Capítulo 7: Bed

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Mark suelta un largo suspiro al ver el estado del chico en frente suyo, ¿Por qué había dejado que aquella mordida llegara a ese punto? ¿Tan idiota era? Negando con la cabeza, tomó la mano del mayor entre la suya, entrelazando sus dedos, sin importar que tan raro, incómodo o comprometedor se viera aquello, Mark solo se dedicó a arrastrarlo hasta la puerta trasera de su hogar.

-¿Qué...? ¿Qué estamos haciendo?-Pregunta el castaño algo mareado.

-Llevándote a casa, necesitas descansar por tu fiebre, y un médico urgente.-Explica el menor mientras abre la puerta de su patio dejando a DongHyuck atrás, primero debía asegurarse que ninguno de sus familiares se encontrara por allí.

-¿No es un poco peligroso que me metas a tu casa?-Indaga el mayor asomándose desde su lugar admirando el interior de aquella casa. Si desde afuera ya se notaba que se trataba de una propiedad lujosa y fina, desde adentro aún más.

-Mm no tanto.-Respondió algo pensativo el menor mientras se encargaba de dirigir a DongHyuck por su casa, este se encontraba demasiado mareado como para mantenerse andando sin tambalearse y caer de bruces al suelo.-Mi madre se encuentra en una cena con sus clientes, mi padre está en la casa, pero en su oficina, y no va a salir de allí hasta dentro de dos horas para hacerse un café, por lo que tenemos tiempo de sobra, y mi hermanita... Mmm, ella no nos dará problema.-

-No deberías tomarte tantas molestias.-Contesta el mayor comenzando a temblar, su cuerpo había pasado de tener una temperatura elevada sintiendo demasiado calor, a sentir que sus ropas no eran suficiente para mantenerlo abrigado.

-Es lo que los amigos hacen, tomarse muchas molestias para cuidar de ellos.-Responde tranquilamente el pelinegro mientras comienzan a subir las escaleras lentamente, Mark supone perfectamente bien, que aquello se le dificultaría bastante al contrario por lo que tuvo que mantener extrema paciencia con él.

Por su parte, DongHyuck intentaba subir las escaleras, mientras las palabras del menor se grababan en su corazón. Quizá estuvo mal en negar que no eran amigos, aquel era un buen chico, un chico que se preocupaba por él y se notaba que a pesar de conocerse hacia relativamente poco tiempo, lo quería.

Una vez las escaleras se acabaron llegaron al tan esperado segundo piso, y al parecer no habían sido tan silenciosos como pensaron pues, Yeri, la hermanita pequeña de Mark había abandonado su habitación para ver que estaba ocurriendo.

-Uh oh.-Advierte el castaño, quien había sido el primero en captar la atención de la menor.

-¿Qué estás haciendo...?-

-¿Ayudando a un amigo?-Contesta algo dudoso.

-Tú no tienes amigos.-Replica la menor mientras se acerca a su hermano y al desconocido no tan desconocido, si algo resaltaba en aquella familia era la buena memoria, por lo que en cuanto se acercó a él recordó perfectamente su rostro y donde lo había visto.

-Bueno ahora si tiene uno.-Tanto Mark como Yeri se giraron a observar a DongHyuck, pues ninguno de los dos esperaba que este hablara, ni mucho menos que soltara aquellas palabras, alegrando de inmediato el corazón del pelinegro, quien no pudo evitar sonreír, acción que no pasó desapercibida por su hermana.

Si Mark era feliz, ella lo apoyaría.

-Quiero ayudarlo, así que... ¿Podrías cubrirme con mamá esta noche?-

Yeri parece pensarlo por unos segundos, cada vez que su hermano le pedía un favor solía cobrárselo tiempo después con algo que quisiera, pero esta vez, no sintió la necesidad de hacerlo, y no estaba segura de si se trataba porque aquel era el primer amigo de Mark, o porque realmente le dio lástima, aun así estuvo de acuerdo en ayudarlo.

MarkHyuck | free🍃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora