó de mi y me dejó salir primero.

Saqué las llaves de mi bolso y abrí la puerta, no sin antes fallar dos veces al intentar meter la llave en la cerradura por los nervios.

Cerró la puerta cuando entró.

-Ven.

Sin dejarme posar el bolso ni las llaves en la mesa, me cogió de la mano y me llevó hasta el sofá. Se sentó y me hizo un gesto para que me sentara a su lado.
-A ver, yo no sé como explicar esto... -estaba demasiado nervioso, carraspeó e intentó continuar. -Es algo extraño, tu forma de mirar, de hablar, esa manera que tienes de llamar la atención aunque no quieras... No sé cuando a ocurrido pero has empezado a gustarme...

Creo que acaba de darse cuenta que no le estoy mirando. Estos momentos me resultan muy incomodos, aunque sienta lo mismo, no me gustan.

-¿A ti no te ocurre lo mismo? -se notaba un poco de miedo y desesperación en su voz.
-Sí, pero no estoy segura de querer quererte... -¿¡No estoy segura de querer quererte!? Pero, ¿qué tipo de gilipollez es esa? - ¿sabes? Estás empezando a caerme realmente bien, no me gustaría estropear eso...

Selu apartó la mirada de mi y empezó a entender lo que le estaba diciendo.
-¿Pero yo te gusto? - jugaba con sus manos mientras hablaba.

-Eso creo...-no me dejó seguir hablando.
-Pues mientras tenga la mínima posibilidad no dejaré de intentarlo -se puso de pie- que no te quepa la menor duda.

Empezó a caminar hacia la puerta de la calle, pero se paró en seco y se volvió para mirarme. Se acercó a mi, me miró a los ojos y me dio un beso corto y rápido.

-Nos vemos mañana, rubia.

Y ahí estaba otra vez, el Selu de siempre.

-Ay, ya, marchate con tus "rubia" a otra parte.

Se rió cuando intenté imitarlo, me giñó un ojo y se fue.

A los diez minutos Desiree entró por la puerta. Estoy mas que segura que viene de la biblioteca.

-¿Es cosa mía o acabo de cruzarme con Selu en el portal?
-Sí, era Selu.
-En mi cama no, ¿no?-preguntó realmente horrorizada.

-Desiree, ¡¿pero que dices?!

Agarré un paquete de pañuelos que había encima de la mesa y se lo tiré en toda la cara. No pude evitarlo y me eché a reir a más no poder.
-Desi, quita, por favor... -no podía dejar de reir.

Desiree se había sentado encima de mi y estaba intentando meterme el paquete de pañuelos en la boca.

Si te quitas te cuento lo que hemos estado hablando Selu y yo!

Después de pensarlo un momento se apartó y se sentó a mi lado preparada para escucharme. Le conté todo lo que había pasado.

-¿Y qué crees que se le ocurrirá ahora a este chico para que caigas perdidamente enamorada de él?

Le miré de tal manera, que si las miradas matasen, ahora mismo ella ya estaría a seis metros bajo el suelo.

Me despedí de ella para irme a la cama, ya que este día lleno de emociones me ha dejado bastante cansada.

Me fui a mi cuarto me puse el pijama y me metí en la cama.

Cuando fui a mirar el móvil ya tenía un mensaje suyo.
"Espero que no me estés echando mucho de menos, nena."

Dios, que chico más arrogante. La verdad es que no entiendo por qué me gusta...

Me estaba quedando dormida cuando sentí vibrar el móvil.
"Oye, pequeña, seguro que ya estas dormida, eres como una jodida marmota, pero quería decirte que mañana te espera un gran día. Buenas noches y no te olvides de soñar conmigo. ;)"

Valla idiota... no sé como tiene esa facilidad para sacarme sonrisas.

Y antes de que pudiera contestarle me quedé dormida.

******

Mi móvil no dejaba de vibrar y la pantalla iluminaba toda la habitación.

¿Qué tiene el universo contra mi para no dejarme dormir?

Cogí el móvil.
10 mensajes de Selu el puto amo.

Me había dado pereza cambiarlo, ¿vale?

La mitad de los mensajes ponían "Asomate a la ventana"

Me levanté, subí la persiana y ahí estaba. En mayúsculas. En el asfalto.
"BUENOS DÍAS, RUBIA. SONRIE."

Oh dios mio, este chico se había vuelto loco.

En ese momento llamaron al timbre. Abrí la puerta y apareció un chico con mas de cinco ramos de rosas rojas. Me entregó una tarjeta y pasó a dejar las flores.
"Y esto es solo el comienzo, nena. Te quiero. Selu."

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Capitulo dedicado a Alba311

Destinos cruzados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora