Mientras Me Ames

CAPÍTULO 4

                     Suzette (ardilla)

En la mañana siguiente tocaban mi puerta desesperadamente tome mis almohadas las puse en mis oídos para ya no escuchar y como no paraban grité.

—Para de tocar que no dejas dormir entra Kieth.

—No soy Kieth, Suzette despierta ya son las doce de la mañana todavía sigues en la cama te había dicho que iba a venir—fue a mi cama empezó a mover de un lado a otro.

—¿Cómo entraste?—pregunté enojada.

—Tu papá literalmente no seas floja hasta el traje para desayunar—sacó de su bolso dos bolsas de papel.

—Hay Alex que trajiste—pregunte todavía estaba algo adormilada.

—Pues sandwichs y malteadas de chocolate—las colocó en la mesita.

Al escuchar desayuno me levanté de la cama rápidamente haciéndome una coleta ví Alexandra con unas ojeras no descanso lo suficiente me dió mi parte del desayuno comimos en el suelo como niñas pequeñas me recuerda cuando Kieth y yo cuando nos escapabamos de la casa para ir a la azotea a comer alli papá nos fue a buscar intentamos escaparnos pero nos atrapó ese día fue divertido,  Alex ya se estába arreglando se puso unos jeans negros con una blusa escotada de la espalda que se le ve bien yo seguía en el suelo viendo la mosca que esta en mi rodilla me levanté igual me comencé a vestir me lave el rostro con agua fría para quitarme el sueño no se si maquillarme lo dudo mucho de mi mejor me quedo con mi piel limpia al natural ví Alex se ve tan hermosa con ese labial rojo resalta mucho.

—Te vez radiante dejarás a Jason con la boca abierta—exclame en ese momento.

—Gracias tu también estás bella lo que sea ponte rimel y labial.

—Gracias a lo mejor me enchino las pestañas y gloss—los saque del cajón de la cama y comencé a arreglar.

—Sabes que hora es—preguntó acomodándose el cabello.

—Mmmm la una cuarenta—vi el reloj de al lado de mi cama.

—Ya es hora vámonos estamos listas—recogió todo.

Tomamos nuestras bolsas nos salimos de casa corriendo alegres nos detuvimos por un momento sacó de su bolsa un perfume de fragancia a rosas que olor no es de mi agrado pero ya me rocío de ello lo guardo seguimos caminando al llegar a la florería ya estaban ahí esperándonos los dos.

—Perdón por la tardanza chicos—exclamó Alex.

—No se preocupen ya Curran andaba impaciente.

—Mejor vámonos para que no se haga tarde—comente para que no comiencen con sus tonterías Jason.

Alex y Jason comenzaron a caminar Curran y yo íbamos detrás de ellos no decíamos nada se veía algo raro pero si le pregunto me dirá metiche mejor encontraré el momento de hablarle pasamos por los boletos saque mi billetera para pagar el mío de momento Curran al ver que iba a pagar digo:

—Cómo crees yo pago guarda tu dinero—agarro mi billete y lo metió en mi bolsa.

—Está bien para la otra yo pago okey—me dió el mío y entramos.

Lo primero que vi al entrar era una ballena inflable en el techo Jason tomó de la mano a Alexandra se fueron a ver los pulpos yo fui a ver la pecera de las tortugas que se ven tan tiernas mientras tanto Curran parecía niño chiquito le tomaba fotos a los peces.

—¡Suzette! ¡Suzette! Ven a ver a los tiburones—grito emocionado.

Me acerque con él tenía una gran sonrisa tan brillante en su rostro suave que seguimos caminando viendo cada pecera vimos un pez ciego, medusas no sabía que los caballitos de mar los machos son los que se embarazan no las hembras es un dato muy curioso comenzaron para llamar el show de los delfines.