"Nuestro amor es como el de un cuento de hadas, que nunca pensé en que llegaría a suceder"
-Si tuviera que elegir mi historia favorita sería la nuestra.
- Este sentimiento no se puede describir en tan solo palabras escritas de un cuento.
– ¿Ya llegamos?– Yeonjin pregunta con un puchero en sus labios.
Sunghoon negó mientras la tomaba de la mano para caminar a rastras.
– Yeon, te prometo que ya vamos a llegar, solo espera un poco más, estamos cerca– El pelirubio insistió suplicante esperando a que la menor respondiera.
Yeonjin se rindió y asintió.
– Aún no entiendo de qué manera ésto me ayudara a escribir mejor.
Murmuró la pelinegra.
Park río al escucharlo y se detuvo por un momento volteando a ver a la contraria.
– Créeme esto te ayudará de mucho, el patinar es una de las mejores maneras de encontrar inspiración y diversión.
La menor se cruzó de brazos
– Si tú lo dices...
Ya había pasado unos días desde que Sunghoon le dió la propuesta a Yeonjin, la misma que acepto la mencionada. En todo este tiempo el mayor se encargó de hacer que la menor pudiera empezar a divertirse y conseguir inspiración para su libro, lo cual significaba que la estaba ayudando a conocer el amor junto a él.
La verdad es que Sunghoon ya tenía todo planeado desde que Jungwon les contó la situación de la menor y el porque iria a ese viaje con ellos.
Para el todo esto fue como una oportunidad que no podría dejar pasar, pues su hermana menor, Park Yeji, es una de las más grandes fans que tiene nuestra protagonista, la seguía desde sus inicios como escritora, le encantaban demasiado esos libros que escribía, tanto que hasta le lloró a su hermano mayor que se los comprara con un autógrafo personalizado para ella, aunque el al principio se negara no accediendo a comprarle uno de esos libros con autógrafo, por qué estaban muy caros para ese entonces, Yeji no dejo de insistirle o dejarlo en paz hasta que consiguiera uno, terminandolo hartando lo en demasía.
Había acepto comprarle uno de esos libros, pero no sabía en dónde y cómo conseguiría uno autografiado para ella misma, pues era muy sabido en el medio artístico que Yeonjin no era una persona de asistir mucho a eventos especiales o conferencias de prensa, para reunirse con sus fans, por ello al enterarse de que Shin Yeonjin era la mejor amiga de Jungwon vió una oportunidad de conseguir lo que su hermana tanto quería.
Y justo en estos momentos se encuentran llendo hacia la pista de patinaje sobre hielo. Sunghoon se sentía demasiado ansioso de ver cuál sería la reacción de la pelinegra en ser está su primera "cita", en la cual la llevaría a conocer a su "mejor amigo de la infancia" El patinaje artístico.
– Llegamos– El rubio toma la mano de Yeon y la entrelaza con la suya mientras se dirigen hacia dentro de aquella pista de patinaje.
La menor ante está acción no pudo evitar ruborizarse, sintió su corazón latir desfrenadame te mientras inconscientemente en su rostro se formó una peque y dulce sonrisa.
Entraron a la pista y Sunghoon se encargó de ir a la recepción donde había hecho una reserva para tener el lugar completamente para ellos dos solos, dónde podrían evitar cualquier tipo de problema con que los reconocieran o los vean juntos.
Ambos al ser famosos no podían permitirse el lujo de andar libremente sin cuburise con mascarillas o lentes oscuros para pasar desapercibidos ante la gente.
Una vez que Park volvió llevaba unos patines consigo junto con una sonrisa tierna en su rostro.
"Es tan lindo y tierno" Pensó emocionada la menor aún viendo como Sunghoon llegaba a dónde ella y se arrodillaba para quitar cuidadosamente sus botines oscuros.
Yeon no podía dejar de mirar a el mayor sonriendo mientras la trataba con mucha delicadeza como si fuese una pequeña muñequita de porcelana, por laguna razón cuando Sunghoon levantó la mirada y sus ojos se encontraron conectando se inmediatamente, un calor cálido se apoderó de su corazón y pecho.
Parecía una típica escena de un drama cliché, sin embargo esto si era real, los dos lo estaban sintiendo en este mismo instante, la euforia llenaba todo su ser al mirarse se sentía tan mágico por alguna razón.
Se hubieran quedado así por mucho más tiempo de no ser porque el celular de Sunghoon sonó.
El mayor bufó sacando su celular, Yeonjin solo río ante su dulce reacción.
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– ¿Quién era?– La menor pregunta tratándose de levantar por si sola del asiento, pero casi se resbala.
Sunghoon reaccionó rápidamente al ver que se estaba por caer, dejado su teléfono a un lado y antes de que cayera la tomo en brazos, evitando así su caída.
– Para la próxima debes pedir ayuda antes de pararte casi te caes– El mayor carcajeo al ver cómo la menor rodaba los ojos.
– Si, si bueno ya, ahora ¿Puedes soltarme?
Yeon preguntó algo avergonzada por la posición en la que estaban, las manos de Sunghoon estaban en su pequeña cintura y ella las tenía en sus hombros.
Park al principio no entendió hasta que analizo la situación e inmediatamente solto a la menor dejándola en el suelo, Yeon se quejó porque se había metido un golpe contra el frío piso, Sunghoon apenado le ofrece una mano para ayudarla a levantarse.
– De verdad lo siento no fue mi intención– El mayor se rascó la nuca avergonzado mientras pedía disculpas.
La pelinegra le sonrió y negó.
– Tranquilo no hay de que disculparse fue un accidente, además fue mi culpa, no te preocupes.
– Aún así lo siento, si no te hubiera soltado no te hubieras golpeado de esa forma– Sunghoon bajo la cabeza apenado y Shin negó acercándose a él y levantando su rostro por su mentón, para darle un beso en la mejilla, para luego tomar su mano y entrelazar la con la de ella.
Sunghoon quedó atónito sin poder reaccionar a lo que acababa de pasar, pero cuando lo hizo se ruborizó y sonrió.
– Sabes qué mejor vamos a la pista te enseñará como patinar sobre hielo– El rubio la despeinó con sumo cuidado, para después salir hacía la gran pista que los esperaba.
Una vez que llegaron Yeonjin se sorprendió demasiado, porque en su vida había estado en lugar como ese, tan mágico y especial para el mayor, nunca antes había estado sobre hielo, estaba encantado por todo lo que veía.
Sin darse cuenta ya se encontraban sobre el hielo, ella apoyándose en una de las esquinas de la pista para no caer y Sunghoon patinando alegremente con emoción de poder volver a sus inicios, la menor podía ver la emoción y el sentimiento del mayor, parecía un niño pequeño emocionado por tener un nuevo juguete, el verlo así la hizo sonreír torpemente y empezó a alentarlo.
– ¡Vamos si se puede!, ¡Lo haces genial Hoon!– Animaba la menor desde la esquina con una gran sonrisa.
Park río ante las acciones de la más pequeña y frenó, para luego voltear a su dirección y ir a dónde ella estaba con una sonrisa eufórica.
Shin se distrajo por un momento y termino exaltandose cuando sintió cómo unos brazos la rodeaban por detrás en un choque a velocidad, era Sunghoon.
