Narcisos.

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⚠️Esta historia se desarrolla en un mundo fantástico ambientado en la época feudal de Japón inspirado en el manga "Naruto" del mangaka Masashi Kishimoto. Los personajes son propiedad de su autor y pueden presentar cambios de personalidad a conveniencia de la trama ⚠️

Sentía el cristal de la copa, el relieve por las decoraciones con perlas y el líquido maldito dentro de la misma comenzaba a pesarle en su mano. Miró a todas las chicas a lo largo de la mesa antes de levantarse de su asiento con el objeto en su mano. Tenía que dar el discurso por brindis para felicitarlas a todas y aprovecharía para anunciar que todas serían acreedoras a su brazalete.

—Estamos por llegar al final de esta tarde, quiero que todas sepan que estoy segura de que todas tendrán su brazalete cuando el sol se oculte detrás de las montañas a mis espaldas. Ha sido una experiencia maravillosa, espero que sientan lo mismo— Todas las chicas del lugar aplaudieron moderadamente cuando Hinata termino de hablar. La princesa alzó la copa hacia delante a la altura de su cara con unos centímetros de diferencia para que todas la imitaran.
—Este es el vino más famoso del país, en el momento en que la primera gota pase por sus gargantas, entonces serán oficialmente damas de la alta sociedad. Salud— Finalizó para que todas bebieran al mismo tiempo, incluso Hinata.

Sasuke intentó empujar la copa antes de que esta tocara los labios de la princesa, pero Hinata quien aún podía verlo, se lo impidió esquivando la mano de la parca y bebiendo una gran parte del contenido de una sola vez. El líquido quemó su garganta y cuando se deglutió hizo que la pelinegra comenzara a marearse. Ver a su hermana tan rara alarmo a Hanabi y también a Karin, la pelirroja tomó del hombro a su cuñada con la intención de preguntarle si estaba bien, pero en ese instante Hinata desfalleció en el césped del jardín frente a las miradas atónitas de todas.

Karin trató de amortiguar su golpe bastante preocupada, Hanabi por su parte gritó para que los caballeros cercanos la escucharan y trajeran a todas las personas posibles para que pudieran socorrer a su hermana. La parca miraba con sus ojos rojos el cuerpo de Hinata, una cuenta regresiva marcaba media hora. Sus ojos rojos también llamados "Sharingan" eran una herencia ocular con la cual podría ver el tiempo restante de vida en humanos moribundos. Se quedó estático unos segundos, ahora debía cuidar el cuerpo para que ninguna otra parca intentara llevarse el alma de Hinata.

La extranjera Tenten abanicaba el rostro de la princesa con la intención de llevar más oxígeno al cerebro de la princesa y aguantara hasta que vinieran en su ayuda. Cinco minutos fueron necesarios para que los caballeros, sirvientas e incluso la madre consorte llegara en auxilio de la inconsciente. Los caballeros la cargaron cuidadosamente, poniéndola sobre una camilla que sacaron de la bodega del área de entrenamiento para caballeros que por suerte quedaba de paso al palacio de plata.

—Díganos a dónde llevarla, Lady Eshima— le hablaron a la concubina que estaba medio paralizada del miedo al ver a la que consideraba a su hija en ese estado.
—Llévenla a la habitación principal de este palacio, el resto de caballeros, ¡No permitan que nadie salga ni entre, con excepción del médico imperial!— Les grito a todos observando como Hinata era llevada dentro del lugar.
—Hanabi, ¿Qué le paso a Hinata?— se apresuró a preguntar.
—No lo sé, luego de hacer el brindis se desfalleció sola— le contó bastante exaltada.
—Es verdad Lady Eshima, luego de beber el vino la vimos tambalearse hasta que se desmayó— Tomó de la copa de perlas que estaba en el suelo. Eshima buscó con la mirada encontrando la copa tirada con el líquido derramado por la tierra. Agarró una servilleta de la mesa y la recogió con sumo cuidado, una pequeña cantidad aún sobraba en su interior y al olerla lo supo. Ese vino tenía otra cosa y si era lo que ella creía, podía saber quién estaba detrás.
—Llamen inmediatamente al médico imperial encargado del área de toxicología, el joven Aburame. Anko, acércate— Dos caballeros fueron en búsqueda del médico que solicito y una mujer de cabellos morados se acercó a Eshima. Anko era una de sus damas de compañía, pero también su guardaespaldas, por lo que le tenía absoluta confianza.
—Ordene mi señora— Le dijo cuando estuvo a su lado.
—Lleva esta copa y el contenido al brujo imperial Orochimaru, no quiero que nadie sepa que la llevaste con él— le susurro a la oreja de la contraria, ella asintió y se fue del lugar rápidamente.

La dama i la mort || SasuHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora