My King B. 👑 |Justin Bieber, +16|

Capítulo 24

Estaba confundida. No es como si tuviera miedo, pero, Dios. ¿A quién coño engañaba? Esto era una mierda.

Bieber estaba jugando conmigo como se le antojaba y yo no sabía que carajos hacer. Bizzle no tenía piedad, no podía escapar de él. O quizá no quería hacerlo...

Esto sin duda era una mierda. Un desliz podría arruinarlo todo. Sé que no debí amenazarlo, pero me ponía tan tensa estar a su lado que ni siquiera me importaba. Y pese a todo aquí estamos, ¿no?

Kane y yo caminábamos tranquilamente a algún "restaurante" cercano para cenar pero probablemente terminaríamos comiendo en el primer McDonald's que encontremos.
Ambos teníamos suficientes cosas en que pensar, por lo que permanecíamos en silencio, no era incomodo, solo reconfortante. Suspiré.

Bien, al parecer en este sitio de Canadá no hay McDonald's a cada cinco pasos. Nos encontramos con un restaurante particular de bonita fachada y decidimos caminar hasta allí.

Entramos y solo había algunas personas por aquí y allá. Una mesa la ocupaban algunos hombres cuarentones con ropa de caza, en la otra había solamente tres chicas, y en la tercera una señora y sus pequeños. Todo parecía tranquilo, aunque ya se estaba haciendo tarde.

Fuimos el mostrador y Kane me habló.

― ¿Qué vas a pedir, enana?―Dijo, tomándome de la cintura.

¿Enana? Joder, ¿Qué tienen estas personas con mi puta estatura? Rodé los ojos con resentimiento.

― ¿Hay pizza?―Pregunté sencillamente a lo que Kane soltó una risita.

― ¿Pizza?―Me pregunta divertido. Asentí― Eh, no lo sé. Supongo que no...

Eso fue directo a mi gordo corazón. Hice un puchero.

Me crucé de brazos. ―Si no hay pizza, este restaurante valió verga. ―Dije con recelo.

―No perdemos nada en preguntar ―Sonrió.

Kane separa su mano de mi cuerpo y le hace señas a la chica que recibe los pedidos para que se acerque, ella caminó rápidamente y cuando iba hablar la interrumpí impulsivamente.

― ¿Hay pizza?―Dije torpe.

Ella me mira confundida.

― ¿Pizza, señorita?―Me pregunta la chica, confusa.

―Sí tonta, pizza. Ese disco de los dioses cubierto de queso. Pizza.

―Sé lo que es pizza, señorita. ―Hace una mueca― Déjeme preguntar, ya regreso ―Dice amablemente y se adentra en la cocina.

―Que directa ―Kane da una carcajada.

Yo le guiño un ojo maliciosa. ―Siempre, muñeco.

Él me miró embobado unos segundos, y en seguida sus mejillas se cubrieron de un leve sonrojo. Sonreí. Sentí de nuevo su mano tocar mi vestido. Iba a hablar cuando la chica de los pedidos llegó de nuevo hasta nosotros.

― ¡Si hay pizza!―Dijo alegremente y con una sonrisa.

Literal di saltitos de la alegría. Ella era linda, y su sonrisa contagiosa. Le sonreí gratamente.

― ¡Pizza! ―Celebré― Perfecto, quiero una de...

Intenté decir, pero un sonido estrepitoso me interrumpió, retumbando por todo el lugar. Se escucharon lamentos, suspiros sorprendidos, y luego, solo silencio.

Dios, no...

Me di la vuelta lentamente, rogándole a Dios, pero ahí estaba Bizzle. Recostado en el marco de la puerta, comiéndome con la mirada. Mierda.