Stay with me | Eddie Munson [PAUSADA]

4 - Regreso al instituto - Parte I

— Pero ¿quién es, mamá? — Isabella miró a su madre algo confusa.

— Billy...— espetó Alice para ver si ese nombre provocaba alguna reacción en su hija— Billy Hargrove.— insistió a la espera de una respuesta; pero nada, Isabella no movió ni una pestaña.

— No sé quién es, nunca había oído ese nombre...— dijo Isabella frustrada, sentándose en la cama— Pero si está en mi tocador y viendo las fotos que tengo con él, está claro que era alguien importante.— seguía sosteniendo la foto entre sus manos— Quiero recordar...Necesito recordar.— una lágrima brotó de sus ojos, cayendo sobre la fotografía— Por favor mamá, dime quién era...

— Billy era tu novio, Bella...— Alice se sentó a su lado.

— ¿Era? ¿Entonces también rompí con él y por eso no ha venido? Aunque si rompimos, no entiendo porqué sigo teniendo tantas fotos suyas en mi tocador...— dirigió su mirada hacia las fotografías.

— No hija...— Alice le tomó la mano a su hija a la apretó con fuerza— No rompisteis...— tragó saliva, seguramente lo que iba a decirle a su hija era una de las peores noticias que jamás podría darle— El accidente en el Starcourt que provocó que quedarás en coma, él estaba contigo...— una lágrima recorrió su mejilla pero la secó enseguida— Él no tuvo la misma suerte que tu... Por desgracia, Billy perdió la vida en el incendio.

— ¡¿Qué?! — exclamó sobresaltada Isabella— ¿Y porqué no me dijisteis nada? 

— No recuerdas nada Isabella, en realidad no debería habértelo dicho para no presionarte más y evitar que tu cerebro se sature o que te invadieran de golpe los recuerdos y quedaras en shock... Pero merecías saberlo.— dijo mientras le acariciaba la mano y se hacía un largo silencio— No dices nada, imagino que sigues sin recordarle, ¿verdad? 

— No... No lo recuerdo...— se mordió el labio mientras las lágrimas se apoderaban de ella— Por qué si se supone que era mi novio, ¿no puedo recordarle? ¿Puede que en realidad no le quisiera? Si no, no entiendo porqué no le recuerdo.— añadió algo cabizbaja.— No lo entiendo... Y es una sensación horrible, mamá...

— Todo lo contrario, mi vida.— le pasó un mechón de pelo detrás de la oreja— Nunca he visto a dos jóvenes amarse tanto como lo hacíais vosotros. Le querías muchísimo, cielo, demasiado. Igual que él a ti, te amaba con todo su ser.— le acarició la mejilla con ternura.

— Entonces, no lo entiendo...— sollozó— Si tanto nos queríamos, debería ser al que tendría que haber buscado al despertar y, sin embargo, su nombre no me dice nada y, a pesar de las fotos, es un auténtico desconocido para mi.

— Tranquila hija, todo llegará.— tomó su mano— Y en parte, puede que suene mal lo que voy a decir, pero si  no le recuerdas, no sufrirás por su pérdida... Sé que puede parecer algo cínico o, tal vez egoísta, pero con todo lo que has pasado, no necesitas sufrir más. Y, por como os queríais, creo que ese dolor sería devastador para ti.

— Pero si tanto le quería... Aunque me duela también tengo el derecho de pasar el duelo por su pérdida.— suspiró— Me dolería mucho, seguro, pero al menos recordaría que una vez fui capaz de amar tanto que su pérdida me desgarraría por dentro. 

— Pero que dices hija...— su madre la miró con preocupación.

- Que quiero recordar haber sido capaz de haber amado tanto a alguien como tu dices mamá, aunque me mate por dentro. Y recordar que él también me amó tanto como dices. Es peor el no saber quién es, no sabes el vacío que siento ahora que sé que hubo alguien que me quiso tanto.— suspiró— Y lo mal que me siento en ser incapaz de recordarle, si nos amábamos tanto, merece que le recuerde...— su voz era temblorosa, todo eso era demasiada información para procesar.