Capítulo 12: Locos.

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— ¿Quieres salir de aquí?

Devolví a verlo, aún con la mejilla apoyada en mi puño. La clase de lengua se hacía cada vez más aburrida. La profesora se dedicaba a divagar en un escritor muy viajero, en uno con el que no me moleste ni siquiera en aprender el nombre. Solo sé que era lo suficientemente adinerado como para estar como culo inquieto por el mundo.

— Ya te gustaría salir de aquí, sería un milagro si lo logras.

Eso provocó una de esas sonrisas pícaras que bien conocía. Oh, oh. Algo se traía entre manos y no era nada bueno. Me prepare para lo peor en cuanto se levanto arrastrando la silla ruidosa, atrayendo la atención de todo el mundo.

— ¡Vas a parar de molestar con eso!

— Liam, siéntate y cálmate de una vez.

Dramatizó la escena como si lo hubiera practicado muchas veces en casa.

— ¡No me puedo relajar si estoy cerca de ella! Ahora mismo la tiraría por la ventana, sino fuera ilegal no dudes en que lo haría.

Me quede atontada y ofendida por todo lo que acababa de decir, echo una mirada que pedía que le siguiera el juego.

— Pues cámbiate de sitio, pero cállate ya y déjame dar mi clase. — Indicó la mujer cuarentona.

— Va a seguir dando problemas aunque se cambie. Es insoportable. — Ironicé, levantándome como el.

— Se nota que no nos hemos visto en un espejo. — Se encaró delante mío girando para quedar frente a frente. — Joder, no te aguanta ni tú abuela, ¿porque tendría que hacerlo yo?

— No me interrumpas mientras te ignoro.

Apretó la mandíbula fingiendo verdadero enfado. Yo cruce mis brazos lanzándole una de esas miradas de asco y superioridad que bien sabía.

— Empújame — Susurró. Fruncí las cejas sin entender esa orden. — ¡A veces no me importa mi opinión, imagínate la tuya!

Arremetí contra él con fuerza provocando que de la "impresión" chocara con la mesa de al lado. Mis compañeros iban gritando "pelea, pelea" de fondo. Él volvió a acercarse con rapidez. La profesora decidió que era buen momento de intervenir y separarnos. Le empujó a él lejos de mí, mientras que sus ojos destellaban fuego, fulminándolo como si fuera posible.

— ¡Fuera de mi clase! ¡A la de YA! Ir al aula de convivencia ya que salís, payasos de circo.

— Mientras este lejos de ella, encantado. — Farfulló recogiendo su mochila.

Yo lo imité, mientras que Lucas y Emely nos observaban como si estuviésemos locos. No lo iba a negar, a lo mejor un poco si. Oculté mi entusiasmo al salir de ese dichoso lugar. Algunos alumnos también murmuraban cosas y nos juzgaban. A saber que dirían. En cuanto me reencontré con Liam comenzamos a reírnos a lo desquiciado.

— Ni James Bone se atrevió a tanto. Has estado genial.

— ¿Pero como sabías que saldría bien?

— Siendo sinceros no lo sabía, lo raro es que no nos hayan mandado a dirección y puesto una amonestación a cada uno.

— Estas loco. — Negué con la cabeza varías veces.— Si llegaba a pasar eso te mato, lo sabes, ¿no?

Antes de que te vayasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora