Solo un minuto

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Di varias respiraciones rápidas intentando recomponer la compostura sin soltar el agarre que le tenía al manillar de la puerta.

-Claire, esta en la universidad no en Raccoon City- susurre antes de abrir la puerta notando que no había nadie en el lugar, extrañado cerré la puerta caminando hacia mi escritorio dejando el portafolios en la mesa notando dos posit que habían en la pantalla del ordenador, cogí el azul para ver que decía

"Hey Chris, Barry y yo nos hemos tenido que ir a ver el piso de los cuerpos que viste en la Morgue.
Ten cuidado, por lo visto el jefe está enfadado.
Besos
Jill"

Negue con una pequeña sonrisa dejando el posit en la mesa para coger el que era de color amarillo

"Las llaves del departamento están en mi mesa cógelas.
No iré esta noche a dormir."

Trague saliva arrugando el posit para guardarlo en mi bolsillo derecho
-Solo esta molesto, no es nada raro- susurre pasando mis manos por mi cara -Aún esta contigo y se puede arreglar las cosas- murmure abriendo los ojos para centrarme en el trabajo.

Me separe del ordenador recibir un correo del Forense descubriendo en el proceso que se apellidaba Weber.
-Que apellido más interesante- murmure levantándome al oír pequeños toques en la puerta
-Voy un minuto- camine hacia la puerta para abrirla dejando ver al Sr Weber delante mía con ropa de calle y no la usual bata que lleva cuando nos vemos

-Buenas tardes, Redfield venía a dejarte el documento del otro cuerpo- abrió el maletín que tenía en sus manos para sacar un portafolio color café

-Buenas tardes, sr Weber- sonreí mirando de reojo el reloj de la pared viendo que era ya entrada en la tarde

-Recomiendo leerlo si aún no has comido nada aun- me dio una sonrisa leve

Cogí el portafolio con una sonrisa mientras asentía -Pues lo haré ahora ya que aún no he comido- murmure abriendo la carpeta

-Disfrute de su tarde entonces- comentó cerrando el maletín -Espero no ver nos mañana-

-Espero lo mismo- comenté mientras lo veía irse, cerré la puerta mientras miraba lo que había pasado a la víctima, con fuerza cerré el portafolios en el mismo momento que finalice de leer el primer párrafo

-Dios, ya es horrible y no lo he terminado- lo lancé contra mi mesa caminando unos pasos a la máquina de café que había en el lugar

-19 años, solo 19 y... Dios- murmure echando dos de azúcar a la vaso de plástico

-Concentración Chris, solo un poco más para irte a ca...- negué antes de beber un poco del café -Ir a comer algo y volver mañana a por mas- murmure caminando hacia mi mesa para cumplir lo que dije

Suspire varias veces sentándome para abrir el folder, retomando la lectura desde donde lo había dejado antes, cerrando los ojos con fuerza ante cada hueso roto o parte del cuerpo que ya no estaba unida al cuerpo del chico

-Un minuto solo un minuto- susurre separándome del folder al terminar de leer -Solo necesito un minuto- me separe lentamente al mismo tiempo que pasaba mis dedos por mi pelo -Por que esto es tan complicado- susurre cerrando el folder antes de ir al despacho de Albert a por la llave que estaban en la mesa

-No que estaban en la mesa Al- murmure molesto cerrando detrás de mi para buscar las llaves en la dichosa mesa.
Removí cada papel, carpeta, lapicero y folio sin encontrar la llave que se suponía que debían estar 

-Dichosa llave- apoye mi cabeza en la silla de cuero intentando que mi mente no divagara hacia cierto rubio quitando su camisa en esta misma habitación.
-No puedo ir por ese lugar- murmure apoyando mis manos en los reposabrazos de cuero
-Esta silla es muy cómoda- susurre indignado sentándome  intentando dirigir mis pensamientos fuera del cuerpo de mi alma gemela.

-Pensamientos puros pensamientos puros- murmure volviendo a buscar la llave sobre la mesa y no lo que quería que me hicieran en ella -Esto está yendo muy mal y solo busco una llave- murmure empezando a notar un poco más apretado la zona delantera

-Soy un salido- mire mis pantalones -Debería pensar en solucionar las cosas y no en como joder con el en esta mesa- murmure molesto conmigo mismo -y donde diablos puso la puta llave- me levante de la silla exasperado.

Lo que no esperaba era ver como uno de los cajones de la mesa se abría por haber movido rápido la silla hacia detrás
-Pero que...- mire desorientado el cajón, notando las carpetas blancas con un logo blanco y rojo con el nombre en negro debajo pero no se podía leer bien ya que había un pendrive y una libreta de cuero marrón tapándolo. Curioso me puse de rodillas para mirar mejor dentro moviendo un poco los objetos que tapaban el nombre
-¿Umbrella?, ¿Cómo el paraguas?- cogí la libreta para mirar que había dentro pero entrando en razón en el último minuto, guardando todo en su sitio ya que lo que quería era solucionar las cosas con el no que se enfadara más conmigo por mirar en sus cosas secretas -Como es que encuentro esto pero no unas llaves- gruñí molesto moviendo la silla a su posición anterior notando que al mismo tiempo se cerraba el cajón
-Yo quiero uno de esos- murmure sin dejar de mirar el cajón sin percatarme de que alguien había entrado a la habitación

-¿Qué haces aquí?-dijo alguien molesto detrás de mi

-Busco una llave- me gire para ver al rubio con los brazos cruzados y con una cara de pocos amigos, como nuestras primeras palabras después de discutir son el inicio de otra discusión

-Cógelas y vete- lo vi acercarse de manera agresiva

-No están, llevó rato buscándolas- metí mi mano en el bolsillo -Deberías dejar las cosas donde dices que van a estar- señale molesto mostrando el posit.

Mire hacia arriba cuando se detuvo delante mi acorralándome un poco más contra el escritorio casi sentándome encima de el

-Sí, ves que no están márchate-

-Pero dijiste-

-Te marchas- gruñó aún más molesto -Toma las llave- empujó las llave en mi pecho -Y márchate de mi despacho- ordenó separándose, dejando un hueco para que saliera

-Al- lo llame sin moverme intentado tocar su brazo

-Que te marches ya, Redfield- señaló la puerta alejándose de mi toque

-Pero...-

-Márchate- relamí mis labios agarrando con fuerza las llaves -AHORA- grito haciendo que por instinto me moviera fuera de la habitación sin escuchar como se abría algo en la habitación a la vez que se cerraba con fuerza la puerta por donde salí.

Las palabras que no se venDonde viven las historias. Descúbrelo ahora