Contrato Singular (Scaloni x Aimar)

Capítulo 15

Pasa una hora hasta que realmente Julián pueda ser pasado a sala común después de la cirugía y control post operatorio, sumado a la cantidad de pericias de uñas y fluidos por un tema legal de la policía.

Apenas abren la puerta de la sala 202, Lionel se aproxima temeroso hasta la cama. El chico está dormido, aún fuertemente anestesiado para mitigar el dolor de sus heridas y para auxiliar la recuperación. Pablo no se despega del más alto, quien arrima una silla para sentarse junto a la cama. Aimar usó su influencia para pedir una habitación para él solo, a fin de darles más privacidad al grupo y, sobre todo, a la víctima.

"¿Dónde está Licha?" pregunta Lionel, mirando para todos lados.

"Ni idea, estaba acá recién. Por ahí fue a hacer alguna llamada," responde Walter susurrando.

Aimar apoya ambas manos sobre los hombros de Scaloni, masajeando suavemente sus músculos de piedra para intentar, en vano, aflojar su tensión mientras el mayor se enfoca en los ojos cerrados e hinchados de Julián. El escort se aproxima y acaricia su frente dulcemente, moqueando un poco. Su otra mano se mueve hasta reposarse sobre una de las del futbolista, en agradecimiento por estar a su lado. Podría haberse hecho el boludo y mandarlo con un chofer, pero decidió involucrarse a pesar de su potencial exposición con un escándalo. Pablo se reclina y deja un cálido beso en la cabeza de Scaloni antes de aproximarse a su oído. "Voy a traerte un poco de agua, ya vengo."

Walter observa el gesto y redirige su vista hacia Julián, por pudor.

El hombre los deja solos en la habitación y se hace un largo silencio. Ni siquiera el goteo de la medicación que baja por el suero de Julián, hace el más leve ruido. Lionel no siente el cansancio y Walter evidentemente no quiere tocar el tema de la presencia de Pablo y las actitudes que tiene con él porque el horno no está para bollos. Pero Scaloni sabe que tarde o temprano ése será un tema que su amigo sacará en alguna mateada. Si es que sobreviven a este caos antes.

Pablo regresa con una botella de agua y al mismo tiempo, una pareja ingresa con ellos. Tanto la mujer como el hombre tendrán como máximo uno o dos años más que Lionel y la mujer se lleva las manos a la cara, conteniendo sus lágrimas. Corre hasta la cama y con manos temblorosas comienza a acariciar el rostro del joven. El hombre camina más calmadamente detrás de ella, con sus ojos rojizos por las lágrimas que no salen y los músculos de su cara rígidos ante el cuadro. Lionel busca la mirada de Walter, quien se encoge de hombros, ignorando quienes son. Pablo levanta una mano hacia la pareja. "Ellos son los padres de Julián."

Scaloni se pone inmediatamente de pie y la invita a que se siente en su lugar. La mujer accede sin dudarlo y toma una de las manos del jovencito, llevándosela a la boca y besando sus nudillos lastimados. Lionel se aproxima con cuidado al hombre. "Lionel Scaloni, lamento conocerlo en estas circunstancias. Soy compañero de Julián."

La mirada de asco del otro hombre le indica al escort lo que imaginó desde hace mucho tiempo. Julián escapó de su casa y nunca más volvió a hablar con sus padres. Obviamente no tenían demasiada idea de qué estaba pasando por la vida de su hijo y ahora que lo saben, todo aquel relacionado con este mundo obviamente es un enemigo. Lionel baja la vista en son de paz. "Intenté hacer todo lo posible para que deje este ámbito, pero Julián era muy obstinado. No tiene idea de lo mucho que lo siento."

El padre de Julián sigue sin responderle, tan solo observa el cuerpo maltrecho de su hijo en la cama y aprieta el puño. Pablo toma de la mano a Lionel y lo atrae hacia sí, interponiéndose entre el otro hombre y el escort. El gesto conmueve al más alto, pero no es necesario. Cree entender la frustración del padre, aunque él mismo no sea uno.

En ese momento llega Licha y se incorpora al grupo. Saluda con un 'llegué' que apenas se escucha y Lionel es quien hace las presentaciones. "Él es Lisandro, otro compañero."