Escuche ruidos de una licuadora ladridos de perros fui abriendo los ojos poco a poco me levanté rápidamente de la cama me quedé impactada en donde estoy esta no es mi casa salí del cuarto en donde estaba pero al bajar las escaleras vi que es casa de Curran lo reconoci por el cuadro de Frida me dirigí a la cocina y ahí estaba ese chico sin camisa cocinando, algo que me impresiona sonreí me fui acercando a él lo abrace de espaldas me bese su ancha espalda.
—¿Qué tal dormiste?—preguntó mientras se volteaba a verme.
—Dormí bien pero me duele la cabeza ayer que pasó que ni me recuerdo de nada.
—Pues solo bebiste y bailaste nada más pero mejor te traje aquí para que descansarás más ya que despertaste vamos a desayunar.
Nos sentamos en el comedor me iba a servir pero no me dejo me sirvió waffles y huevo con tocino me sentí como una niña cuando en mamá me hacia este desayuno en un día nublado así que comencé a comer solo lo veía me sonreía.
—Curran te quedo muy sabroso lo que preparaste me gusto mucho felicidades al chef—le di un beso en su mejilla.
—Me alegro que te haya gustado.
Nos quedamos un momento en silencio hasta que entra el padre de Curran los dos nos levantamos de la mesa asustados.
—Llegas antes Padre—hablo con una voz seria pero algo nervioso.
—Termine antes mis pendientes—en ese momento su mirada se dirigió hacia a mi—¿Quién es está hermosa señorita?
Traje saliva me presente:
—Buenos días me llamo Suzette soy amiga de Curran—di una pequeña sonrisa baje la mirada.
—Es un placer Suzette mira te presento a mi querida esposa Olivia.
—Suzette es un gusto—su voz es dulce y delicada.
Al escuchar su voz mis ojos se enrojecieron es parecida a la de mi mamá alcé la mirada y en efecto es ella no dije nada me quede congelada no sabia que hacer me quede callada solo tome mi teléfono salí de ahí corriendo las lágrimas caían sin parar solo no podía me senté en una banqueta hasta que llega Curran.
—¿Qué fue eso?—preguntó confundido.
Solo no dije nada seguía callada.
—Suzette por favor dime que sucede?—insistió.
Rompi el silencio.
—Esa mujer es mi mamá la cual me abandono por el dejó a sus hijos a su familia por un hombre solo por su dinero—llore sin parar.
—Suzette hija te lo puedo explicar por favor—llego detrás de Curran desesperada.
—Qué me vas a explicar nos abandonaste solo por dinero sabes cuanto sufrimos en casa y más Papá dime porque porque—me acerque a ella hable con un tono de voz fuerte.
—Yo ya no era feliz en ese lugar yo merecía algo más tu hermano sabía que yo no amaba tu Padre hice mal lo se cariño perdóname—sus ojos enrojecieron.
—Perdonarte no, me has decepcionado desde hoy mi madre ya esta muerta no le diré nada a mi Padre esto le romperá el corazón—me di la vuelta me fui dejándola ahí Curra corrió tras de mí.
—Suzette habla con tu madre y solucionen esto.
—Necesito estar sola—salí huyendo dejando solo a Curran en el camino pienso que haré al respecto ante esto.
Mi corazón se ha roto más de lo que ya se encontraba lo último que supe de ella que encontraba en California trabajando en una secundaria como maestra de Artes pero me mintió nunca me quiso esa mujer al llegar a casa saque todo lo que me dio las playeras, CDs, cartas de cumpleaños comencé tirarlo por la ventana hasta el collar que me dio a mis once años.
—Suzette que estas haciendo por que los tiras—entró Kieth a la habitación al ver todo solo tomandome de las muñecas preguntando.
—Lárgate de aquí no te entrometas, Kieth—el tono de mi voz se quebró.
Abrace a mi hermano lo más fuerte que pude.
—Hermana que te sucede dime sabes que aquí estaré para ti—acaricia mi cabello.
Lo mejor es que le cuente sobre lo sucedido antes de que se entere mi Padre.
—Mamá es que—me interrumpió.
—Ya te dije hermana que olvides a mamá.
—Mamá está casada con el Padre de Curra—nos quedamos en silencio.
—Dime hablaste con ella—pregunto serio.
—Si, tu sabias de esto.
—Suzette es mejor que te salgas de esa universidad y te alejes de Curran y amigos.
Pensé que estaba bromeando pero no la expresion de su rostro seguía seria, fría todo lo que digo no puede ser, no puedo estar separada de Curran.
—Tu no puedes hacerme esto Kieth, Papá no lo aceptara.
—Esto lo hago porque no quiero que te lastimen más y lo digo por Mamá buscaré una universidad que te acepte lo más rápido posible.
—No, no quiero—insistí que no lo hiciera.
—No me importa si te parece o no ya di mi última palabra.
Salió de la habitación furioso me acerque al balcón mire al cielo oscureciendo aprecie la primera estrella de la noche cerré los ojos suspire solo pienso en lo ocurrido me preguntó que pasara después.
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