Capítulo 7

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Punto de vista: Rose.

Nos alejábamos por un camino que no conocía, volando en las calles. Pasamos velozmente frente a un coche de policías y casi rogué al cielo porque nos detuvieran y a Bieber lo multaran, aunque eso significara problemas para mí también.

Todo esto iba contra mí, de mi puta voluntad.

Bieber me mandó a callar múltiples veces hablando con autoridad, como si le pertenecíese, y algunas otras me escuchaba, pero solo pasaba de mí como si no estuviera.

Después de un rato por fin decidió aparcar la moto, y yo aún no lograba entenderlo. Aquí no había nada, ni una casa o residencia, o alguna mierda. Solo no había nada. Era un bosque, y solo eso.

Bajando de la moto lo miré enfurecida, me quité el casco y lo tiré al suelo con fuerza. Haría que se enojara y me dejara volver, podría caminar por allí y pedir un aventón, si tenía suerte encontraría un taxi. Quizá no era buena idea, ni la mejor, pero era lo que había.

―Recógelo ―Dijo de pronto.

―Es tu puto casco, recógelo tú.

Bieber bajó de la moto con la madíbula apretada y tragué saliva, no lo quería cerca y eso era exactamente lo que él planeaba hacer. No, y más no.

|― ¡Corre!| Y eso hice. Corrí, y corrí más.

Mis piernas dolían y me costaba respirar, pero podía oírlo, oía sus pasos detrás de mí. ¿Qué no se cansaba?

Busqué un salida, pero solo había carretera delante de mí, parecía no acabar nunca. Miré a mí alrededor y no era más que bosque a un lado y al otro. ¡Fuerza, Dios mío!

Cerré los ojos y crucé a mi izquierda, perdiéndome entre los enormes árboles, tratando de esconderme inútilmente de Bieber.

Di una rápida mirada a mi espalda y no vi a nadie. ¿Lo había perdido?

Llegando cerca de un árbol me detuve. »No puedo respirar« Susurré y cerré los ojos. Mala decisión.

―Te he pillado ―Suspiró en mi cuello.

Estaba de nuevo delante de mí, pegando su cuerpo al mío. Gemí de dolor.

―Me haces daño ―Dije débil.

―Dime tu nombre ―Volvió a suspirar.

¿Mi nombre? ¿Para qué quería saber mi nombre? Joder no. ¿Y si me hacía brujería para que se me cayera el cabello?

Negué con la cabeza y su agarre en mí aumentó, me haría hablar. ―No te diré mi nombre, Bieber.

―Eso es injusto, chaparra. ―Hizo un pequeño puchero― ¿Cuál es tu nombre? ¡Contéstame!

― ¡Que no!

―Te obligaré, entonces. ―Me tensé de inmediato― Puedo mostrarte lo que sé hacer.

Mierda...

― ¡Ayuda!―Intenté llamar lo que sabía, no llegaría.

Estabamos solos, en algún lejano bosque. Nadie me ayudaría.

―Te dejaré libre si me dices tu nombre ―Alcé una ceja.

Su mirada literalmente estaba indagando en mi alma, aún seguía pegada a aquel enorme tronco de madera y Bieber parecía no querer detenerse.

― ¡Rose! Mi nombre es Rose ―Me rendí.

Su agarre se suavizó, pero aún seguía ceñido a mí.

―Me gustas más como chaparrita ―Rió.

Yo estaba loca o Bieber acababa de usar las palabras “Me gustas…” conmigo, en la misma oración. Si estoy loca, pero en definitiva eso no lo había imaginado.

|― ¿Recuerdas cómo se respira, puta?|

Cállate idiota.

―Apártate. Necesito mi respiración ―Lo empujé pero no tuve éxito.

Se acercó de nuevo a mi oído y susurró; ―Y yo quiero dejarte sin aire ―Finalizó dando un beso húmedo en mi cuello.

Mis manos comenzaron a sudar y mi labio inferior tembló. ¿Quería dejarme sin aire?

―Tengo que irme de aquí, ahora. Li… M-mi madre estará preocupada ―Mentí nerviosamente.

― ¿Y si quiero que te quedes conmigo?

Miré sus ojos, realmente no podía respirar, no existía distancia entre nosotros. Entrelazó sus brazos en mi cintura, por mi espalda baja, halándome más a él, como si eso fuera posible, y mordió su labio. Miré su boca por capricho y sentí su aliento cerca de mi cara otra vez, no dejaba de sonreír. Mis manos quedaron en su pecho, él metió sus dedos en el interior de mi polera, acariciaba mi piel sin pudor y sentí un escalofrío recorrerme. No me creía esta mierda.

―Dejaré de seguirte con una condición. ―Volvió a hablar. Esto no es bueno― Ven conmigo mañana por la noche.

Su mano derecha empezó a subir y me inquieté. No estaba en mi planes ir a algún sitio con él, no iba ni a pensarlo. No.

Rodé los ojos sin poder evitarlo. ―Me voy ―Dije simplemente, no le respondería.

No iba a permitirle que me tocara solo para conseguir que me fuese con él. Indiscutiblemente no quería hacerle compañia en ningún lugar, era peligroso.

―Te acompañaré a casa entonces, ―Se apartó— pero no te librarás de mí―Me señaló.

No estaba preguntando, lo haría fuera o no mi voluntad. Era todo un cabezota.

Tomé mi bolso fuerte entre mis manos, no sabía en donde estaba, solo había árboles. Bieber tomó mi mano y después de unos minutos quedamos fuera del laberinto boscoso en el que estábamos. Caminamos juntos a su moto y mordí mi labio. Me aterraba volver a subir allí, Bieber conducía muy rápido. Yo no quería morir.

Me tendió el casco que yo misma había tirado al suelo y me sonrojé apenada. Me lo coloqué y Bieber empezó a reírse fuerte. ¿De qué? Seguro me veía ridícula con esta mierda.

―Lo tienes al revés, tonta ―Ya comprendo.

Se acercó con una sonrisa y me lo quitó de la cabeza. Le dio vuelta y lo colocó como en realidad debería ir.

―Gracias ―Susurré bajito y él asintió.

Caminó de regreso a la moto y se subió primero, dudosa imité su acción y lo abracé fuerte por la cintura.

―Bonita, no puedo respirar ―Escuché su risita.

―Lo siento ―Hice una mueca, aunque no me estuviera viendo.

Aflojé mi agarre y esperé paciente a que Bieber arrancará la moto. Y partimos de aquel gran matorral, dejándolo atrás de momento.

Olía el perfume de Justin y me permití embriagarme con el. Sentía como mi cabello flotaba en el aire, y se sentía… bien. Por un momento, solo por un momento, desee no llegar a casa y quedarme así, justo así.

Pero, como he dicho, el universo me odia. El viaje duró solo unos cuantos minutos, y pronto estuvimos frente a mi jardín. Bajé de la moto sin decir nada, me quité el casco y se lo facilité de vuelta.

Caminé a la entrada y al subir los escalones sentí sus pasos detrás de mí, luego la fría pared en mi espalda. No dejaba de sonreír. Su sonrisa era hermosa, y no la merecía.

―Aléjate de mí, Bieber. ―Le pedí― Puedo hacerte daño.

―No puedo hacer eso, pequeña. ―Sonrió― Ahora eres mía―Sentenció clavando sus labios en los míos.

* * *

¡Suya! (Noo sii), ¡Voten y comenten! <3

My King B. 👑 |Justin Bieber, +16|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora