La dama i la mort || SasuHina

Resentimiento.

⚠️Esta historia se desarrolla en un mundo fantástico ambientado en la época feudal de Japón inspirado en el manga "Naruto" del mangaka Masashi Kishimoto. Los personajes son propiedad de su autor y pueden presentar cambios de personalidad a conveniencia de la trama ⚠️.

Tenten visitó a la princesa siguiendo la nueva rutina iniciada hace pocos días, ella y Hinata disfrutaban mucho de la compañía de la otra. Era como si se conocieran desde niñas, la castaña no solía tener demasiadas amistades femeninas en su país natal, debido a que en su cultura las damas estaban en constante competencia por ver quien era mejor que la otra y solían desenvolverse en amistades masculinas mucho más relajadas.

La princesa aceptó con gusto el bordado de su amiga extranjera, un lindo pañuelo con un bordado de lo que parecía ser un lirio blanco. El bordado no se hizo porque fuera uno de los patrones iniciales para aprender, Tenten lo había elegido por el significado <Inocencia y belleza> que para ella describían a Hinata. Ambas señoritas ahora se encontraban en el campo de entrenamiento de la guardia real, que estaba actualmente desocupado.

Sasuke las veía calentar desde la comodidad de su asiento en el pasto bajo un árbol cercano al lugar donde ellas estaban, algo sorprendido por ver a la princesa en ropa de batalla que resaltaba por demás sus curvas que con esas pesadas telas unas sobre otras era casi imposible percibir. Poco después Tenten pidió a Hinata que le explicara lo que sabía, para no tener que iniciar todo desde el comienzo La princesa le explicó que sabía el arte marcial del país algo de lo que Tenten era ignorante hasta cierto punto.

Omitieron entonces el taijutsu saltando directamente al manejo de armas, el cual fue un rotundo fracaso para la princesa. Verla fallar, caerse, pero volviendo a levantarse para intentarlo una vez más le atrajo a la muerte. Era una mujer perseverante y valiente, se requería de mucha convicción para retomar algo que dejo de hacer hace mucho tiempo. El entrenamiento duró cerca de una hora hasta que las sirvientas vinieron en búsqueda de la princesa para llevarla con la concubina Estima a tomar sus lecciones de etiqueta, como ellas lo habían llamado. La pelinegra estaba bastante dolorida por los golpes recibidos por Tenten, su amiga, sí que tenía la mano pesada.

Antes de ir con Eshima pidió que le prepararan el baño para estar presentable y entonces se despidió de Tenten, quien se marchó a su residencia despidiéndose, para dejar a la princesa atender sus asuntos con su madrastra. Las sirvientas corrieron a prepararlo y la castaña se fue del lugar dejando solos a la princesa y la muerte.

—Este fue un entrenamiento desastroso...— dijo Hinata sabiendo que Sasuke estaría detrás de ella, seguramente con algo para decir. 
 —No lo voy a negar, pero tienes varios años sin practicar y las artes marciales requieren constancia para aprenderse bien. Incluso el mejor guerrero del ejército imperial de tu padre debe entrenar todos los días para mantener un estatus— le comentó el azabache para que no se sintiera tan mal, Hinata tenía perseverancia y eso ya era un gran empujón para seguir avanzando. 
—¿Cómo es que sabes tanto de guerra?— preguntó la princesa a la muerte mientras soltaba el moño alto en que su cabello largo estaba atado para impedir que fuera una distracción en el entrenamiento.
—Los demonios nos encontramos en guerra constante con el reino celestial de los ángeles y arcángeles, siempre debemos estar listos para una pelea. Por algo nacemos con dones oculares, como tu Byakugan— le explicó con paciencia, a lo que Hinata medito un momento sus palabras y volteó a verlo con cierta incredulidad.
—¿Mi Byakugan es un don ocular para la guerra?— Sasuke la volteó a ver sorprendido, se supone que Daichi Hyuga lo uso como tal y ella debería saberlo. 
—Al activar el Byakugan eres capaz de ver los puntos de energía vital de tu oponente para poder atacarlos y bloquearlos. Esto hará que su desempeño se rebaje y, por lo tanto, tomes ventaja, creí que lo sabías— y no era una mentira, todo este tiempo creyó que los descendientes de ese hombre lo tendrían presente.
—Existen leyendas al respecto, pero jamás vi a nadie utilizar el supuesto poder de los ojos blancos, estoy segura de que mi padre ni siquiera las recuerda— si los Hyuga actuales no conocían de su poder militar, eso quería decir que entonces era cierto que eran hábiles en batalla.
—Será mejor que regreses pronto para que estés lista y tomes las lecciones con la concubina Eshima, te explicaré todo más adelante— fue la única respuesta que Sasuke pudo darle antes de comenzar a caminar rumbo al palacio imperial con Hinata siguiéndolo bastante intrigada por todo lo que desconocía de su propio poder.