Al escuchar a la chica, rápidamente URSS empujó a Witchland haciendo que este caiga al lado suyo, exaltandose.
—¡Cielo! ¡Que sorpresa! ¿Qué haces despierta a estas horas? Él es... La Unión Soviética.. Y es mi...
—Un aliado, solo soy un aliado que vino a hablar de negocios...
—¿Hablar de negocios? ¿A esta hora? Si claro papá, solo bajé por algo de agua.— Lucrya fue a la cocina y después de un rato regresó hacia las escaleras dispuesta a beber su agua y dormir.— Buenas noches "papis".— Dijo entre risas y subió a su cuarto.
—¡Mañana hablaremos muy seriamente, señorita!— Dijo Witchland enojado, avergonzado y sonrojado.
—Será mejor que me vaya, no sea que mis hijos también se despierten y se asusten si no me ven en casa.— Se levantó y se fue hacia la puerta.—Hey.— Dijo apunto de salir, haciendo que el Wileriano voltee. —Continuemos luego.— Sonrió, guiñó uno de sus ojos y salió para finalmente cerrar la puerta.
—o stercore...— Dijo el Wileriano, "Ah la mierda".
Después de un momento, subió a su habitación para recostarse en las suaves sábanas y su cómoda almohada, dormir tranquilamente.
Al día siguiente, escuchó una voz gritando su nombre, y rápidamente bajó.
—Buenos días... ¿Qué ocurre Reich?...—Se tallaba los ojos con sueño, bostezó y después procesó.— Espera, ¡¿Reich?!— Lo miró exaltado y asustado.
—Guten Morgen, Witchland, puedo ver qué dormiste muy tarde.— Dijo Reich con una sonrisa sarcástica para después gruñir.
—Oh.. si... Me quedé hasta tarde bebiendo algo de vino..
—Bebiendo ¡CON URSS!— Se acercó a él y lo tomó de su bata, dentro de la cual, no había más ropa que un boxer.— Te dije que no te acercaras a ese puto ruso.— Bajó la mirada y vió los pectorales de su aliado, lo soltó un poco ruborizado, Witchland lo veía aliviado y confundido.
—L-Lo lamento jefe, pero URSS no es tan malo, simplemente es-... ¿Por qué me está tratando así?— Notó la mirada de Third Reich hacia sus pectorales.— Ejem, Führer, mis ojos están aquí arriba.
—Cállate, solo no quiero que te acerques.
—A todo esto, ¿Cómo sabe que estuve con URSS anoche?
—¡¿Entonces es verdad?!
—Bueno, ¡Si! Pero solo quiero sab-... Lucrya...
Imperio Wileriano estaba sentado en el sofá tomando café.
—Que buen show.
—Padre, con todo respeto, esto no es de tu incumbencia.
—¿Padre? ¿Con quién hablas Witchland?— Lo miró confundido viendo hacia el sofá, donde, a su perspectiva, no había nadie.
—Con mi padre, Reich, está de chismoso.— Señaló hacia el sofá.
—Aparte de traidor, drogadicto.— Arqueó una ceja y se alejó dispuesto a irse.
—¡Reich ven por favor!— Lo tomó de la mano y lo jaló hacia él— ¡No soy un traidor! ¡Ni siquiera hicimos nada malo!
—Si claro, sueltame, tienes las huellas de ese ruso.— Jaloneó su mano con coraje.
Witchland lo abrazó y, por la diferencia de altura, Third Reich quedó en el pecho de Witchland, haciendo que este se sonroje más y se exalte.
—¡Te dije que me sueltes!— Intentó quitarse, pero fue en vano, la fuerza del Wileriano era superior, y nada pudo hacer.
—Perdona... Pero eres... Muy suave...— Dijo Witchland tomando el gorro de Third Reich y quitándolo, para poder jugar con su cabello.
—Ya cierra la maldita boca.— Hablaba con dificultad por tener los pechos de Witchland casi en la boca.
El timbre sonó, y en la sombra, se notaba alguien alto, fuerte y ni siquiera cabía casi en el techo.
—Y... Llegó el otrooo.— Imperio Wileriano solo observaba con gracia la escena.

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-'' 𝒲𝒾𝓉𝒸𝒽𝓁𝒶𝓃𝒹 ''
Roman d'amour¿Ese quién es? ¿Cómo que ya existía? ¡Jamás oí hablar de él! Wileria, un país con rasgos bastante extraños y no como los de cualquier "Countryhuman". Logrará cambiar la perspectiva homofóbica de... ¡¿Third Reich?!