In Love with an Idol?- P. Sh.

Cap 8

Entre risas los dos jóvenes en busca de el amor callejón al frío suelo de hielo, a pesar de esto no dejaban de estar en su propia burbuja, en su propio mundo, no le importaba nada más que ellos en estos momentos.

Lo estaban disfrutando demasiado.

–Ya!!, ¡Hoonnie-ah!– Yeonjin exclamó sin poder dejar de reír, pues ahora Sunghoon se había propuesto a hacerle cosquillas a forma de juego.

Sunghoon a pesar de las quejas de la menor no paró de hacerle cosquillas, el sonreía con diversión al ver cómo Shin se removía en el suelo, sin duda este era uno de los mejores momentos que habían pasado juntos.

Pasaron así unos cuantos minutos más, hasta que los dos se casanron de tanto reír, sin embargo, nadie podía quitar esa sonrisa que tenían en su rostro, aunque no se habían percatado de la posición en la que se encontraban.

Sunghoon estaba arriba de Yeonjin, mientras que ella estaba recostada en el hielo, de pronto sus ojos volvieron a encontrarse, logrando que después de unos segundos los dos reacionarán y analizarán la situación.

Cuando lo hicieron inmediatamente se ruborizaron y se levantaron algo avergonzados, en estos momentos no podían mirarse a los ojos.

Y entonces se quedaron en silencio, pero incómodo, era todo lo contrario, sin embargo, está era su primera cita así que sin previo aviso Park tomo la mano de Yeon y avanzó por toda pista.

Shin a cada paso que daba perdía el equilibrio, dando tropezones en cada uno de ellos. Sunghoon lo vió tierno por lo que soltó una pequeña risa, causando que la menor lo mirara de manera fulminante.

– ¡Oye!, ¡No te burles Park! Yo no soy como tú un gran patinador artístico que tiene mucho talento– Yeon se cruzó de brazos soltando la mano de Sunghoon, haciendo que empezará a tambalear hacía atrás y adelante.

– Si, eso veo Shin– Sunghoon sonrió con burla mientras empezaba avanzar a su dirección, en cuanto llegó le ofreció sus manos, para que se sujetará de el.

Sin embargo, la menor no captó la intención del mayor al principio.

Sunghoon suspiró negando, sin quitar su sonrisa.

– Vamos tienes que tomarme de las mano si no te quieres caer Yeon.

Y la menor asintió comprendiendo, rápidamente sostuvo las manos del mayor antes de caer de nuevo.

– Tu solo sigue lo que te indique, ¿sí?– Sunghoon indicó empezando a moverse, la pelinegra con temor a caer acepto rápidamente, empezando a aferrarse a él rubio.

Empezaron a avanzar lentamente, la pelinegra seguía todo lo que Park le indicaba, mientras esté se encargaba de sostenerla fuertemente mientras avanzaban.

– Primero mírame a los ojos– Indicó y Yeon lo hiso– No tengas miedo, ¿Ok? Solo confía en mí.

Sunghoon suspiró aliviado al ver que la menor solo aceptaba todo lo que le decía, su preocupación por qué se asutara fue disminuyendo.

– Primero desliza ligeramente el pie derecho a delante y luego el izquierdo, no te caerás, yo te sostendré y evitaré que te caigas.

Yeonjin un poco dudosa acato lo ordenado por Hoon.

Con temor empezó a avanzar cuidadosamente, hasta que agarro confianza y empezó a hacerlo más confiada.

Los minutos pasaron y Sunghoon ya le había enseñado lo básico a la pelinegra, la cual aprendió inmediatamente causando orgullo en el mayor.  Yeon se sentía libre y feliz al lado de Sunghoon, se emocionaba por poder estar en el hielo patinando tomados de la mano junto a él, no sabía por qué, pero en tan poco tiempo Sunghoon se había ganado un lugar en su corazón.

– ¡Lo estoy logrando! ¡Hoon mirá!

Con emoción Yeon empezó a soltar las manos de Sunghoon, haciendo que este la mirara con precaución.

Al ver cómo lo estaba logrando, se pudo permitir sonreír, estaba tan orgulloso de que Yeonjin había aprendido a patinar sobre el hielo con su ayuda, sin temor alguno.

– ¡Lo haces muy bien Yeon!– Respondió desde una distancia un poco larga, pues la menor había comenzado a deslizarse por al rededor de toda la pista– ¡Estoy orgulloso de ti!

Shin sonrió más que contenta, estaba logrando algo que nunca pensó hacer y lo mejor aún con Sunghoon, ese extraño chico que la mirara raro desde el primer día en que llegaron a Jeju.

Nunca en su vida se había sentido tan especial.

Quería gritar de alegría por esto.