Capítulo 18

178 17 7
                                    

Punto de vista: Rose.

Íbamos en el auto y no habíamos dicho palabra. Bieber llevaba la mandíbula apretada y yo mis brazos cruzados, tanto por miedo como por rabia. ¡Me había secuestrado de nuevo!

Él aparcó en lo que parecía ser un simple jardín, en quien sabe dónde, y bajó. Dio vuelta y abrió mi puerta para que yo bajara también.

Bieber caminó un poco y le seguí frenética unos pasos detrás. Paró su marcha en medio de la nada y se sentó en el suelo, alcé mi ceja inquisitiva y me dejé caer también. Él quedo frente a mis ojos y con su mano tomó uno de los mechones de mi cabello, enrollándolo en su dedo. ¿Esto era mi "castigo"?

—Por la noche vendrás conmigo a una pelea, —Habló mirándome seriamente— en ropa interior. Serás animadora.

Me atraganté con mi saliva, casi me da una embolia. ¿Que él había dicho qué? Por supuesto que no. No iba a acompañarlo a ninguna mierda.

— ¡No lo haré!—Me paré de un tiro.

— ¡Oh, claro que sí! —Se paró también— Ya me has cabreado lo suficiente. Si no hubieses entrado a esa puta bodega estarías dormida y segura esta noche en tu cama. ¡Pero eres tan gilipollas que lo hiciste, Rose!

—Y-yo sol-lo... ―Me atoré.

—Tú, —Me señaló— solo lo harás. Punto.

Bieber fue hasta el auto y abrió la puerta del pasajero haciéndome señas para que subiera. Si no fuera porque no conocía una mierda de Canadá ya le hubiera sacado el dedo e ido a mi casa. Pero no. Obedeciéndole caminé al auto y me monté, él dio la vuelta y se subió también, arrancó el motor y sentí su mano en mi pierna, sujetando con firmeza mi muslo, dibujando pequeñas ondas sin hacerme daño. Arrastré su mano intentando quitarla de mí y solo conseguí que tomara mi meñique forzándome a dejar mi mano junto a la suya. Rodé mis ojos y me centré en la ventana, inconsciente de estar acariciando sus nudillos.

Podía empezar a distinguir los conocidos árboles que llevaban a su hogar y lo miré. Liz moriría uno de estos días, y será culpa suya.

Aparcó frente a su casa y atrapó mi muñeca, llevándome a la entrada.

—Entra a la casa y espérame allí ―Demandó y volvió trotando a su auto, sin más se fue. Dejándome sola.

Será idiota, joder. Por suerte la puerta estaba abierta, y entré a la casa. Que descuido. ¿O habrá alguien aquí? Mierda. Caminé en el interior cautelosamente y no encontré a nadie, al menos. Todo estaba más limpio que el otro día y sonreí raro. Bieber hizo limpieza.

Me senté en uno de los sillones de brazos cruzados, esperándolo.

Los minutos pasaban, y Bieber no llegaba. Me levanté rodando los ojos y fui a la cocina, riéndome fuerte por el recuerdo con la toalla. Abrí la nevera, busqué agua y me serví un poco. Solté el vaso y anduve por la casa viendo cosas, las fotos y decoraciones. Rozando con mis dedos las superficies a mi alcance, y respirando el aire de Bieber. Había fotos esparcidas por todo el lugar y me entretuve mirándolas. Justin era un pequeño adorable.

Había fotos de Justin con una hermosa mujer muy parecida a él, de Justin sentado en sus piernas, de ambos en el suelo sonriendo y mirando a la cámara tan... llenos de vida. ¿Ella era su madre? ¿Dónde estaba ahora? Solté la foto y seguí mi recorrido con un suspiro.

En algunas aparecía con varios chicos, sus amigos quizá. Luego había una foto de Justin un poco mayor, si bien no tan maduro, abrazando a una chica castaña de más o menos su edad mientras ella le daba un beso en la mejilla. Fruncí el ceño y dejé la foto en su puesto, pasando a la siguiente. En esta Justin cargaba en su espalda a una chica rubia de corte muy bajo, muy parecida a la anterior, ella tenía sus dedos en corazón (.I.) y sacaba la lengua con los ojos cerrados. ¿Quién diablos era la jodida chica?

Con enfado me aparté de las fotos y fui directo a los libros. Había de todo tipo. Me gustaría leer algunos...

— ¡No toques mi cosas!

La voz de Justin me sobresaltó al punto de dejar caer varios libros al suelo. Me agaché velozmente a recogerlos, pidiendo disculpas. Él llegó rápidamente a mi lado, me llevó al sofá cogida de brazos y me hizo sentarme. Bieber se sentó frente a mí mirándome con enojo e hice una mueca, él rodó los ojos y pilló una bolsa de papel del suelo, sacando dos envases repletos de pasta a la Boloña.

—Come —Exigió acercándome un pote.

—Quiero irme —Negué con mi cabeza.

—No te irás. Ahora come y cierra la boca —Me señaló con cubierto y pote en mano.

Suspiré y agarré mi envase. Lo abrí y mi boca se hizo agua pura, rápidamente me embutí un bocado gigante. Bieber me miraba con semblante serio y comía también, pensando tal vez. Solo seguí masticando, dejándolo pasar.

—Justin, yo... —Empecé y me cortó.

—Las princesas no hablan al comer —Murmuró.

—Tú no me das órdenes.

Su mandíbula se tensó casi de inmediato, y me sentí cohibida. Se levantó de golpe y salió a fuera dando un portazo. No sé, solo se fue.

Las horas andaban y yo seguía tendida en el sillón del asesino caliente este. Acostada boca abajo en el sofá solo podía observar cada uno de sus movimientos.

Miró su teléfono con odio y solo me tiró una bolsa con telas, unas muy pequeñas telas, en la cara.

— ¿Qué mierda?―Dije.

—Vocabulario. —Rugió— Póntelo. Te espero fuera.

Fui al baño y me maldije al recordar sus palabras; "Si no hubieses entrado a esa jodida bodega estarías dormida y segura esta noche en tu cama..." Puta, puta, puta.

Me quité la ropa apresuradamente y me puse el bikini con desagrado, los tacones y la cazadora abierta a la mitad que Justin me había aventado. Salí casi corriendo a la calle después de un vistazo en el espejo, sin deseos de morir.

|—No lo hagas cabrearse.|

Salté al exterior y vi a Bieber fumar un cigarrillo recostado en su motocicleta. Me mordí el labio y fui hasta él. Mirándome me tendió el casco. Qué bien, ahora se preocupaba por mi seguridad... Gilipollas.

— ¿Lo llevas puesto? —Me detalló con la mirada, asentí— Quiero ver.

¿Ver? Carajo. —Tendrás que esperar —Reté.

—No quiero esperar.

Su brazo izquierdo se alargó hasta mí y arrancó sin pudor los pliegues de la cazadora, dejándome semidesnuda frente a él. Mis mejillas se coloraron en segundos, y traté de cubrirme inútilmente. Justin pasó la lengua por sus labios y recorrió mi cuerpo con sus ojos. Sus facciones se retorcieron de pronto, y me soltó violentamente.

—Es suficiente para matar a ese hijo de puta.

Demonios. ¿A quién mataría? Jesucristo.

— ¿A-a quien te refieres?—Pregunté con temor.

Tiró lo que quedaba de su cigarrillo al suelo y me miró. —Sube —Indicó, ignorando mi pregunta.

Até de nuevo la cazadora y obedecí rápidamente, subiendo tras su espalda. Sentí su mano rozar mi pierna y la cogí entre mis dedos.

—Llegaremos tarde —Alargué.

Con un bufido sus manos regresaron al volante y lo rodee con mis brazos. Él arrancó el motor, a la misma velocidad imprudente de siempre.

Bueno, vamos derechito a la tumba. Diosito, por favor. Ayúdame.

* * *

Veamos a mi bebito pelear :( ¡Voten y comenten! <3

My King B. 👑 |Justin Bieber, +16|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora