No podemos

336 33 1
                                    

Cerré los ojos nada mas sentir los labios de mi nuevo jefe o alma gemela ya no sabia lo que habia entre nosotros.
Sus manos estaban en mis cinturas cuando empecé a tamblar al sentir su recorrido hacia las vendas que llevaba en mi brazo, que con movimientos hábiles había quidato en segundos tambien separó sus labios de los mios para luego posarlos en mi brazo justo donde las palabras ya no eran negras si no un azul intenso tampoco dolian y escocian si no que daban calor y confor, abrí los ojos cuando sus labios recorrieron cada palabra que habia escrita en mi piel dejando ese rastro humedo y excitante a la vez. Levantó la mirada una vez echó su recorrido dejando que esos ojos azules penetraran en los mios provocando que mordiera más fuerte mi labio para no gemir recibiendo una sonrisa por su parte, algo escitado y dudoso llevé mi mano a la venda que tenia en su clavícula, pero antes de quitarlas sentí algo de temor y duda por lo que pregunte -¿Puedo quitar las?- a lo cual el asintió llevando una de sus manos a mi cachete izquierdo para tocarlo dulcemente con su dedo anular, ante eso mis dudas se fueron y quite las vendas.
Me sorprendí al ver su marca nunca habia visto algo así, su marca estaba llena de quemaduras y cicatrices que se habían vuelto azul en alguna parte de eso se podía apreciar alguna que otra palabra o letra suelta de su frase algo dudoso y temeroso bajo su atenta mirada azul pase mis dedos esperando que sintira lo mismo que el me habia echo sentir hace unos minutos, algo mas valiente acerqué mis labios hacia ese lugar pero me de tuve al ver como se tensaba un poco a lo cual, levante mi mirada recibiendo un asentimiento a mi pregunta sin formular acercando mis labios a su clavícula dejando besos y lamidas a cada rastro que mis labios pasaban por ese lugar.
Me separe de él después de un rato saboreando ese lugar como el habia echo minutos antes, beso mis labios antes de alejarse y ir a donde habia dejado sus pertenencias, ante lo cuál yo recogí la venda que estaba en el suelo para cubrir mis palabras.
Después de unos minutos disfrutando como se preparaba lo oi decir algo que me dejo helado en el sitio
-Señor, podría repetir- dije algo temero de que fueran verdad las palabras que habia escuchado, con todo mi corazón rezaba para que no fueran ciertas pero su respuesta dejo muy claro que lo que habia dicho era enserio
-Pero se...- intente replicar, pero no me dejó hablar tras volver a decir -Nada de peros Redfield, no podemos estar juntos y se acabo la discusión- pronunció mientras se colocaba las gafas negras en sus bellos ojos
-Con todo el respeto señor, pero no me voy a rendir tra a ver encontrado a mi alma gemela, llevo mucho tiempo buscando para que ahora ella me diga que no podemos estar juntos asi que voy a luchar para conseguir estar contigo- dijo algo molesto saliendo del despacho de el jefe sin oir el murmullo que habia dicho el rubio -espero que asi sea Christopher-

Las palabras que no se venDonde viven las historias. Descúbrelo ahora