My King B. 👑 |Justin Bieber, +16|

Capítulo 5

Punto de vista: Rose.

Todo su rostro se hastió de mí y su mirada penetrante me golpeó con furia. ¿Así lucía el diablo? Pues estaba jodida.

"...Y, joder, cuídate". Imbécil. "No buscar problemas".

Maldita idiota.

Intenté regresar por donde llegué e irme al despacho del puto director, pero no podía. Su mano estaba sobre la mía, ejerciendo la fuerza indebida. Sus dedos apretaban mi piel con rabia y temí que dejara marca.

Él se vengaría, lo sabía.

―Te equivocaste conmigo, chaparra ―Soltó cerca de mi oído.

Y temblé. ―No creo eso.

― ¿No me tienes miedo?―Enarcó su ceja.

― ¿Debería?―Enarqué la mía.

―Soy peligroso, bonita ―Gruñó entre dientes.

Me quedé mirándolo, queriendo descifrarlo. Había tantas barreras entre sus ojos...

|—El maldito director, Rose, joder.| ¡Voy!

―Me haces daño, imbécil ―Intenté apartarme de él.

―Vigila tú jodida boca ―Dijo amenazante.

Me moví hasta soltarme de su agarre y pasé por su lado con las piernas temblorosas. Acomodé la manga de mi suéter rápidamente, y caminé hasta alejarme de allí con el corazón en la garganta, mirando a ambos lados con desconfianza.

Deseé encontrar a Rafa, pero no lo hice. Bien, ahora tendría que ir sola con el director. Perfecto.

A la mierda todo.

Recorría los pasillos con la mirada perdida en el suelo lanzando maldiciones en voz baja, cuando escuché gritos y vítores. Alcé mi cabeza, curiosa, y vi personas correr a la puerta principal. ¿Qué coño?

Corrí a donde todos lo hacían y mis ojos no se pudieron abrir más al contemplar la vista.

Mi prima, sí, la idiota, en el suelo, cayéndole a putazos a una chica. Excelente primer día. Nótese mi sarcasmo por favor.

¡Oh mierda!

― ¡Rafa!―Grité llamando la atención de todos, incluyéndola.

Ella me miró un instante antes que la otra perra le diera una patada con ambos pies justo en el estómago y esta saliera volando hasta unos metros en el suelo.

― ¡Eres una idiota!―Gritó la tipa, levantándose del pavimento.

Okay, ya firmó su sentencia de muerte.

― ¡Quítense, maldita sea!―Dije apartando a las personas de mi camino a Rafa― ¿Estás bien?―Dije acercándome velozmente a ella.

Esta se masajeaba el abdomen tendida en el suelo. Asintió. ―Mata a esa perra por mí ―Logró forzar una sonrisa que se convirtió en una mueca de dolor casi de inmediato.

―Con gusto ―Le respondí con un mohín.

Me aproximé lentamente a la morena plástica que acomodaba su ropa con disimulo y su rostro palideció por completo. Estando lo suficiente cerca mi puño derecho impactó con fuerza contra su mejilla, haciéndola caer de nuevo al empedrado.

― ¡Eso! ¡Así!―Gritó Rafa por detrás.

― ¡Cállate, maldita!―Le gritó la zorra en respuesta.

Creo que no está entendiendo el punto.

Tomé el cuello de la diminuta camisilla que llevaba puesta, y nuevamente, mi puño impacto en su mejilla. Ella comenzó a llorar y la solté con una mueca de asco. La torpe cayó al suelo, otra vez, y me subí a horcajas sobre su cuerpo, mirándola a la cara.