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⚠️Esta historia se desarrolla en un mundo fantástico ambientado en la época feudal de Japón inspirado en el manga "Naruto" del mangaka Masashi Kishimoto. Los personajes son propiedad de su autor y pueden presentar cambios de personalidad a conveniencia de la trama ⚠️.

Posteriormente a conseguir lo que su abuela le pidió en la carta, Sasuke emprendió su viaje a las tierras de Astaroth, donde vivía su hermano. Las tierras de la pereza del que era un digno representante. El limbo, al ser una tierra neutra del inframundo, no abría portales directos a otras tierras por seguridad, así que siempre se veía obligado a viajar al segundo círculo del infierno, el de la Lujuria. El antiguo hogar de Ashura antes de ser asesinado. Ahora que el señor de esas tierras no vivía, el lugar era controlado por Hamura.

Se montó en una de las canoas personales que existían para el traslado de los demonios entre tierras, el viajero Caronte lo escoltó hasta su destino. Mientras surcaban el extenso mar de sangre que conectaba a todos los círculos entre sí, Hinata comenzaba a hacerse presente en sus pensamientos, como una corazonada. En el tiempo que estuvo a su lado solo como un espectador, comenzaba a estimarla como una amiga, pero llegaba un punto en el que esa estima parecía querer escalar a algo más y Sasuke por supuesto lo rechazaba.

No deseaba que la profecía se interpusiera entre su alma y la de Hinata, le frustraba pensar que si Hinata desarrollaba sentimientos por él solo fuera por esa profecía a la que los encadenó Ashura con su muerte. Vivir al lado de una mujer que cree amarte le recordaba al falso matrimonio entre su padre y la madre de sus hermanos. Usar a Hinata solo como una incubadora y un medio para conseguir sus tierras propias era algo que no haría. Estuvo tan encerrado en sus pensamientos que ni siquiera noto su llegada a las tierras de Asmondeo.

Se bajó de la barca para agradecerle a Caronte y pagarle con dos monedas de plata, caminó unos cuantos metros hasta topar con los inicios de la ciudad de los pervertidos pecadores y abrió un portal con sumo cuidado a las tierras de Astaroth. Apareció convenientemente en la entrada de su enorme mansión donde su abuela Eva y otra mujer estaban cortando rosas. Eva tan pronto notó la presencia de su nieto, dejó lo que estaba haciendo para ir a recibirlo.

—Sasuke, me alegra que hayas podido llegar tan pronto con todos los preparativos. No sabes como acabas de salvar a esta señora y tu futura cuñada. Ariel, por favor acércate— la muerte sonreía con honestidad al ver a su abuela, Eva era una mujer sumamente dulce y maternal que adoraba a todos sus nietos. Su rostro era calmado y lo miraba con ojos de amor maternal sincero, un amor incondicional. Con el llamado de esta, una mujer se acercó a ellos.
 —Aquí estoy, madre Eva— atendió inmediatamente la pelinegra que ahora estaba al lado de su abuela frente a él.
—Sasuke, permíteme presentarte a Ariel. Ella se casará con tu hermano Obito el día de mañana. Debo decir que acabo de conocerla y ya la adoro. Ariel, él es Sasuke el menor de los tres hermanos y como debes saber, él es La Parca mayor encargada de que todas las almas a nuestro alrededor lleguen a los reinos— Se notaba que su abuela estaba bastante encariñada con esa mujer humana.
 —Es un honor para una simple mortal como yo tener enfrente a la muerte, estaba ansiosa por conocer a todos mis cuñados— la voz de Ariel era femenina y sonreía demasiado. Se notaba su felicidad por conocer a la familia de su prometido. Su rostro era seductor, pero a su vez tranquilo.

Lo poco que sabía de la humana era que descendía de un clan regido por el culto a la trinidad demoniaca, o sea, adoradores de Astaroth, Belial y Lucifer. Ella estaba demasiado feliz por su compromiso, como si lo hubiese añorado toda su vida. Ariel tenía un largo cabello negro, ojos color café enormes que resaltaban aún más por su maquillaje, tez blanca con leves tonos rosáceos, no era muy alta ni muy baja y un físico esbelto con cintura marcada, pero sin tantas curvas en comparación a su abuela Eva. En ese momento se le hizo ilógico que una mujer humana tan bella físicamente fuera dada a Obito como esposa. Viendo los antecedentes, la verdad era que su mayoría los demonios eran atraídos por mujeres de cabello moreno lacio. Solo Hagoromo era la excepción a la regla, pues Eva tenía un cabello ondulado color castaño rojizo.

La dama i la mort || SasuHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora