Presentaciones

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Murmuraba palabras sin sentido una vez que salí del despacho de mi jefe. Sin dar me cuenta que mi mejor amigo me estaba hablando hasta que sentí como colocaba su brazo derecho por mis hombros

-Mmmm, Por la forma en la que estas voy a decir que no te dieron el trabajo- dijo el castaño a su amigo

-Claro que me dieron el trabajo no soy tu- respondí algo molesto el castaño

-Wow, cuanto cariño hay ahí- dijo una joven que se acercaba a ellos

-No nos presentas o lo tendremos que investigar- dijo otro joven poniéndose al lado de la chica con una sonrisa

- Si, claro pero cuando aparezca Joseph- dijo su amigo a los chicos que estaban enfrente nuestra

-Ya estoy aquí- dijo una voz entre jadeos entrando al lugar, parecía que había corrido pero la marca que había en su cuello indicaba todo lo contrario dejando en claro que estaba haciendo antes de llegar, que no paso por desapercibido por los presentes

-Bueno ya que nuestro querido Joseph se dignó a dejar a su amante misterioso podemos empezar las presentaciones- esas palabras provocaron el sonrojo del chico y las risas de los otros

-Yo soy Jill Valentine- dijo con una sonrisa y ofreciendo su mano

-Un gusto yo soy Chris Redfield- respondió estrechando su mano

-Bueno yo soy Brad Vickers y el tomate andante es Joseph Frost- dijo mientras señalaba a su compañero para luego señalar la puerta -Y el que esta ahí dentro es Albert Wesker- al escuchar su nombre hizo que recordaras lo que había pasado en aquella habitación provocando un leve sonrojo, volviendo a la normalidad al recordar también lo que dijo al final

-Y bueno este es el grupo Alpha, y ahora si me acompañas te enseñaré el grupo Bravo- dijo Barry con una pequeña sonrisa

-Oh cierto el grupo Bravo acaba de salir a investigar así que no volverán hasta mas tarde- dijo Joseph desde su mesa rellenando algún informe suelto

-Pues habrá que espera Chris- dijo Barry con un tono triste pero con una gran sonrisa

-Pues vamos, ¿hacer algo o ...?- pregunte a los chicos

-Ellos no pueden, tienen que entregar informes retrasados- respondió una voz profunda detrás de el -Pero si quieres te acompaño yo- volvió a decir aquella voz a la vez que ponía su mano en mi hombro derecho, provocando un leve temblor recorrer todo mi cuerpo

-Claro, seria un placer- murmure con una pequeña sonrisa

-Bien, por aquí- comento el rubio mientras se dirigía hacia la puerta para ir rumbo al gimnasio.

Las palabras que no se venDonde viven las historias. Descúbrelo ahora