GABRIEL
Estos han sido los mejores días de mi vida, jamás pensé que una comida, o una atención me llenaría tanto. Con el paso de los días catalina poco a poco vuelve a ser ella, la divertida y sínica que me enamoro; también durante estos días he podido ver más a fondo ese instinto materno que tiene, pues por las mañanas luego de ese primer día se levanta conmigo y me prepara el desayuno, ella dice que es en agradecimiento por todo lo que he hecho por ella, pero yo quiero creer que es porque se preocupa por mí.
Recientemente adopto un nuevo pasatiempo bordar, y debo reconocer que es muy buena ha hecho muchas fundas para los cojines incluso una noche bordo pequeños estetoscopios en los bolsillos de mis batas. Otra cosa diferente es que ahora cuento los minuto para regresar al departamento, deseando probar lo que sea que preparo ese día y ansioso de platicar con ella.
- ¿nos vamos, mi sonriente amigo? – dice Sergio entrando a mi oficina, no ha parado de burlarse de mi porque según él mi sonrisa nunca desaparece.
- Si, solo termino de firmar esto – digo con la vista en unos documentos
- Al fin me dirás a donde quieres que te acompañe – lo miro con una sonrisa – debo decir que soy médico y mi ética no me permite participar en cosas ilícitas – rio por la imaginación que tiene.
- No vamos a hacer nada ilícito tranquilo – me pongo de pie para quitarme la bata y ponerme mi saco – de hecho vamos a hacer algo hermosamente importante
- Odio tu forma retorcida de hablar – dice saliendo a la par mía – así que mejor vamos.
Luego de mucho buscar y de los múltiples intentos de Sergio sobre que reconsidere mi decisión, encuentro lo que buscaba; Sergio cree que es una locura, pero yo no podría estar más seguro.
(...)
Es fin de semana de compras, Cat no estaba muy contenta, pero le prometí que solo compraríamos lo necesario; ahora mismo estoy esperando a que termine de arreglarse para poder irnos. Voy al armario en busca de una chaqueta por si acaso refresca más tarde, lo abro y como cada mañana sonrió al ver la ropa de Cat junto a la mía; debo confesar que fui yo quien la puso ahí, pero eso no quita el hecho que me emocione cada que la veo.
- ¿Qué haces? – suelto su chaqueta, sobresaltado por su voz
- Tomo unas chaquetas – digo recogiendo la suya y tomando la mía - ¿lista? – asiente – vamos entonces.
Salimos rumbo a el centro comercial más cercano. Apenas bajar del auto tomo su mano entrelazando nuestros dedos, ella me mira negando pero no dice nada, creo que por fin se dio cuenta que no dejare de hacerlo; vamos a muchas tiendas en busca de "ropa de playa" no fue muy fácil debido a la temporada pero lo conseguimos luego de un par de oposiciones de su parte, las cuales solucione diciéndole que por cada ves que se quejara yo le daría un beso; ya solo nos faltaba comprar los trajes de baño, por suerte una de las vendedoras nos dijo que había toda una tienda solo de eso aquí.
- Estaba pensando que debemos comprar una maleta, solo tenemos una – digo mientras caminamos aun de la mano buscando la tienda.
- Recuerda que tenemos la mía que es enorme, en esa seguro caben las cosas de los dos – me detengo abruptamente - ¿Qué?
- ¿quieres que compartamos maleta? – digo exagerando mi ilusión, ella ríe poquito – no te rías, es un paso muy importante en nuestra relación – niega sonriendo – yo sabía que ibas a terminar rendida a mis pies, pero no pensé que tan pronto
- ¿De qué hablas, loco?
- Que no sabias que empacar tus cosas y las de tu pareja juntas es una señal no hablada de verdadero amor.
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TE EXTRAÑO
RomanceCuando la vida te une, una y otra vez con la misma persona, es una señal ¿no? ... pero señal de que. ¿quiere decir que deben ser solo amigos? O ¿que deben aferrarse al amor? Catalina es una mujer fuerte he inteligente, que no cae en el estereotipo d...