Capítulo 23

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Punto de vista: Rose.

La irritación crecía poco a poco dentro de mí y salí del pequeño cuarto sin decir una palabra. Apreté su chaqueta con fuerza entre mis dedos, ¿Quién demonios se creía? Ni Kane ni yo le habíamos hecho una mierda. ¡No tenía el maldito derecho! Comencé a caminar furiosa a donde quiera que estuviera el muy hijo de puta.

―Suéltame ya, Kane ―Gruñí.

Sentí su gran mano lesionada retenerme.

― ¡Rose no lo entiendes! Espera, por favor ―Suspiró con la voz agitada.

― ¿Y qué mierda debo entender, eh Kane? ―Protesté apartándome de él, para entonces ya mi respiración era irregular― Ese maldito bastardo te ha hecho esto. ¡Me ha hecho esto! Oh, joder. ¡Voy a matarlo! ―Me retorcí.

―Pequeña... Dios Rose, espera. No lo entiendes. ―Dijo por enésima vez, suspirando.

Demonios, ¿Qué era? ¿Qué había hecho Bieber? ¿Qué debía comprender que lo atemorizaba tanto?

―Cállate la jodida boca y escúchame. ―Me callé― Bieber... ―Alargó, respirando fuerte― Bieber vino a mi casa esta mañana, gritando y maldiciendo. Él me golpeó, me amenazó diciendo que si no me alejaba de ti iba a matarme, y peor aún, que tú también pagarías por ello. Yo solo quería lo mejor, ―Bajó la mirada― lo siento tanto pequeña, t-tenía miedo-o. No podía hacernos eso, Rose. Eres una de las pocas cosas buenas que me han pasado aquí, no podía permitirme dejarle hacernos daño. No puedes decirle nada. ¡Nos mataría! ¡A ambos!

Respiré profundamente, intentando calmarme. Aquello se estaba volviendo una mierda demasiado difícil de sobrellevar para mí. Subí la chaqueta a mis hombros.

―Kane, cariño. ―Tomé su rostro entre mis manos y traté de tranquilizarlo― Vete a casa, por favor. A algún lugar que consideres seguro, si eso es lo que quieres. Nos vemos después, ¿sí? ―Le dije paulatinamente― Yo iré a charlar con nuestro amigo Bieber.

Sin darle oportunidad de objetar salí corriendo en busca del gran apodado “Bizzle”. No quería problemas, tenía suficientes... Pero esto no se quedaría así.

¿Dónde te metiste imbécil? Me pregunté a mi misma en medio del pasillo. ¡Estacionamiento! Gritó Chucky en mi interior y dando vuelta a mis ojos corrí hasta aquel lugar.

Bieber estaba ahí. Lo vi reír plácidamente mientras fumaba un cigarrillo con los que hacía llamar sus “amigos”. La ira recorrió mis venas nuevamente y grité sin pensar en consecuencias.

― ¡Tú! ―Exclamé con fuerza― ¿¡Qué demonios es lo que te pasa, grandísimo hijo de puta!?

Bieber volteó a verme y su risa se detuvo de golpe, cambiando su semblante drásticamente. Me acerqué hasta él y tiré la chaqueta violentamente contra su rostro, Bieber ahora me miraba estupefacto. El cigarrillo había caído de su boca.

― ¿¡Cómo mierda se te ocurre joderle la puta cara a Kane, desgraciado!?―Grité otra vez, zarandeando su pecho.

Sus amigos pararon de reír en conjunto, el atisbo de peligro en el ambiente era palpable, con sutileza se quitaron de su lado y se esfumaron por el aparcamiento rápidamente. Las facciones de Bieber se enfriaron hacia mí de inmediato, agarró mis muñecas con fuerza y me miró exasperado.

― ¿De qué carajos hablas ahora, Rose?―Se hizo el desentendido.

―Sabes bien de lo que hablo, joder. ―Bufé, separándome de él― ¡Le has pegado y él no te ha hecho nada a ti, imbécil! ―Reclamé― ¿Tenías que venir a fastidiar mi amistad solo por tus putos celos desequilibrados? ¿Qué clase de maldito maniático eres? ¡Es mi amigo, maldita sea!

Vociferé y me detuve bajo su intensa vigilancia, mirándolo en silencio. Sus facciones estaban en blanco, cero, sin expresión alguna. ¿¡Qué carajos quería conseguir de mí!?
Respiré, tomando aire por la boca. Mi pecho ardía, a punto de reventar.

Volví a hablar con irritación. ―Escúchame bien, hijo de puta. ―Lo señalé con altivez, sus ojos se cerraron alrededor de mi dedo, haciéndolo parecer bizco― Si yo no puedo tener a Kane tú tampoco podrás a tenerme a mí. ―Siseé por lo bajo y sus ojos regresaron apresurados a los míos―  ¿Quieres que nadie se me acerque? ¡Bien! Pero eso te incluye, Bizzle. Y vas a quedarte malditamente solo. ¡Lidia con eso! ¡Y aléjate de mí!

Me di vuelta con las piernas tiritando y lo dejé ahí, sin habla.

El timbre sonó y corrí por los pasillos hasta fuera del campus. Había perdido la hora para entregar mi tarea y al parecer Kane terminó yéndose como le pedí. Estaba sola.

No volví a ver a Bieber. Fui directo a mi bebé, lo encendí y partí camino a casa. Estaba sufriendo un colapso, necesitaba dormir.

*

Reitero, la vida me odia. Vivía hecha un completo desastre. Eran 3:47 pm y el timbre sonaba como loco. Liz no estaba y cubrir mis orejas con las almohadas al parecer no ayudaba en nada. ¡Maldición!

Bajé las escaleras descalza y frenética, solo llevaba puesta una camiseta negra y gigante de Ky con algunos escritos, y nada más que mis bragas, pero no me detuve. ¿Quién demonios jodía tanto?

― ¿¡Que!? ―Grité al abrir la puerta. Luego abrí mis ojos ampliamente, aturdida― Oh, K-Kane, ¿Qué haces aquí?

Lo miré, llevaba una camiseta blanca, resaltando su piel pálida, unos jeans jodidamente negros, Nike’s, y un suéter oscuro con capucha. Mordía su labio inquieto. Eché un vistazo, curiosa.

―He venido a verte. ―Murmuró― ¿Puedo pasar?

¿A verme? Pero si hace unas horas me quería lejos... Fruncí el ceño. ¿Qué coño?

―Claro, bueno, sí... ―Divagué― Pasa, pasa ―Abrí la puerta para él.

Kane entró a paso lento, miró nervioso el sofá y se sentó en la esquina incómodamente. Alcé una ceja. No me digan que Bieber...

Pero Kane interrumpió brutalmente mi teoría. ―Empezaré diciendo que Bieber es la persona más jodidamente bipolar que existe en todo el puto cosmos.

¿Qué? Dios, ayuda.

Hice mohín para que continuara y suspiró. ―Lo resumiré en un apretón al cuello, una nota y: “¡Vuelve a ser su amigo! Ve a su jodida casa, hablen, vean películas, ¡Esa clase de mierdas! Sólo quédate con ella. Lo demás será sencillo para ti, si Rose llega a ignorarme tan siquiera una puta vez por tu maldita culpa, voy a matarte de la peor manera posible. No por nada me llaman Bizzle, Kate...” ¡Él me llamo Kate! ¿Puedes creerlo? ―Se interrumpió a sí mismo― Es Kane. ¡Se diferencian! ―Rodó los ojos― Que idiota, joder...

Y comenzó a divagar.

― ¡Kane!―Reprendí.

Se detuvo, quieto. ― ¡No sé qué hacer!―Dramatizó tomando su cabeza entre las manos.

¿Acaso yo sí? Me sentía mal por lo repentino de todo. Había rumores y más rumores sobre él y me negué a creerlos. Loco, justo así estaba Bizzle. Totalmente loco. Él no sólo era malo, era cruel. Y era capaz de hacer cualquier cosa para obligarme a quedar con él. Ahora lo veo, Justin Bieber todo lo obtiene.

Suspiré, pensando que seguiría, ¿Quedarme con Kane? Quizá no estaría tan sola... ¿En qué me había metido? Paz, mierda, eso necesitaba.

Suspiré de nuevo y sonreí, optimista. ―Mejor vayamos a comer. ―Propuse a Kane― ¿Tienes hambre?

Levantándose del sillón en que estaba, bajó su capucha y me sonrío por fin.

―Siempre.

Sonreí también y subí al baño por una ducha, la necesitaba. Eran 4:13 cuando salí. Me coloqué el suéter con capucha de Ky y un vestido corto rosa pálido.

Aquí vamos, de nuevo.

* * *

Buehno!! Aquí el primer capítulo del maratón, espero les guste<3 ( lamento haberlos abandonado. No fue mi intención!:(
Voten y comenten! <3

My King B. 👑 |Justin Bieber, +16|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora