- " Las reglas del señor "

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Todo pasó muy rápido, el infierno estaba creciendo cada vez más y todos los pecadores eran los mismos enfermos de siempre, sin embargo, lo que quedaba de Witchland ahora es Goelaria, una ciudad muy parecida al Vaticano, solo que este si es un país oficial, con nuevos habitantes, creencias, estados, y más, Vaticano crió gran parte de la vida de Goelaria, lo enseñó a ser un buen seguidor de dios y un buen gobernante, sin mencionar nunca a su padre ni hermano.

Aunque, llegaron a haber veces en las que Vaticano echaba todo a la mierda.

-Disculpa, padre, ¿Cómo es que yo pasé a ser lo que soy? Quiero decir, ¿Por qué yo soy una clase de.. demonio? Tengo cuernos, ojos amarillos y dientes afilados, más tu no tienes algo parecido a mi.

-Ehm, Goelaria, no lo sé, quizás fue un problemita que tuvimos en la iglesia al crearte, o algo así, no tengo la menor idea.- Decía con nerviosismo

-¿En serio? Es bastante extraño, es como si fuera de otra familia y me vieras como un suplente o conejillo de indias.

-Pff- ¿Qué dices, hijo? Eres bastante extraño, me recuerdas mucho a él...- Le dió palmaditas en la cabeza y lo volteó para que se fuera de una vez

-¿"A él"?- Lo miró confundido

-Sh, solo vete y.. no sé, haz lo que tengas que hacer.- Lo empujó para que finalmente saliera de la habitación.

El Wileriano menor hizo caso a su padre, lo dejó en paz y para no pasar tan aburrido el día fue a orar un poco,

Desde el infierno, yace Witchland tratando de allar a su padre o alguna manera de vengarse de aquel estúpido católico.

Witchland maldecía desde su hogar, nada elegante, nada brillante, nada moderno, solo era un departamento raro que encontró por ahí y de alguna manera tenía que pagarlo, cómo lo odiaba.

Un día, descubrió que había hechizos para regresar al mundo de los vivos, un mundo en el que aquel que arruinó su vida sigue caminando como la fresca mañana, puso a prueba aquel hechizo.

-Lege, Modo hanc PARTEM LATINE RATIONEM RESPECTUS MORE REALISTIC!- Dijo, para que un portal que mostraba un hermoso jardín diera a luz en sus ojos, él estaba sorprendido, entró en el portal y este cerró rápidamente.- ¿Qué mierd- vaya.. Finalmente veo la real luz del cielo.

-¿Quién eres tú? ¿Qué haces aquí?- Preguntó Goelaria, quién de casualidad, estaba en ese jardín para orar

Witchland se quedó paralizado, viendo a su hermanito, quién antes solo sabía llorar y reír, ahora es un adulto, un joven atractivo y que puede encantar a alguien tan solo viéndolo a los ojos

-G-Goelaria.. ¡¡CUÁNTO HAS CRECIDO!!- Dijo para correr y abrazarlo fuertemente

-¿Disculpa..? ¿Uh?- Goelaria se quedó extrañado y correspondió al abrazo solo por educación y no darle una orden de alejamiento instantánea, supuso que el contrario solo estaba borracho, dió palmaditas en su espalda con incomodidad

-Soy... Witchland, ¡Tu hermano mayor!- Dijo soltando lágrimas de felicidad mientras tocaba el cabello de Goelaria, viendo lo atractivo que ha crecido

-Yo.. Yo no tengo hermanos.. Mi padre dijo que soy hijo único.- Goelaria lo alejó sin verse grosero, tratando de evadir el tema

-¿Tu padre? Pero si él-...- Witchland se dió cuenta de quién hablaba.

-Mira, no tengo tiempo para juegos, sin que demos atención a... Tus aspectos físicos, Witchland, ¿Eres nuevo por aquí? ¿Eres una colonia, una capital, un estado?..- Siguió preguntando

-¡Se supone que ahora soy un país, al igual que tú!

-¿Uh? Creo que no voy a entenderte jamás, pero en fin, platicame más sobre ti.

Witchland extrañado solo siguió las órdenes del pequeño papa

-Veras, yo.. fui una colonia, cuando Imperio Wileriano aún vivía, él.. era nuestro padre.. y.. nos trataba bien, nos amaba, nos cuidaba..- Comenzó a lagrimear y sollozar cosas inentendibles, en una parte maldecía al Vaticano

-Ehm, querido, yo- no sé cómo ayudarte pero realmente mi verdadero padre es Vaticano, y no dejaré que lo insultes de esa manera.- Se levantó y se fue, dejando a Witchland solo, cosa que hizo que llorará más

-¡¡E-espera!! No era mi.. intención...- Ya era tarde, Goelaria se había ido

Witchland se quedó un rato sentado en el pasto, hasta que la hermosa idea de una revolución se le vino a la cabeza, necesitaba recuperar su territorio.

El Wileriano fue hacia la ciudad más asquerosa y repugnante según su perspectiva, el Vaticano. Esto seguido de varias ideas que le metió a los pobladores.

Él mencionaba que necesitaban vivir libremente y sin permiso de dios, cosa que varios de ellos lo tomaron como loco, pero mayoría de los demás lo siguieron.

Después de varios planes, Witchland comenzó a crear su propio gobierno, sus reglas y su población, empezando a ocupar una pequeña parte de Goelaria, es decir, invadiendo discretamente el territorio, el país cada vez creció, creció, y creció, pero Goelaria era alguien pacifico, así que no dijo nada y se quedó parado, no quería hablar con esa persona tan extraña, obviamente recibió reclamos y regaños, pero él lograba calmarlos con un simple "Él nos dará más recursos para vivir si no hacemos nada." Era un argumento absurdo pero cierto.

La Primera Guerra Mundial era algo que no les preocupaba a ninguno de ellos, Witchland por su parte se convirtió en una gran potencia con buenos recursos y buena calidad de vida.

Goelaria siguió con su vida y Vaticano no le dió la más mínima importancia.

El Wileriano mayor creó a sus propios hijos, 7 pequeños estados que ayudarían a seguir sus órdenes.

Rykzal, la capital, quién representa la soberbia y el orgullo.
Saciar, representa la ira,
Kodima, representa la codicia. Pozlky, representa la pereza.
Lucrya, su casi favorita, representa la lujuria.
Azkrew, representa la envidia. Urzeliam, representa la gula.

El creador de estos 7 niños los cuidó tal cual lo hizo imperio wileriano con él y su pequeño hermano, aunque algunos de ellos eran como unos niños malcriados, si su padre dice que no, es no.

Witchland sabe de hechizos ahora, así que puede cambiar de forma, un ejemplo es hacerse mujer y gracias a eso ganar dinero, sin prostituirse, solo bailando y cantando con su hija Lucrya, quién ya tiene más de 20 años. mientras Kodima se asegura de guardar y contar el dinero que ganan.

1933...

-Pff- hey, padre, no querrás ver esto.- Dijo Kodima sosteniendo un periódico, acercándose a Witchland, quién se estaba maquillando.

-Pero que..- Soltó una carcajada- Aww, pobres alemanes, siempre salen decepcionados.

Kodima le mostró la noticia de que Imperio Alemán había fallado en la guerra, y ahora tiene restricciones altas.

-¡Papi! ¡Ya estoy lista!- Dijo Lucrya, ya bien arreglada para salir al espectáculo

-Hermosa mi niña, en un momento salgo, ¿Si?

La joven lujuriosa asintió emocionada y salió ya lista para salir con su "padre y madre"

El espectáculo de ambos resultó la misma maravilla de siempre, mucho dinero, mucha admiración y mucha lujuria.

El alemán, el italiano, y el japonés llegaron al lugar en busca del Wileriano, yendo a preguntar a cualquier persona que sepa de él.

-Tiene que estar aquí, y si no, yo mismo me encargo de que este lugar arda en llamas.

-Reich, cálmate.

-'' 𝒲𝒾𝓉𝒸𝒽𝓁𝒶𝓃𝒹  ''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora