Los días transcurrieron perfectamente bien, pues Mark había logrado asistir a clases cuatro días consecutivos, y no se había sentido mal para nada, bueno, al menos no en clases, que esa era la idea de todo esto, que lograra sobrevivir a entre cinco y seis horas de clases sin forzarse a ello.
Claro que una vez que regresaba a casa, solo aguantaba cinco minutos antes de verse en la obligación de recostarse, al menos por un rato antes de seguir con su tarde, pero no siempre funcionaba así, hubieron dos ocasiones, en las que Mark se vio en la obligación de dormir hasta el día siguiente, debido a que no tenía forma de recuperar sus energías.
Pero había logrado demostrar su punto a sus padres, o al menos eso se determinaría hoy, viernes, el último día de la semana, pues con sus padres habían acordado asistir a clases por una semana y ver como su cuerpo reaccionaba ante aquel fuerte cambio.
Durante aquellos cuatro días no hubo ningún tipo de señal de dolencia, o descompostura, ni siquiera su nariz sangró, ni se sintió débil, lo cual logró sorprender de sobre manera al canadiense, aun así, no dijo nada al respecto, disfrutando el sentirse bien y poder actuar como un adolescente normal por primera vez en su vida.
Sus clases habían terminado, por lo que su entusiasmo no tardó en colarse por cada partícula de su cuerpo, el gran día había llegado, hoy oficialmente podría asistir a la universidad por lo que restaba del año.
Eso en parte significaba que estaba mejorando, ¿Verdad?
Sonriente, guardó sus cosas en su mochila y se dispuso a bajar las escaleras con gran rapidez, claro que no contó con tener una fuerte punzada en su pecho. Había sido tan fuerte y dolorosa que por un segundo pensó haber golpeado su cuerpo con algo, pero no había sido así.
Su pecho le había dolido tan repentino y tan fuertemente que por un segundo se vio en la obligación de recobrar el aire perdido y de agarrarse con fuerza al barandal de la escalera para no caer hacia adelante.
¿Qué rayos había sido eso? ¿Por qué su pecho había dolido de esa forma?
Miles de ideas catastróficas pasaron por su mente en tan solo veinte segundos, veinte segundos en los que permaneció inmóvil en su lugar sin saber muy bien qué hacer. ¿Aquel dolor se debía a estos cinco días en los que había asistido a clases? ¿Se debía a sentirse emocionado? ¿Se debía al haber estado bajando las escaleras a gran velocidad? ¿O se debía a otra cosa? ¿Una nueva enfermedad?
Realmente esperaba que no se tratara de lo último, pues ya se encontraba bastante cansado de las enfermedades, además, este estaba siendo su nuevo comienzo, ese día se suponía que sería uno bueno, uno feliz, había logrado sobrevivir cinco días a clases, ¿Por qué de repente tenía que pasarle eso?
¿Tan en contra de su felicidad estaba el universo que no podía verlo feliz y contento ni dos miseros segundos? Aquello apestaba, apestaba demasiado, pues si aquella simple, pero dolorosa y fuerte punzada, significaba algo grave estaría perdido, ya no habría forma de que sus padres lo dejaran regresar a la universidad, volvería a ser encerrado en las cuatro paredes de su habitación, claro si es que no terminaba internado.
No, aquello no era una opción.
Sacudió su cabeza borrando aquellos pensamientos, estaba exagerando, quizá aquella punzada no significaba nada, y él se estaba haciendo la cabeza por nada. Pero... ¿Realmente se estaba haciendo la cabeza por nada? ¿Y si realmente se trataba de algo muy malo para su salud? Ahí sí, que no le quedaría de otra opción más que alertar a sus padres, y a su novio.
Pero toda esa situación... Era una mierda, y realmente lo detestaba, él quería vivir, entonces, ¿Por qué el destino y el universo se empañaban tanto en joderlo de esa forma?
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MarkHyuck | free🍃
FanfictionEn donde Mark Lee es un joven que pasó la mayor parte de su vida encerrado en un hospital o en su casa, siempre había tenido problemas con sus bajas defensas, las cuales lo hacían enfermarse todo el tiempo, por lo que a penas conocía el mundo exteri...