Prólogo

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⚠️Esta historia se desarrolla en un mundo fantástico ambientado en la época feudal de Japón inspirado en el manga "Naruto" del mangaka Masashi Kishimoto. Los personajes son propiedad de su autor y pueden presentar cambios de personalidad a conveniencia de la trama ⚠️

¿Cuánto vale tu propia alma? Es la pregunta fugaz que cruza por nuestra mente al momento de recostarnos en nuestra cama y admirar el techo, pero la pregunta que casi no solemos hacernos es ¿Cuánto vale el alma de otra persona que ni siquiera conoceré? Probablemente, al pasarse por nuestra mente diremos "No me importa mientras no me afecte a mí" y por esa razón parece fácil subestimarla.

Ese fue un grave error por parte de Daichi Hyuga al momento de vender su descendencia a cambio de poder y riquezas. El clan Hyuga, si bien fue uno de los fundadores del país del fuego no tenía nada que destacarse, eran gente normal, sin dones, a diferencia de las otras familias como el clan Uzumaki o el clan Senju. Daichi era hijo del entonces patriarca de su respectivo clan que harto de ser ridiculizado por los otros herederos buscó entre todos los pergaminos antiguos la respuesta para obtener el poder y privilegios que tanto ansiaba.

Esta avaricia lo llevó a entrenar toda su juventud obteniendo un dominio casi total de las disciplinas existentes en ese momento, su trabajo duro era reconocido dentro del clan, pero no fuera de este. Para las otras familias bendecidas por dones, Daichi no era más que un ridículo intentando alcanzar un poder que no le correspondía. Su búsqueda física se detuvo, comenzando a investigar el lado esotérico, este interés le llevo a viajar por todo el país. Compró miles de artefactos extranjeros y se dedicaba todos los días a estudiar como funcionaban convirtiéndolo en un hombre culto. 

 Una de esas noches en vela mientras leía pergaminos y libros traídos del occidente en el salón de su padre, cayó sobre su cabeza un antiguo rollo oculto hace eones por sus antepasados "El rollo del Akuma". Al desplegarlo sobre su mesa pudo distinguir que era un idioma antiguo que por pura fortuna comprendía, era la invocación para el rey de los infiernos cuyo nombre no debe ser escrito y se detallaba que si el conjuro se realizaba este le concedería al hombre su mayor deseo sin importar que fuera. Daichi intentó traducir el resto del pergamino por años, pero no fue hasta que ascendió como nuevo monarca que lo logró y esa misma noche del nombramiento invocó al señor del fuego eterno.

Cobijado por la luz de la luna y la oscuridad de la noche, un hombre vestido con la armadura samurái más extravagante que admiró jamás apareció frente a él montando un gran caballo color negro con ojos rojos tan brillantes como un par de rubíes. El extraño bajó del animal, acercándose al joven patriarca.

-Has sido el único hijo de Adán que ha podido llamarme en el último millón de años. Dime tu nombre y el propósito- el hombre Hyuga aún intimidado por la presencia frente a él habló fuerte y claro.
 -Mi nombre es Daichi Hyuga, actual patriarca de mi clan y mi propósito es hacer de este el más poderoso y el más temido que se haya visto nunca sobre la tierra. Que todas las personas que nos ven por encima del hombro se traguen su desdén y nos sirvan, a cambio te daré lo que pidas- esas palabras dichas con rabia hicieron salivar al demonio.
-Tu rabia incontrolable junto a la seguridad hacen apetitoso el trago, bien te daré el poder y la fama que quieres, pero no quiero algo tan oscuro como tu alma a cambio...- palabras que dejaron confundido a Daichi. 
-Verás, los demonios no solamente hacemos tratos para obtener almas, a veces lo hacemos con otros propósitos por lo que te propongo algo... Vendré por el alma de tu primogénita, apenas cumpla la edad de ser mujer ella descenderá a los infiernos y no opondrás resistencia. Si no llegases a engendrar una hija esperaré generación a generación hasta que esa mujer llegue- el Hyuga lo pensó un momento, él dudaba casarse así que no le importaba.
-Acepto el trato, por favor cumpla mi petición- habló cerrando el trato con un apretón de manos.

El demonio entonces hizo bajar la luna ante la atónita mirada del joven patriarca y tomó un pedazo de esta para en seguida incrustarla dentro del ojo del hombre que estaba frente a él.

 -Tus ojos verán más allá de lo que los demás verán, tu descendencia los heredará, pero apenas llegue esa primogénita los ojos volverán al reino de las sombras de donde salieron. Serán reconocidos por ellos y por su fuerza, espero volver a vernos pronto- luego de finalizar su trabajo desapareció. Las sirvientas de la mansión Hyuga auxiliaron a su amo apenas escucharon los gritos de dolor, ante todos los testigos los ojos de su amo que hasta ese momento fueron cafés, ahora eran totalmente blancos como la luna.

Los días pasaron y se corrió el rumor de los nuevos poderes de Daichi, el Byakugan como bautizó uno de los sabios del país y como nombró oficialmente el patriarca dieron mucho de que hablar los años siguientes. Tanto éxito en las batallas era imposible de ocultar, los poderes de aquellos ojos combinados con los años de entrenamiento del joven eran la receta ideal para el guerrero más fuerte, sanguinario y popular de toda la historia. Todos los miembros del clan rezaban para que el patriarca se casara lo antes posible, este sin recordar el trato con el demonio desposó a una mujer que quedó embarazada la misma noche de bodas, la noticia llegó a oídos de quien concedió los poderes, pero el bebé resultó ser varón. Por años, aún después de la muerte de Daichi los primogénitos siempre fueron varones y las hijas eran escasas. Muchos pobladores del país del fuego veían esto como una bendición, ya que los genes del Byakugan se mantenían en su estado más puro.

Parecían haber evitado el pago mientras su fama crecía, pero la sed de poder nunca podía saciarse. Llego un momento en que Daichi junto a tres hijos varones comandaron una guerra civil contra los actuales emperadores, culminando en ser los Hyuga los nuevos monarcas. Tantos logros, uno tras otro hicieron al emperador olvidar su promesa, incluso hasta el día de su muerte huyo de pagar la deuda transfiriéndola a sus hijos. No fue hasta 300 años después, durante el reinado del emperador Hiashi y su esposa que nacería la primera primogénita, apenas el rumor corrió por el pueblo, llegó a oídos del demonio que esa misma noche fue a observarla mientras dormía en su cuna. Su alma era pura como la de cualquier recién nacido y solo el tiempo diría si esa niña valía tanto como lo que hizo por los Hyuga y de no ser así no habría más remedio que asesinarlos a todos. La vida del clan estaba en las pequeñas e infantiles manos de Hinata Hyuga aunque esta aún no lo sabia. 

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N/A:

Hola chicos esta sera nuestra primera historia después de "Cerezo del desierto". Espero les guste tanto leerla como a mi escribirla.


Arte de la portada: 

AkariKiseki1997 en wattpad.

El 16 de Abril del 2022 se editó esta parte de la historia.

La dama i la mort || SasuHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora