Cayendo

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⚠️Esta historia se desarrolla en un mundo fantástico ambientado en la época feudal de Japón inspirado en el manga "Naruto" del mangaka Masashi Kishimoto. Los personajes son propiedad de su autor y pueden presentar cambios de personalidad a conveniencia de la trama ⚠️.

El aislamiento de Hinata terminó al día siguiente, apenas fue libre aprovechó para hacer el envió de las invitaciones. El evento seria de importancia para los caballeros vigilar de cerca el comportamiento de todas las invitadas e intentar saber si alguna de ellas fue la responsable de todo. Además con lo recientemente acontecido era de suma importancia para el emperador que su primogénita tuviera por lo menos dos damas de compañía. La pelinegra, por su parte, se estaba encargando de contabilizar los brazaletes y, como disculpa por los inconvenientes, añadir a cada caja de brazalete una bolsa pequeña de los dulces más caros. Aquellos que solo eran de acceso para la monarquía por lo costosos que eran, la opinión pública era importante también y hacer felices a las hijas de las familias más poderosas debía ser puesto en los primeros lugares de su lista de importancia. Ganarse a la nobleza era una de sus misiones, pues conocía perfectamente los rumores que corrían entre ellos sobre su persona.

Mientras ella colocaba cada bolsa de dulces en el paquete del brazalete de manera cuidadosa, Sasuke se encontraba sentado en la sala de estar con un evidente aburrimiento, de vez en cuando volteaba a ver a Hinata acomodando todo y tachando nombres de una lista escrita en un pergamino. No iba a mentir, era aburridísimo, pero estar cerca de ella lo calmaba bastante.

—¿Tenten vendrá hoy?— Le preguntó la parca con un tono de aburrimiento evidente a la princesa, quien seguía sentada en su escritorio.
 —Me dijo que lo haría, hoy me enseñara algunos trucos para comenzar a relacionarme en la alta sociedad. Debo estar lista para las próximas fiestas— le contestó la pelinegra mientras metía la última bolsa dentro de la última caja con el último brazalete. Fue satisfactorio para ella, después de todo tuvo que contabilizar ella sola los 50 brazaletes y ya comenzaban a parecer eternos.
 —Siendo una princesa me sorprende que no sepas relacionarte con mujeres de clase más baja a la tuya— le expresó con total sinceridad la muerte, Hinata no lo tomó mal, incluso Tenten dijo lo mismo con mucha sorpresa cuando se lo contó.
—Eshima me dio algunas lecciones al respecto, pero mi padre interrumpió esas lecciones para hacerme entrenar y cuando notó que no tenía talento para pelear me hizo dedicarme de lleno al estudio de filosofía, literatura, artes y etiqueta. No lo culpo, con solo hijos varones en la rama principal no supo qué educación darnos a mi hermana y a mí. Por eso necesito que Tenten me ayude, también quiero retomar mi entrenamiento en batalla— la explicación era lógica, seguro Hiashi nunca contempló que fuera importante la convivencia de su hija con los demás. Sin embargo, no dejaba de picarle la curiosidad por la urgencia del emperador en criar a un par de hijas como varones.
—Si querías entrenamiento en guerra, pudiste pedírselo al capitán de tu guardia real, creo que es su deber dártelo— replicó Sasuke, la familia Zhao se veía bastante buena en combate, pero distaba mucho del estilo de pelea de El País del Fuego. De hecho, era incluso más conveniente que él mismo la instruyera, pero ofrecerle ayudarla a aprender artes de guerra de la misma parca pudiera ser contraproducente. Sin querer, ahora se debatía sobre proponerlo o no. —El capitán Hatake está bastante ocupado instruyendo a la nueva generación de caballeros reales. Igual que los demás integrantes de la orden imperial bajo el mando de su majestad el emperador. De hecho él nunca me entrenó, la teniente Kurenai era la encargada de mi taijutsu— le explicó Hinata a Sasuke mientras estiraba sus brazos en señal de cansancio, su conversación entonces terminó al escuchar el sonido de la puerta.  

Una sirvienta entró a la habitación y se llevó todos los brazaletes para ponerlos en su respectivo lugar antes de la ceremonia que tendría lugar al día siguiente. Antes de irse se volteó a Hinata para hablarle con un tono serio que denotaba respeto.

La dama i la mort || SasuHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora