Capítulo 10

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CATALINA

Ese despertar fue verdaderamente.... Intenso, esta vez me entregue completamente, puro cuerpo y corazón, mientras que él fue como si hubiera quitado un freno a sus instintos más primitivos. Luego de eso y del desayunó en la cama que me ofreció, me llevo a mi casa a pesar de que los dos nos queríamos quedar ahí para siempre.

Había llegado hacia horas y no podía quitar la sonrisa de mi rostro; no fue hasta que la luna cayo que la realidad me golpeo. Mientras veía el cielo nocturno comencé a darme cuenta verdaderamente de lo que había pasado entre nosotros, no físicamente si no a nivel... corazón, .... al menos para mí. Yo le había dicho te amo sin estar segura de eso, no porque dudara que sentía algo realmente fuerte por el sino porque yo no conocía ese sentimiento, no tenía una referencia y aun así me sentía, me siento totalmente suya, me di cuenta que ya no concebía un futuro sin el.... Y me dio miedo.

Sentí terror de ya no pertenecerme y traté con todas mis fuerzas de confiar; la prueba más grande de amor que yo podía dar por que al final cuando uno ama entrega su vida a la otra persona, con la esperanza de que la va a cuidar... (confía, solo confía).

Pasaron un par de días antes de volver a ver a lalo, que me invito a estudiar a su casa cuando le dije que no podía verlo por tener tanta tarea y cosas por leer. Él estaba sentado en su cama recargado en la cabecera conmigo sentada entre sus piernas, mientras me abrazaba, yo recargaba mi cabeza en su pecho.

Cat: sabes que tengo muchas cosas por hacer ¿no? – aprieta más su agarre en mi cintura – no se suponía que venía para hacer esto.

Ed: es tu culpa – frunzo el ceño – me hechizaste y ahora cada que te veo no puedo mantener mis manos lejos de ti – sonrió y me acomodo mejor entre sus piernas haciéndolo reír – además no es como que estes muy incómoda entre mis brazos.

Cat: el problema no es ese, si no que a este paso no terminare ni una de las tareas y me van a reprobar

Ed: si repruebas no importa, yo puedo mantenerte como a una reina – me separo abruptamente de él girando para verlo directamente - ¿Qué te pasa?

Cat: es broma ¿verdad? – no me responde – yo estudio una carrera por que me gusta y porque en algún momento quiero y voy a trabajar, nunca he esperado que alguien me mantenga.... pensé que lo tenías claro.

Ed: cálmate, no lo quise decir así– toma mis manos – lo decía para que tuvieras presente que siempre vas a tener mi respaldo, ya sea financiero o el que sea que necesites – lo veo dudosa a lo que él se acerca con una sonrisa tomando mi rostro entre sus manos – no soy un macho opresor Lina, jamás te prohibiría trabajar – besa ligeramente mis labios.

Luego de eso y creo que para evitar que mi mente siguiera trabajando se ofreció a ayudarme a hacer mis tareas, prácticamente las hizo todas el, dejándome solamente lo que se entregaba a mano; me incomodo que no me dejara hacerlas a mi pues no iba a aprender nada, pero al terminar me explico una por una tan claramente que no me quedo más que besarlo.

No sé cómo, pero de estar de pie junto a su escritorio besándonos pasamos a la cama, quedando yo arriba mientras el pasaba sus manos por mis piernas y cintura con una suavidad tortuosa; Cuando estaba por sacarme la blusa, mi celular comenzó a sonar, primero anunciando la llegada de por lo menos 7 mensajes que decidí ignorar pues lo que hacía lalo era mucho más entretenido y placentero; con lo que no contaba es que me llamarían una y otra vez, robando toda mi atención.

Ed: no – me dice entre besos – respondas... esto es... más importante – trato de levantarme, pero me abraza fuertemente.

Cat: no deja de sonar, debe ser importante – me ve haciendo un puchero adorable el cual muerdo – un minuto y luego te compenso, prometido.

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