Consideración.

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⚠️Esta historia se desarrolla en un mundo fantástico ambientado en la época feudal de Japón inspirado en el manga "Naruto" del mangaka Masashi Kishimoto. Los personajes son propiedad de su autor y pueden presentar cambios de personalidad a conveniencia de la trama ⚠️.


La madre Eva y madre Lilith alistaban la decoración del palacio en las tierras de la lujuria, ex reino de Ashura. A Lilith le daba especial nostalgia estar decorando el que alguna vez fue el hogar de su único hijo varón y eso lo notaban todas las sirvientas presentes que estaban ayudándolas con la decoración.

Lilith era muy diferente a su "hermana" Eva, su tono de piel era acanelado, más alta, rasgos fuertes, cabellos rebeldes oscuros, figura delgada que no relucía por sus curvas superiores, sino por las inferiores. Para muchos no era una mujer tan atractiva, pero sí que era seductora y si eres seductora en el lugar correcto tienes al mundo en tus manos. Ella era la viva prueba de ello al estar al borde del mar rojo cuando Hamura la observo y se enamoró casi a primera vista. Ambas esposas de los jefes del infierno lucían vestidos para la ocasión, negros, como el nombre que llevaba el grupo de las esposas de demonios. Al acabar con los preparativos, un joven de cabellos negros entro vestido con su atuendo más ideal para la ocasión.

—Sasuke, me alegra verte aquí— dijo Lilith apenas escucho los pasos, era muy perceptiva. Sasuke sabía esto y por eso cuando ella estaba presente no tenía la necesidad de anunciar su llegada. A veces le agradaba, a veces no, sobre todo cuando era un niño y quería pasar desapercibido en las cenas familiares.
 —Es un placer poder verla antes de que vaya con las novias para prepararlas, reina del inframundo— era una vieja tradición del inframundo que la madre del novio ayudara a la prometida bañándola en hierbas especiales para que su matrimonio tuviera suerte. Eva dejó de hacer lo que estaba haciendo para unirse a ellos. Aunque a falta de la madre de Obito e Itachi ellas debían encargarse. Esperó mucho para ver a su nieto otra vez, aunque solo hubiese pasado un día desde la ocasión en que se vieron.
—No me hables así niño, somos familia. La reina del infierno no va a molestarse porque no le hablas con respeto— le sonrió, para acto seguido acariciar su mejilla de manera cariñosa.
—Escucha a la demonio madre, Sasuke. Si ella te lo permite, hazlo— le sugirió su abuela—Debemos ir a encargarnos de las mujeres de tus hermanos, así que por favor quédate aquí. Ellos no deben tardar y no queremos que vayan a entrar a las habitaciones, sobre todo Obito. Es un dolor de cabeza, se parece a tu padre— finalizó Lilith riendo para ir al lugar donde la futura esposa de Itachi la esperaba.
—Claro, les deseo suerte— se quedó únicamente con su abuela mientras los tacones de la otra mujer sonaban contra el suelo.
—No puedo esperar a organizar todo esto para ti, anoche Hagoromo me hablo de la princesa heredera. Suena como una chica dulce, será liberador convivir con alguien distinta. Lilith, Akiko y Ariel se parecen mucho— bromeo un poco Eva, pero paro cuando su nieto no dio señales de que estaba con humor para bromear.
—¿Hay algún problema con ella?— le pregunto bastante preocupada, si tenía contratiempos no le iba a gustar para nada a Hamura y Hagoromo.
—No es eso, creo que hay un progreso, solo no sé exactamente como avanzar de ahora en adelante— le fue sincero, si confiaba en una mujer era en su abuela que fue humana por mucho más tiempo que Lilith. Ella seguro tenía una respuesta.
—Por lo que he oído es una princesa tradicional, estoy segura de que tu honor y porte son suficientes para avanzar sin titubear. Demuestra que eres no solo el líder de las parcas, sino un ser capaz de cuidar de ella, aun si solo se trata de una profecía. Sigue como lo has hecho hasta ahora y si hay un contratiempo puedes decírmelo. Debo ir con Ariel— le avisó Eva, luego le dio la palmadita en la espalda y se retiró para después darle un beso en la mano a su nieto como despedida.

Al irse su abuela se quedó reflexionando sobre las palabras que dijo, eran acertadas a lo que buscaba. Hinata vive en la desconfianza sin saber en quién apoyarse, si él lograba ser ese alguien todo el proceso sería más fácil. Ahora no podía creer que Eva, un ser que paso a ser propiedad del infierno, diera mejores consejos sobre matrimonios arreglados que la madre de Uzumaki Naruto. Se quedó unos minutos ahí parado observando la decoración del lugar, una mesa ritual al frente de todas las sillas a sus costados se iluminaba. Velas rojas alrededor y sobre la mesa adornaban, detrás de esta, un cuenco para sangre y una serie de dagas en una mesa más pequeña al lado de esta. Le dieron escalofríos por un momento recordando el ritual de boda entre Indra y Akiko. Se quedó tan anonadado observando el sitio que no noto cuando sus hermanos llegaron detrás de él. Ambos igualmente vestidos para la ocasión con las yukatas rojas tradicionales.

La dama i la mort || SasuHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora