Capítulo 3: Teach me to live!

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Las cosas se habían torcido bastante en el hogar de la familia Lee, pues ahora Mark era vigilado todo el tiempo, asegurándose de que no intentara escapar nuevamente.

Luego de aquel día en el que escapó y conoció en parte a la ciudad y a un curioso chico, cuando Mark regresó a su hogar, sus síntomas empeoraron, y aquella noche, después del discurso de su madre, una fuerte fiebre lo atacó, seguido de varios ataques de asma.

De más está decir que su salud aquella noche estuvo bastante jodida, y le tomó todo un día para poder recuperarse al 100%, bueno no, quizá solo se había recuperado un 60% y fingía el otro 40% para no preocupar de más a sus padres.

Aunque aquello era una combinación de no querer preocuparlos, y no querer que estuvieran encima de él controlándolo cada cinco minutos. En especial su madre, de quien estaba seguro de que aquella noche no había dormido por cuidarlo a él. ¿Se sentía mal? Sí, pero al fin y al cabo no había sido tan grave, al menos no como para terminar en el hospital como otras veces,

Al menos una vez que logró convencer a su madre de que se sentía perfectamente bien, esta por fin decidió abandonar su habitación y controlarlo cada media hora, era un avance, ¿No?

Por lo menos ahora Mark se encontraba solo en su habitación, lo malo era que... Ya no tenía su celular para contactar a sus amigos, porque claro, luego de escaparse, su castigo no había hecho más que aumentar, y pasar de solo ser un mes sin celular, aquel castigo se convirtió en tres meses sin celular.

¿Cómo haría para sobrevivir hasta entonces? Ya no quería seguir con su monótona y aburrida vida de encierro, ya no quería seguir más tiempo en aquellas cuatro paredes que formaban su habitación, no lo aguantaba, cada minuto que pasaba allí dentro sentía como poco a poco el aire comenzaba a escasear.

Aquello casi se sentía como un ataque de asma.

Pero no lo era.

Y eso lo hacía más triste.

Por eso, y por las palabras de DongHyuck las cuales no dejaban de resonar en su cabeza, fue que decidió levantarse de su cama, abandonar su habitación y dirigirse a la de su hermana en busca de un favor.

Tocó la puerta de esta y esperó unos segundos antes de que su pequeña hermana, Yeri de doce años, abriera la puerta.

-Hola Mark.-Lo saluda con una sonrisa.-¿Te sientes mejor? Mamá me dijo que no te molestara para que pudieras descansar.-

-Hola Yeri, ya me siento mucho mejor, ¿Puedo pasar?-Pregunta devolviéndole la sonrisa algo nervioso, temía que su madre o su padre subiera y los viera. Su hermana asiente e ingresa a su habitación cerrando la puerta detrás de sí.-Necesito pedirte un favor.-

De inmediato la pelinegra lo observa alzando las cejas.-¿Un favor?-

-Necesito que me prestes tu tablet.-Aquellas palabras causaron confusión en la joven.

-¿Por qué no usas la tuya?-Indaga ella sin entender el extraño pedido de su hermano mayor.

-Porque mamá me la quitó junto con mi celular.-Responde sencillo, pero aquella respuesta no parece satisfacerla, pues sabe que su hermano aún tiene una computadora, la cual podría usar para lo que sea que necesitara su tableta.-No puedo usar mi computadora porque mamá sabrá lo que busqué y me castigará de nuevo.-

-¿Estás haciendo algo ilegal?-Pregunta curiosa mientras toma su tablet entre sus manos.

-No.-

-¿Algo que moleste a mamá?-

-Sí.-

-Entonces, no debería prestarte mi tablet.-Contesta presionando el aparato sobre su pecho, negando entregárselo a su hermano.

MarkHyuck | free🍃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora