Contrato Singular (Scaloni x Aimar)

Capítulo 24

Esta vez, la selección de fotos para los gráficos de redes, le toca a Lionel. El santafesino trabaja en su laptop, en una de las áreas comunes de la universidad junto a sus compañeros. Adrián, Darío, Marcos y Scaloni se dividen las tareas. Adrián piensa las frases y texto para acompañar los posteos, Darío arma los videos y Marcos hace mantenimiento, leyendo comentarios y filtrando cosas para pasar al cuerpo técnico.

"Estas cinco me gustan," comenta Lionel mostrándole la pantalla a Adrián, con el único fin de tener una segunda opinión. Sabe que tiene buen gusto, acorde a lo que sus compañeros le han comentado, pero nunca viene mal el ojo de un experto.

"Sí, dale. Pasáselas a Marcos y ayúdame con esto, porfa," responde el jefe de equipo.

Lionel hace lo que se le pide y se sienta junto a Adrián para hacer un brainstorming de palabras positivas a fin de formar frases memorables a través de ellas. "Es un partido más tranca, sin dudas. Va a ser la despedida de Modric y los croatas son más gente que los naranjas," comenta Scaloni.

"Sí, obvio. Pero eso no quita que tengamos que levantar los ánimos a cualquiera que esté distraído," responde el más joven.

Continúan trabajando en su mundo, entre mates y bizcochitos mientras los jugadores y el resto de los empleados de AFA caminan alrededor, cada uno ocupándose de los suyo. Cocineros, utileros, peluqueros, kinesiólogos. Hasta el servicio de mucamas está con los pelos parados por las instancias que se aproximan.

Al día siguiente, todos se encuentran para desayunar porque los CM quieren tomar aunque sea unas fotos del equipo despertándose un día antes del partido. Todo material sirve, y servirá posteriormente en caso de que lleguen a la final. En una mesa, los jugadores. En la paralela, el cuerpo técnico, en una más alejada, el resto de los miembros de la delegación. Lionel toma asiento y observa a Pablo desde lejos. Está cabizbajo y apenas si toma un poco de su café con leche. Se lo nota cansado y tenso, y la imagen hace que el santafesino se ponga de pie, se arme de coraje y encare hacia su silla.

Nota que los todos los ojos del cuerpo técnico se dirigen a él, pero los ignora. Se aproxima al oído de Pablo y cubre su boca con una mano para susurrarle. "¿Podemos hablar?"

Aimar apenas gira su rostro para no chocarse con los labios de Scaloni y asiente. "A la tarde, si no te jode."

"Dale, ningún problema," responde y vuelve a su lugar.

...

"¿Va en serio?" pregunta Ayala, sin vueltas.

Pablo respira hondo antes de poder contestar, sin mirar a los ojos a su amigo. "Eso intento."

El resto de la mesa no comenta. Saben de qué se trata. Nadie lo ha charlado directamente con Pablo, pero a esta altura es un secreto a voces. El rumor de la relación del CM con el entrenador corrió como reguero de pólvora por todo el plantel y en general las opiniones son a favor o, caso contrario, abstenciones. La época de la homofobia en el futbol pasó, aunque saben que tienen que ser muy cautos con lo que dicen en voz alta. Aún si los demás no entiendan español, están en un país en donde la homosexualidad se castiga, hasta incluso llegar a la pena de muerte.

"¿Y?" insiste el Ratón antes de darle un mordiscón a su medialuna.

"Y nada. Acá, esperando," responde Pablo.

"Bueno, hablamos después."

Aimar agradece el gesto porque es un tema privado que no quiere tocar enfrente de todos los que lo rodean. Que él y Diego puedan escucharlo es una cosa. Que el resto del equipo meta la cuchara en el frasco, es otra. Siempre fue reservado con su familia y su vida privada, y tal vez esta relación que intenta empezar cambie muchas de esas cosas desde varios puntos de vista. No solo tendrá que blanquear su situación frente a sus compañeros, sino también ante la prensa, si es que Lionel piensa darle luz verde al tema. El hecho de que se haya acercado para pedirle hablar ya cambia la perspectiva derrotista que tenía hoy cuando se despertó, pero no puede dar por sentado absolutamente nada. No puede adivinar cómo reaccionará la mente del santafesino de ahora a la tarde.