F1V3 Proyecto Número 5

CUATRO - Imbéciles

En el colegio

--Cinco, necesito acompañar a Henry hasta el gimnasio y luego volveremos a casa.

--Esta bien señorita, iré con ustedes obviamente.

Alondra se escabulló al vestuario de las chicas diciendo que iria al baño, pero solo era una mentira para poder encontrarse con Derek, su novio. Por supuesto que nadie sabia de esta relación amorosa que mantenía con un estudiante un año mayor que ella, a parte de su mejor amigo.

--Hola preciosa ¡No sabes cuanto te extrañé! --la levantó del suelo haciendola girar en sus brazos.

--¡Y yo a ti! Creí que mi padre no iba a dejarme volver al cole y que no te vería por un tiempo --la dejó nuevamente en el suelo.

--Yo también pensé lo mismo, pero me alegra que no haya sido así --tomó su rostro con ambas manos y presionó suavemente sus labios sobre la frente de la joven.

Ella alzó los brazos rodeandole el cuello con dificultad y casi en puntas de pie porque era muy pequeña a su lado, aun así se abrió paso hasta buscar los labios del mayor y dejar un beso sobre ellos. El cual llevó a un segundo, tercer y cuarto beso hasta que perdieron la cuenta. Alondra estaba embelesada por Derek, cuando estaba con él todos sus sentidos se concentraban en lo que él le hacía sentir y eso le encantaba.

--Pss... ¡Alondra! --Henry tuvo que interrumpirlos. --Vamonos, no querras que tu robotin te descubra ¿No?

--Me gustaría quedarme un ratito más pero no puedo --se separaron a penas un par de centímetros --odiaria que Cinco nos descubriera.

--¿Crees que le cuente a tu padre?

--No tengo dudas. Entonces... supongo que hasta mañana.

--Haré todo lo posible para verte, lo prometo --le dio un último beso y luego ella se marchó junto a su amigo.

Derek era un buen chico, no tenía malas intenciones pero sabia que el señor Hargreeves no aprobaría la relación con su hija y por eso se veían a escondidas. No obstante, mientras el guardaespaldas estuviera cerca debían ser muy cautelosos para que no los descubran. Lo último que quería es tener problemas o peor aun, no volver a ver a su linda niña.

--¡Al fin! Estuve a punto de entrar a buscarte al baño de mujeres.

--Lo siento, tuve un pequeño accidente y me llevó más tiempo del que imaginé --se excusó la adolescente. --Espero que no tenga que contarte más detalles ¿O sí?

--No te molestes conmigo, y no... no necesitas decir más nada. Ahora vayamos al auto y regresamos a la mansión.

--Esta bien, pero primero dejaremos a Henry en su casa.

Se subieron al auto y siguieron hablando como si nada, no había sido un primer día tan malo. O al menos hasta ese momento porque comenzó a circular una imagen de Cinco entre los alumnos del colegio que hizo enfadar mucho a la jovencita.

--¡¿Ya viste eso?!

--Sí, dejalos... son unos imbéciles.

--Sabia que algo así iba a pasar, no quiero que vuelva al colegio conmigo --dijo en un susurro --pero dudo que mi papá cambie de opinión.

--¿Y qué harás?

--No tengo más remedio que esperar a que se olviden del asunto y molesten a alguien más.

--Si quieres puedo empezar un chisme para distraer la atención de los demás.

--Ohhh eres el mejor amigo de la vida --lo abrazó con fuerza y Cinco los observaba desde el espejo retrovisor. --¿Sabes que te amo verdad?

--Obvio ¡Soy tan adorable! --bromeó haciendo caras.

--¡Llegamos! --dijo Cinco con voz sería mientras destrababa la puerta para que pudiera bajar.

--Gracias por traerme --le respondió amablemente --cuidate y cualquier cosa me avisas --le guiñó el ojo a su amiga.

El resto del viaje estuvo en completo silencio, el mayor se bajó con prisa del vehículo para abrirle puerta y extenderle la mano a la joven, pero ella lo rechazó.

--No necesito tu ayuda para bajar, gracias.

Fue directo a su habitación y se encerró allí por el resto de la tarde, prácticamente hasta la hora de la cena.

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Las imágenes las encontré en Pinterest pero son de una cuenta de Instagram, creo.