Capítulo 12

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Punto de vista: Rose.

Había escuchado la ducha sonar y después de un rato ser cerrada. Bieber había terminado su baño y ahora iría a dormir, muy bien.

―Hazme un lugar, maldición no estás tan gorda. ―Sentí como me hincaba las costillas― Vamos, bonita.

Era evidente que fui una estúpida al pensar que Bieber solo iba a tomar unas almohadas y una cobija e ir a dormir en el sofá de la sala. Era su casa, dormiría en su cama.

Sentí como se introdujo bajo las sabanas y me hice una bolita en mi lugar. Había apagado las luces, por lo que no podía verme, gracias a Dios. Le di la espalda y vi su ropa tirada por doquier. Me voltee de inmediato soltando un grito.

― ¡Sal de la puta cama!

― ¿Qué? ¿Por qué? ―Se levantó― ¡Lenguaje, Rose!

Rodé los ojos ante su intento de madre loca. ―Solo llevas ropa interior ―Nos recordé el verdadero problema.

― ¿Y eso qué? ―Rodó los ojos― Así duermo.

A mí no me importaba una mierda como durmiese, yo estaba con él.

―Chu, chu ―Hice el gesto de espantar un animalito y sabía que me veía patética.

Bieber soltó una fuerte carcajada, y me agité cuando lo sentí acercarse. Si rodaba un poco más me caería de la cama.

― ¿Qué pasa, princesa? ¿Temes que el monstro te coma?―Si, tenía mucho miedo de que el “monstro” me “comiera”.

En un movimiento rápido me haló por la camisa hacia él y quedó sobre mí, apresando mis muñecas por encima de la cabeza. Residía casi completamente desnuda a su merced y no podía estar más nerviosa, estaba a punto de volver a besarme contra mi voluntad.

―Libérame, Bieber.

―Me llamo Justin, chaparra. ―Bajó su rostro lentamente a mi cuello y mi respiración se trancó― Justin.

Diosito, tu sabes que yo no tengo fuerza de voluntad, no me dejes ahora, por favor.

Sujetó mis muñecas fuertemente con una de sus manos, y comenzó a subir la otra por mi cintura, queriendo llegar a mis pechos. Sus dedos estaban fríos por causa de la noche, y mis pezones se endurecieron en consecuencia. Empezó a besarme con fuerza, tomando mis labios y mordiéndolos, acercándome a su cuerpo.

Pasó descaradamente su lengua por mi labio inferior, pidiéndome entrada, y cuando la abrí para él pude sentir su excitación. Su boca se separó de la mía y comenzó a repartir besos desde mi clavícula hasta mi cuello. Maldita debilidad.

Me estiré dandole más espacio y escuché un suspiro en respuesta. Su mano subió lentamente mi camiseta y me alarmé. Soltándome me paré rápidamente de la cama. Sentí su protesta y temblé.

―Vuelve a la puta cama, Rose.

Mi labio tiritó en un tic nervioso, y mi pecho parecía reventar.

|―No juegues con fuego, puta.|

Cerré mis ojos en busca de mi puto juicio, y para cuando los abrí él no estaba en la cama, no podía verlo. Fue ahí cuando sentí su respiración en mi nuca y me atraganté.

―Te he dicho que vuelvas a la puta cama ―Bramó.

Agarró mi cintura y me dio vuelta, haciéndome quedar frente su torso. Era más alto que yo y me miraba con odio. Me atrajo a él y mis manos reposaron en su pecho.

Andaba sin camisa, solo en boxer, y me ruboricé. Miré las lineas que marcaban su cuerpo e intenté detallar todo tatuaje en él; Los tatuajes de sus brazos eran casi incontables, había tatuajes en todo su brazo izquierdo y en toda la mitad del derecho. A la vista, en su pecho, había una cruz, en medio de un oso y un león, unos números romanos y un pequeño escudo por encima, con letras que citaban ‘Son Of God’ y un águila por debajo. Arriba del ombligo, bajo el águila, la palabra ‘Purpose’. En la V de su torso, en las caderas, de un lado ‘Forgive’ y del otro lo que parecía ser una pequeña paloma. En el costado izquierdo unos garabatos, árabe. En el cuello la palabra ‘Patience’, junto a las encantadoras alas de su nuca, y detrás de la oreja una pequeña nota musical. ¿Acaso a Bieber le agradaba la música?

My King B. 👑 |Justin Bieber, +16|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora