Presentaciones 2

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Los besos que compartíamos habían echó que el tiempo en el lugar de tiro corriera más lento de lo que suponía que debía ser aunque no llegó a nada por la pequeña intromisión de Barry. Menos mal que el rubio había escuchado a su empleado acercarse dándoles así tiempo para arreglar sus ropas volviendo aparentar que estaba practicando tiro, pero lo que no había notado es que la venda de mi brazo se había soltado y estaba cayendo al suelo siendo recogida en el momento por el rubio a la vez que Barry abría la puerta.

-¿Que están haciendo?- preguntó extrañado ya que no se había oído los disparos desde a fuera

-No sabia que tenia que darte explicaciones Burton- se quito los tapones de los oídos -Les dejo, tengo una reunión con Irons sobre una nueva misión- hablo mientras salía de las instalaciones

-Bueno... Entonces que sucedió- señalo a su brazo casi vendado antes de cruzar sus brazos por encima de su pecho.


-Por lo visto puse algo mal en la venda y cuando empecé a disparar con el arma se desato él la recogió y me la dio- suspiro mientras colocaba el vendaje bien -No ha pasado nada mas y que me venias a decir tu, que se te veía feliz- mencione mientras intentaba quitar asunto a lo que había pasado en es la habitación

-Pues que el equipo Bravo acaba de llegar y quería presentártelos- lo oí mientras colocaba las cosas en su sitio

-Pues vamos-

Salieron rumbo a la oficina s.t.a.r.s donde se podía apreciar el exceso de ruido dentro de la habitación y el porque estaba tan alejado del resto de departamentos. Al abrir la puerta reconoció algunas de las personas que estaban en el lugar el primero en percatarse de nuestra presencia fue un hombre alto y muy bien desarrollado en musculatura y de cabello negro que lucia un mostacho. Se acerco a nosotros con una sonrisa en la cara y extendiendo su mana hacia mi mientras decía

-Me llamo en Enrico Marini, un placer conocerlo señor Redfield- correspondí a su apretón mientras pronunciaba

-El placer es todo mío Sr Marini- mientras eso transcurría mas personas se acercaba hacia donde estábamos

-Hola me llamo Kenneth Sullivan y el joven que esta a mi lado Richard Aiken- sonreí a mi nuevos compañeros antes de oír como a alguien le arrojaban agua encima, todo nos volvimos para ver a Jill sostener un bazo de agua por encima de la cabeza de un joven pelinegro que llevaba gafas de aviador ante eso solo pudimos reír entre risas descubrí que se llamaba Kevin Dooley. Después de eso el grupito que estaba a mi alrededor se separo dejándome solo con Barry en la entrada de la sala sentí una mirada en mi cuello haciéndome girar enseguida hacia donde creía que venia la mirada dándome de bruces con un joven rubio y de ojos verdes que no aparta su mirada de mi ante eso toque el brazo de Barry para preguntarle quien era ese chico, que no dejaba de mirarme

-A ese... Mmm ese es Edward Dewey, ten cuidado creo que te tiene fichado- susurro lo último antes de volver su mirada hacia Marini sentí un escalofrió recorrer mi cuerpo girándome para ver lo que veía mi amigo

-Bueno creo que si lo dejaras de mirar tanto y hablaras con el estarías mucho mejor Barry- pronuncie mis palabras acompañada con un leve golpe en la espada sacándole un sonrojo a mi amigo

-Y..Yo no lo miro tanto- empezó a murmurar mientras baja su tono de voz un poco a poco se notaba que había algo mas que no podía preguntar aquí así que lo deje por ahora mientras buscaba un tema de conversación para quitarle el color rojo intenso de la cara, recorrí la sala con los ojos antes de ver a Joseph hablando con alguien que estaba provocando leves sonrojos en su cara

-Barry creo que no me has dicho quién es el- señale al joven para dejar claro a quien me refería

-A ese es Forest Speyer, es la alma gemela de Joseph- pronunció mientras volvía poco a poco a sus color natural

-Sabes que me vas a tener que contar sobre lo de antes amigo- susurre antes de volver a darle otro golpe en la espalda volviendo a casar su sonrojo acompañado de un pequeño asentimiento de su parte ante lo cual solo pude reír. Pero la risa acabo cuando Albert entro por la puerta algo molesto y empezó a dar indicaciones a los presentes

Las palabras que no se venDonde viven las historias. Descúbrelo ahora