Destinos cruzados.

10. Mi ángel.

Le dije que sí.

No pude evitarlo, sus ojos, su sonrisa, la confianza que me daba solo con estar a mi lado.

–Dios nena, no sabes como te quiero.

Me levantó y me besó como nunca.

Nos sentamos y empezamos a comer, nos tirabamos bolitas de pan y de vez en cuando me daba de comer.

Empezó a llover mientras acababamos la comida y decidimos marcharnos.

Corrimos hasta la moto, me puse mi casco nuevo y me abracé fuerte al torso de mi novio.

Aceleró y nos adentramos en el poco tráfico.

Tenía un mal presentimiento pero no le hacía caso.

Selu aceleraba cada vez más, escuché un rechinar de ruedas y a partir de ahí todo fue muy rápido.

Escuché gritar mi nombre, el sonido de cristales rotos y un golpe seco, luego todo era oscuridad.

No veía ni oía nada.

Sentía dolor por todo el cuerpo, era casi insoportable.

Abrí los ojos y estaba ahí delante de mi. No tenía el casco puesto y sangraba por la cabeza.

Me miraba y sonreia, dibujo con la boca un "te amo" pero ningun sonido salió y cerró los ojos.

Quería gritar pero no podía moverme, solo me salían las lagrimas.

Cerré los ojos y me dejé llevar por la oscuridad.

    

                          ********

Escuchaba un suave susurro cerca de mi.
"Por favor, no te vayas, se que apenas nos conocemos, pero de verdad que no quiero que te vayas... te necesito."

Intenté abrir los ojos para ver quien era pero no podía. No tenía las fuerzas necesarias para hacerlo.

Decidí que podría dormir un poco más.

Al rato me desperté y todo estaba en silencio.

Abrí los ojos despacio y todo era blanco. Marco estaba dormido en un sillón.

No recordaba nada de lo que había pasado.
–Marco...

No me escuchaba.

–Oye, Marco...

No tenía fuerza para más.

Se empezó a mover y abrió los ojos. Al verme despierta saltó, literalmente, del sillón y se acercó a mi.

–¿Qué tal estás? ¿Qué te duele? Espera, voy a llamar a la enfermera.

Salió de la habitación y a los segundos regresó.
–Marco, ¿qué ha pasado? ¿por qué estoy aquí?

La cara de Marco cambió al instante.

–Has... tenído un accidente...

Es verdad, ya me acuerdo. Me acuerdo de Selu, en el suelo, sangrando.
–Marco, ¿¡dónde está Selu!? ¡¿por qué no está aquí esperando a que me despierte?!

Marco miraba para todos lados menos a mi. Tragaba fuerte la saliva y apretaba los puño.

–Marco, por favor, dime donde esta...

Las lágrimas empezaban a aparecer en mis ojos y la garganta me dolía.

–Por favor Marco, dimelo...

Empecé a llorar y Marco se acercó y me abrazó.

Me dolía todo pero no le daba importancia.

–Andrea, él... Selu... ha muerto... Un conductor borracho iba a toda velocidad hacia vosotros y Selu intento frenar, pero como el asfalto estaba mojado no pudo. Él giró la moto para que el golpe fuera directo a él y tú pudieras salvarte...

No podía dejar de llorar y gritar.

Recordaba su última sonrisa. Y ahora entiendo que sonreía porque yo estaba viva. Y sus últimas palabras:
"Te amo"

Se murió. Llegó, me dio la felicidad y se fue.

Siento los pedazos de mi corazón clavarse en mi interior y solo quiero llorar.

Él se murió por mi.

Por salvarme.