Italia Fascista y Witchland decidieron dejar la guerra por un momento, fuera de preocupaciones, y fueron a un "centro comercial" Wileriano, donde vendían vestimentas, joyas, zapatos, etc.
—Witchland en serio que AMO tu trabajo, solo.. mira todo esto, y solo lograste hacerlo con una revolución, en serio me impresionas.
—Oh, dale las gracias a mis pobladores, sin ellos, no sé que haría.
Ambos platicaban, vieron unas gafas de sol y las compraron juntos, vieron ropa a la moda y se probaron más de 5 pares de prendas, parecían mujeres solteras apunto de ir a una fiesta egocéntrica.
Sin más, ya tenían más de 10 bolsas cargando, llevaban un abrigo de piel y gafas de sol que los hacían ver "Fabulosos".
—¡Amo hacer compras! ¡Me importa una mierda que nos vean afeminados, perras!
—¡Gritalo amigo!— Rieron los dos, fueron a casa de Witchland, dejaron sus compras en la sala de estar y luego salieron nuevamente, está vez dieron un paseo por la ciudad Wileriana.
Horas más tarde, decidieron volver con los otros dos del eje, Imperio Japonés trataba de mantener su vista lo más lejos posible del Wileriano, este hacia lo mismo, lamentando que el japonés no había muerto.
—Bien, entonc...— Vió los abrigos de piel de ambos. — Les pido de favor que se quiten eso.
—Ay Reich, ¿Ya quieres vernos desnudos tan rápido?— Dijo Witchland, Italia Fascista rió.
—A ti s- que diga.. ¡Quitense eso de una maldita vez!
—Uuuuyyy, muy bien, "Führer"— Obedecieron y se quedaron en sus trajes típicos.
Después de una laaaarga charla política y de guerra, Witchland salió junto a su querido amigo Italia, quejándose de lo aburrido que era hablar con Third Reich, conforme sacaban de un tema a otro, Fascista empezó a mencionar a sus hijos en la plática más tarde, Italia, San Marino, y... ¡¿Vaticano?!
—¡Espera, espera! ¡¿Estás diciéndome que Vaticano es TU HIJO?!
—Mmm.. sip, ¿Por qué?..
—¡Vaticano asesinó a MI padre cuando era niño y me separó de mi hermano!.. eso quiere decir que..
Ambos se quedaron en silencio viéndose a los ojos, el Fascista habló.
—Quiere decir que.. ¡Soy tu abuelastro!— Al oír esto, Witchland se golpeó la frente con visible frustración.
—Tarado, no es eso, gracias a tu hijo, mi hermano no quiere verme, mi infancia fue de las peores, y mi padre está muerto.
—Ooohh... Oouuuhh...— Italia logró procesar.— Entonces vayamos con tu hermano, yo hablaré con mi hijo, tal vez lleguemos a algun acuerdo o algo así.
—¿Estás loco? Goelaria me odia, me ve como un acosador, cree que soy un raro, no tengo el valor para hablarle.
—Ah, no, ni se te ocurra poner excusas de inseguridad, República Wileriana, ¿Cuál es tu nombre?
—...¿Witchland?
—¡Más fuerte!
—¡Witchland!
—¡¿La inseguridad te vence así de rápido?!
—¡No! (Si.)
—¡¿Qué eres?! ¡¿Una perra empoderada sin correa o una gata domesticada y mantenida?!
—¡¡Soy una maldita perra empoderada!!— Hizo una pose sensual por tremendo empujón emocional que le dió su amigo.
—Entonces, ¡Vamos con Goelaria!— Fascista tomo de la mano a Witchland y lo llevó a la iglesia católica, donde se encontraban al fondo, Vaticano y su hijo adoptivo, Goelaria.— Oh, Vaticanoo...
Rápidamente, el Papa se volteó en dirección a dónde lo llamaban, viendo a su padre Fascista, detrás de él una figura con cuernos un poco grandes y una larga cola de diablillo que asomaba desde la oscuridad, no se le veía el rostro más que unos ojos amarillentos con pupilas que parecían felinas.
—Santa Maria.. Padre..— Vaticano agarro rápidamente a Italia Fascista y lo puso detrás de él, sacando un Rosario y mostrándolo a la mencionada figura.— ¡¿Quién o qué eres?!— La figura cerró los ojos y desapareció, para después aparecer detrás de ellos con una sonrisa diabólica en su rostro, mostraba dientes blancos y afilados, excepto por uno que destacaba por ser de oro.
—Boo.— Goelaria y Vaticano gritaron con horror, corriendo detrás de Italia Fascista, quién solo reía por esto.
—Tranquilos, es solo Witchland.— Vaticano, al oír esto, se quedó pálido y tieso.
—Hola, Goelaria, buenas tardes, mi querido Papa...— Se acercó a Vaticano quien lo veía temblando.
—P-pe-pe-pero.. é-é-él.. está m-m-..
—No, yo no estoy muerto, mi padre si, pero yo, nunca mori, me enviaste vivo al maldito infierno, y yo haré lo mismo ahora contigo, ¡¡TU MATASTE A MI PADRE!!— Sacó una cruz patriarcal, la cual, se veía bastante afilada de las puntas, sus pupilas desaparecieron y sus cuernos crecieron y se ondularon más, Witchland estaba apunto de clavarsela a Vaticano en la cabeza, siendo este detenido por Fascista.
—Witch, witch, witch, tranquilo.. venga, solo habla con tu hermano, yo me encargaré de mi hijo.
Y tal como dijo Fascista, Witchland le hizo una seña a Goelaria para que saliera de la iglesia, cosa que, con inseguridad, el más pequeño obedeció.
—Okay, comencemos desde el inicio, buenas tardes, mi nombre es Witchland.
—Buenas tardes, Witchland, soy Goelaria.
—Un placer, verá, quiero hablarle de algo importante, y es que probablemente usted y yo tenemos un poco de similitud.
—No entiendo de que me habla.
—Le prometo que no le haré nada.— Witchland lo guió hacia su hogar, cosa que Goelaria lo siguió con lentitud, tratando de calmar su nerviosismo.
Poco después llegaron a casa, los 7 hijos de Witchland no se encontraban ahí, cada uno trabajaba en sus cosas personales, excepto por Pozlky, ella trabajaba en dormir. Witchland llevó a Goelaria a su oficina, donde, aguardaba el mismo espejo en el que logró identificar a su padre.
—Padre, he regresado con él.
—¿A quien le habla? ¿A Dios? Creí que eras satanista..— Witchland rió un poco.
—Entonces... ¿Soy un Dios para ti, mi querido Goelaria?— Dijo una voz, grave y amenazadora, pero a la vez, sonaba proveniente de un hombre apuesto.
—¿Q-qué? ¿Cómo sabe m-mi nombre? ¿Quién está ahí? Witchland, ¡Esto no es un juego!
—Ja, bueno, padre, por favor dile lo que está ocurriendo.
—¡Witchland! ¡Deja de hablarle a la nada! ¡¡Aquí no hay nadie!! ¡Solo eres tú jugandome una broma de muy mal gusto!!
Witchland giró la cabeza y vió a Goelaria con una sonrisa sarcástica, señaló al espejo que se encontraba al lado del escritorio y, ahí estaba, el reflejo de Goelaria, con Imperio Wileriano detrás de él.
—¡¿Q-qué?!— Goelaria miró atrás, y no había nadie, miró al espejo y ahí estaba su padre, repitió la misma acción sin ver a nadie detras suyo.
—Mi querido hijo.. cuánto has crecido...
—Adoro los finales felices.— dijo Witchland entre risas.
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-'' 𝒲𝒾𝓉𝒸𝒽𝓁𝒶𝓃𝒹 ''
Storie d'amore¿Ese quién es? ¿Cómo que ya existía? ¡Jamás oí hablar de él! Wileria, un país con rasgos bastante extraños y no como los de cualquier "Countryhuman". Logrará cambiar la perspectiva homofóbica de... ¡¿Third Reich?!