Academia Umbrella, Alaska
¿Por qué siento la espalda calentita?
Traté de moverme pero había algo que me lo impedía, estaba recostada sobre la mitad derecha de mi cuerpo y al parecer alguien estaba detrás de mi.
*Recuerdo
--Jamás te haré daño, lo prometo.
--Confio en ti.
--Seré gentil.*
¡Carajo! Ya me acordé...
Giré levemente y noté el brazo izquierdo de Cinco rodeandome con fuerza, a pesar de estar profundamente dormido se sentía pesado e impedía que pudiera moverme con facilidad.
Observé su habitación y noté unas toallas en el suelo, el secador de pelo enchufado en un rincón y el placard abierto. Estaba tapada hasta la altura de los hombros pero pude ver que tenía puesta ropa que no era mia, al parecer era el pijama que usaban en la Academia, aquel celeste y descolorido pijama que mi padre obligaba a los siete a usar mientras vivieron aquí.
--¡Cinco despierta! --alguien abrió la puerta y yo solo quise que la tierra me tragara... que vergüenza.
Pero nadie entró, fue como si solo lo llamaran y siguiera su camino.
Sentí disminuir el agarre y de un salto se levantó destapandome casi por completo. Vi a Cinco correr hacia la puerta y luego cerrarla nuevamente.
--Abrigate con esto --buscó en el armario ropa abrigadora, y me teletransportó a las fueras de la Academia. --Quedate aqui, no se que está pasando allí pero es mi deber protegerte.
--¡Espera! --Lo tomé del brazo energicamente --¿Vas a dejarme sola?
--Volveré en seguida, lo prometo --me miró a los ojos sujetando mi rostro y dejando un beso sobre mi frente. --No salgas de aquí.
Desapareció antes de que pudiera preguntar en donde estaba. Por lo que busqué una ventana y miré a través de ella, pude ver la Academia a lo lejos, al parecer era una pequeña cabaña en la cual nunca había estado. Busqué mi telefono pero había quedado en mi habitación, me puse calzado en los pies y la ropa que Cinco dejó en mi mano. Era una mañana helada...
Encendí la estufa y me preparé un té que encontré en los gabinetes, al parecer alguien vivía allí o al menos eso parecía. Habrá pasado pasado más de una hora pero no tenía noticias de nadie, no se escuchaban ruidos y nada parecía haber alrededor.
No aguanté más y salí en dirección a la Academia, tuve que romper la ventana con las patas de una silla porque la puerta estaba cerrada por fuera. Antes de salir dejé una nota por si alguien venía a buscarme y no me hallaba.
Caminar en la nieve era dificil, en cada paso mis pies se hundian unos 5cm aproximadamente y eso dificultaba mi andar. Pero no iba a rendirme, tenía que averiguar que estaba pasando.
Agotada y con la cara helada finalmente llegué, me escabullí por la entrada trasera por si a caso y comencé a buscar a alguien... quién sea.
Al llegar a la sala no pude creer que lo vi... el pánico me invadió y no pude moverme. Quería cerrar los ojos y dejar de ver el espantoso escenario frente a mi pero me fue imposible.
--¡Pogo! --grité con todas mis fuerzas.
El compañero y confidente de mi padre estaba colgado en la pared, los cuernos del alce decorativo le habían traspasado el pecho y parecía haber dejado de respirar.
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F1V3 Proyecto Número 5
FanficReginald Hargreeves programa un humanoide para que sea el guardaespaldas de su hija, pero las cosas no salen según lo planeado. Iniciada: 20/ febrero/ 2023