La noche

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Regresar de las autopsias y no ver a nadie fue algo raro, pero al recordar los encargos de el rubio que me acompañaba, me saco de cualquier pensamiento raro

-Bueno, Redfield mire en todos los periódicos algún indicio de nuestro asesino- mando mientras se dirigía a su oficina

-Si señor- respondí mientras mientras me sentaba en mi lugar a revisar los periódicos por si había algún indicio de nuestro sospechoso, dos horas mas tarde de haber revisado casi todos los periódicos de la zona local y haber tomado como dos o tres tazas de café en sima me puse a pensar que mi mejor amigo me iba a dar alojamiento mientras buscabas un lugar para pasar el resto de las noches fue una pequeña ilusión al recordar que tenia dos niñas pequeñas, las cuales me utilizaban como caballo por culpa de mi amor por los niños, lo cual tuve que descartar, tampoco podía pedirle a mis otros compañeros alojamiento por una noche por que no los conocía y no teníamos una gran confianza, así que lo única opción que me quedaba era mi alma gemela, con paso decidido me embarque hacia su puerta, dando dos leves toques antes de escuchar un adelante por su parte. Al abrir la puerta y ver a mi jefe sin gafas y pasar sus dedos por su pelo rubio sedoso hizo que me olvidara el por que había entrado en un principio

-Redfield, ¿Por que esta aquí?- dijo mientras se volvía a colocar las gafas y sacándome del trance en el que estaba

-Recuerda que antes estaba preocupado por donde iba a pasar la noche-dije mientras cerraba la puerta y me apoyaba levente en ella

-Si me acuerdo-indico mientras se levantaba de su silla

-Pues vera....es que ....bueno...-tartamudee mientras jugaba con la venda de mi brazo

-No tienes lugar para dormir-sentencio el al ver mi nerviosismo

-No-respondí con la cabeza baja, escuche un suspiro por su parte antes de sentir unas mano cálida en mi barbilla para que la subiera y pudiera ver lo

-Pues vendrás conmigo esta noche- informo antes de unir nuestras bocas en un beso apasionado, que solo nos separo la falta de aire, jade por aire una vez mis labios fueron liberados mientras veía como su lengua recoria sus labios sonrojando me ante eso

-Debería volver al trabajo- pronuncie mientras intentaba separme de el -Cierto- dijo mientras volvía a su lugar

-Hasta después- murmure antes de salir y volver a mi puesto

veinte minutos después de haber hablado con su jefe empezaron a llegar sus compañeros de trabajo según se habían ido

-Hey, Chris una hora mas y ya podremos irnos a casa- comento la joven mientras se sentaba enfrente mio

-Si- respondi con una sonrisa para luego levantarme y ir a la mesa de mi mejor amigo

-No voy a ir a tu casa- dije mientras me apoyaba en la mesa con una sonrisa de lado

-¿Por que?-preguntó dudoso y algo triste

-Tus hijas- brome antes de sentarme en el borde de la mesa y jugar con el lápiz que había en la mesa

-Y tienes donde ir-cuestionó el castaño, mientras me quitaba el lápiz para el escribir algo

-Si- le informé mientras volvia a mi mesa para seguir trabajando.

-Por fin- grito uno de los chicos, mientras los demas nos reíamos al mismo tiempo que recogiamos las cosas para marcharnos. Los primeros en irse fueron Joseph y Brad, para luego irse Jill corriendo por que llegaba tarde a un lugar y por último Barry dándome suerte en el lugar donde fuera a dormir a lo cual suspire

-Si supieras donde voy a dormir- rei mientras iba a la oficina de mi jefe, di unos leves toques en la puerta antes de entrar

-Señor...- quede mudo cuando abri la puerta, Wesker estaba sin camisa mientras se curaba la marca pero lo que me hizo deter cualquier pensamiento racional fueron esos boxer negros que se sobresalian de sus pantalones abierto

-No le enseñaron a llamar- indicó mientras se volvía a color la camisa y los pantalones, haciendo que volviera en si

-Si, lo siento señor-tartamude con un gran sonrojo por lo visto

-Marchemonos entonces- rio mientras ponia una mano en mi hombro y me llevaba a los aparcamientos del lugar

-Bueno, que te parece tu primer dia- cuestionó mientras sacaba las llaves de un Mercedes

-Pues muy bien- sonrei mientras recorría su cuerpo con la mirada

-Déjame- dijo mientras me quitaba la mochila para guardarla en el maletero del Mercede, se la di mientras me colocaba en el asiento del copitolo

-Preparado- dijo el ribio mientras entraba al coche

-Para que señor- balbuce mientras lo miraba

-Para una noche inolvidables-

Las palabras que no se venDonde viven las historias. Descúbrelo ahora