A han pasado 15 dias que deje la universidad por orden de Kieth por el momento dejaré pasar estos meses para juntar un poco de dinero para pagar una universidad pública así que hable con la Señora Antonella que me de el tiempo completo en la florería ella acepto lo que me pone triste es que no he visto a Curran quiero abrazarlo me ha llamado pero no les he respondido al decirle lo que hizo Kieth se molestara, Papá se fue por un tiempo a California nos dejó solos ahora me encuentro más sola que nada este domingo iré a ver Alexandra para contarle lo que pasó y disculparme por ser grosera con ella me salí de casa antes de que Kieth despertara tome rumbo a casa de Alex solo está a dos cuadras de mi casa al llegar ahí estaba el auto de Jason creo que no es buen momento pero no importa ya estoy aquí mire adelante y seguí mi camino hasta llegar al ascensor al abrirse lo vi a Curran algo mal con un ojo morado verlo así me dio sentimiento solo no le dije nada nos quedamos mirando hubo un silencio incómodo.
—¿Por qué dejaste la universidad?—tono de voz molesto.
—Fue decisión mía, yo no encajo allá—intente decirlo lo más serio que pueda.
—Suzette dime que esta pasando—pregunto.
—Curran yo, yo—no supe qué decirle solo baje la mirada como una cobarde él es el hombre que quiero no ya no lo quiero involucrar en mis problemas.
—No bajes la mirada ve a los ojos Suzette, confías en mí.
—Curran mira este no es el lugar para hablar de este tema vayamos a la playa—solo tome su mano comencé a llevarlo hacia allá.
No puedo explicar este sentimiento es raro solo es como miedo pero miedo de que eso me pregunte estando en la arena con Curran preferí decirle la verdad sobre realmente pasa en mi hogar.
—Perdón si no respondí las llamas y mensajes debo decirte lo que realmente sucede—suspire—Kieth el fue que me obligó dejar la universidad no quiere que tenga más comunicación con Alexandra, Jason y ni contigo en especial por lo sucedido de mi madre.
—Pero él no es nadie para que decida por ti y no debe hacerte eso Suzette. Sabes mi alma empezará a marchitarse si te alejas de mi lado—miro triste.
Verlo así solo acaricie su mejilla.
—Curran jamás me iré de tu lado, el amor que siento por ti es inexplicable solo no quería involucrarte en esto.
En ese instante me quité los tenis dejándolos a un lado me dirigí hacia al mar tenía que sentir el agua salada por mis pies Curran solo me veía a lo lejos sonriendo en ese instante él llega detrás mío.
—Suzette, gracias por aparecer en mi vida—al decirlo sacó dos canchas de mar.
—¿Por qué dices eso?—pregunté.
—Mi vida antes no tenía sentido, ya había perdido todas las esperanzas, y lo más importante, mi mamá me quedé completamente solo, pero cuando te vi por primera vez mi corazón ya te había elegido entre más, pasó el tiempo más, me gustabas, y más me enamoré de ti. Por eso no creo que pueda vivir sin ti, ni tampoco creo que pueda sentir algo de alegría en mi alma por eso ya eres motivo de mi alegría se que es algo precipitado lo que te digo pero es lo que siento por ti.
No me esperaba estas palabras de este chico de cabello quebradizo, solo seguí mirando el mar de cómo ya se iba atardeciendo el problema de mí, es que me cuesta un poco demostrar mi amor por alguien, lo que siento por él es complicado de describir cada sentimiento y emoción, todo lo que hay en mi corazón, comienzo ponerme nerviosa, y por más que intento calmarme dentro de mí parece que me dara un infarto que exagerada soy solo le respondi.
—Sabes algo al mirarte se aceleran mis latidos tal vez porque me gustas o porque te quiero conmigo para mí eres perfecto dicen que eres arte en los ojos correctos—lo miré a los ojos.
De momento se hincó en la arena, tomó mis manos y en ellas colocó las dos conchas de mar, las cuales recogió de la orilla del mar.
—Ardilla, no te miro como algo pasajero, te quiero conmigo me gustaría ser parte de tu vida por mucho tiempo más ¿Aceptas?.
Jamás quiero que se vaya, que se quede conmigo lucharé por este amor pase lo que pase mientras él esté conmigo.
—Estas conchas son prueba de este amor y son mi respuesta—cogí las conchas de mar en mis manos y me agache bese sus labios.
Se levantó de la arena vi sus ojos tan brillantes y una sonrisa tan alegre en ese momento solo nos abrazamos calidamente mirando el mar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
