Fiesta de compromiso.

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⚠️Esta historia se desarrolla en un mundo fantástico ambientado en la época feudal de Japón inspirado en el manga "Naruto" del mangaka Masashi Kishimoto. Los personajes son propiedad de su autor y pueden presentar cambios de personalidad a conveniencia de la trama ⚠️

Varios meses pasaron desde el incidente del heredero Uzumaki con la mujer de la casa Haruno. Hinata fingió que no pasó nada y no habló con nadie sobre el tema, después de varias sesiones de estudio independientes supo que el matrimonio imperial nunca estaba destinado a un amor monógamo y puro como el de los plebeyos. El emperador tenía por obligación rodearse de mujeres para proteger al imperio desposándolas y engendrando múltiples herederos, por lo que no tenía más opción que aceptarlo. Era como una elegante representación de lo que una familia debía ser para el pueblo, pero a sus espaldas el monarca siempre preferiría a alguna amante. Hinata recordaba que a pesar de que su padre tiene 4 concubinas, a ninguna le dio preferencia por sobre su madre, era un trato con el que solo podía soñar.

Teniendo en claro la situación, simplemente bajó la cabeza para ceder ante esto, pues recordó que su madre vivió una buena vida como la líder por derecho del harem de su padre. Jamás la vio quejarse, pues para esto estudian durante toda su vida. Se miró al espejo mientras sus sirvientas le peinaban para la gran celebración, esa noche era la ceremonia para formalizar el compromiso entre la casa Uzumaki y la Hyūga, donde Naruto le entregaría el anillo de compromiso que antes perteneció a su madre, luego de esto ella aceptaría el matrimonio y sellarían el trato con un beso frente a los invitados. Se sonrojaba solo de pensar en besar al rubio, lo amaba profundamente sin importar el desprecio que él le demostraba y la consolaba saber que por más que la despreciaran o que compartiría al amor de su vida con Haruno Sakura, ella sería la principal mujer en su vida, la madre de los herederos al trono y por sobre todo un orgullo para su madre desde donde estuviera.

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La parca observaba como arreglaban a su futura esposa, usaba un casco especialmente creado para el con el que era invisible a los ojos humanos con el proposito de recolectar almas. Como encargo de su padre, Madara (Iblis), tenía que cuidar que no le sucediera nada hasta su decimosexto cumpleaños. Realmente no estaba ahí por gusto, buscaba una escusa para zafarse del matrimonio, lo que era curioso dado que un rubio del otro lado del palacio estaba pensando en lo mismo. Sasuke, nombre de la parca, admiraba el rostro depresivo de la princesa, pero adornado con unos ojos llenos de seguridad, lo que le era interesante. Él, cómo una parca, hijo de un ángel, entendía un poco a los humanos porque eran parientes cercanos tan solo por el hecho de ser creación de Dios, pero su parte demoníaca encontraba esos sentimientos patéticos.

Continuó observándola con aburrimiento hasta que una adolescente de cabellos chocolate y físico menos delineado que el de la princesa entró a la habitación, las sirvientas apenas la vieron, se fueron luego de terminar el peinado de Hinata.

—Hermana, padre me envía para recordarte lo que debes hacer y decir. Siéndote sincera, no te felicitaré porque todos en el castillo saben que te están siendo infiel, pero eso es un poco de lo que mereces por haber nacido débil e indefensa. Tú misma estás permitiendo que te traten como una vulgar cualquiera— escupió con desprecio la adolescente de 12 años.  
—Hanabi, nunca he entendido tu desprecio por mí, aun así nada puede importarme menos. Lo que digas no arruinara la noche de mi compromiso. Incluso si ese hombre no me ama seré su esposa y ahí acabará, si fuera débil me iría corriendo de este lugar dejándote el espacio libre para gobernar como tanto quieres. Lamento decepcionarte, pero para algo soy la hermana mayor. Gracias por el recordatorio, dile que no lo olvidaré— Hinata se defendió del intento de insulto por parte de su hermana menor, dichas palabras le agradaron a la parca que seguía siendo un espectador. Estuvo semanas vigilando a su "prometida", era la única vez en que se defendía de los comentarios malintencionados; sin embargo, al irse Hanabi la princesa casi rompe en llanto.

La dama i la mort || SasuHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora