Capítulo 9: Ansiedad y lotería.

122 17 40
                                    

Nota de autora: Siento el retraso del capítulo, dos semanas he estado liada y no he podido escribir mucho, pero ahí lo tienen. Disfrútenlo y feliz san Valentín con una semana de atraso :)

La primera vez que desperté me encontraba algo confusa intentando ubicarme. Estaba sobre algo calentito y blando. Me asuste cuando noté que se movió, por lo que mire adormilada hacia los lados. Vale, estaba en el suelo y... encima de Liam, apoyada sobre su pecho. Casi me aparto corriendo, pero tenía su brazo rodeándome la cintura.

La puñetera lotería.

Nos encontrábamos en una posición muy íntima e incómoda. Me moví con cuidado intentando apartarme sin despertarlo, pero a la mínimo movimiento el aseguro su agarre sobre mi cuerpo.

Joder, estas cosas solo me suceden a mi.

Demasiado violenta era la situación, necesitaba salir ya de aquí. La de veces que me habían obligado a estar así y lo detestaba, me traía recuerdos lo suficientemente asquerosos como para querer vomitar. Los nervios comenzaron a hacer presencia en mi y no los pude controlar.

Mi respiración se tornó pesada, desesperada, otra vez esa sensación de perder el aire y no poder retenerlo. Cerré con fuerza los ojos queriendo volver a tomar el control de mi cuerpo. Las punzadas en el pecho eran mayores, mi corazón se aceleraba por cada segundo que pasaba, mis pulmones parecían comprimirse a su vez.

Agarre algo con fuerza sin saber que era, lo retorcí un poco, buscando el dominar el ataque que estaba sufriendo. Los recuerdos me atacaban:

Sus manos sobre mi cuerpo.

Liam no es el.

Manoseándolo.

Liam no haría eso.

Obligándome a permanecer quieta.

Liam no es como mi padre.

Callada.

No son iguales, nunca lo serán.

"No dolerá si me quedo quieta."

Liam me respeta.

"No me hará más daño si me quedo callada."

Nunca se sabe si realmente no lo haría. ¿Y si lo hace?

"Eres peor que una puta, incluso más asquerosa que ellas."

No podía cambiar el hecho de que estuviera usada.

"Terminará rápido."

Nunca era verdad.

Estas mejor muerta que malgastando oxígeno.

Llore porque estaba perdiendo contra mi mente, una y otra vez me ganaba. Los recuerdos de tantos días distintos, durante años me estaban quemando. Quería gritar con todas mis fuerzas, pero no encontraba mis cuerdas vocales, ni mucho menos las fuerzas para hacerlo. Mi cabeza daba vueltas, solo percibía el sonido de mi corazón acelerado mientras seguían mis hiperventilaciones.

Respira.

Creí que eran cosas de mi cabeza, hasta que lo escuché una segunda vez.

— Respira. — Noté como me cargó y me sentó en la cama. Abrí mis ojos, los cuales estaban llenos de lagrimas a punto de desbordarlos. Así que mi vista era borrosa. — Venga, coge aire, retenlo un momento y suelta.

Vi una figura borrosa dentro de la oscuridad de mi habitación en cuclillas delante de mi. Intente seguir sus instrucciones, pero no lo lograba.

— N-no pu-puedo.

Antes de que te vayasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora