Stay with me | Eddie Munson [PAUSADA]

17 - Distancia

Isabella y Eddie, seguían abrazados, en silencio porqué sabían que en cuanto se separan, el poco de romance que fuera que había entre ellos se acabaría, por el bien de ella. Aunque en realidad ninguno de los dos quería eso, seguramente les sería difícil reprimir sus sentimientos durante mucho tiempo. Hasta que desde esa zona del bosque se escuchó el timbre del instituto indicando que se iniciaba la hora del almuerzo. Isabella quería quedarse un rato más abrazada a Eddie, pero tenía que volver para comer algo, se lo había prometido a Robin.

— Deberíamos volver Eddie...— susurró Isabella aún abrazada a él.

— Solo si estás bien.— respondió él sin dejar de abrazarla.

— Estoy bien... Simplemente tengo ganas de que todo vuelva a su sitio y dejar de vivir en la inopia por las lagunas que tiene mi mente.

— Tranquila, todo volverá pronto a su lugar.— la besó en la frente— Vámonos antes de que Buckley acabe conmigo por retenerte, creo que esta chica me tiene enfilado; siempre observa atentamente mis movimientos.— arqueó una ceja.

— Para nada.— Isabella no pudo evitar reír— Robin simplemente es así, le gusta observarlo todo.— añadió mientras cogía su mochila— ¿Nos vamos?

— Si fuera por mí no iría...— entornó los ojos— Pero me vas a soltar una buena regañina, así que, que remedio, vámonos.- resopló encogiendo los hombros provocándole una pequeña carcajada a Isabella.

Empezaron a caminar en silencio en dirección al instituto, uno al lado del otro. A medida que avanzaban, más se acercaban el uno al otro sin decir una palabra. Sus dedos meñiques se rozaron, provocando que a ambos les recorriera una ráfaga de electricidad. Siguieron caminando, sintiendo el roce de sus dedos hasta que Isabella entrelazó sus dedos a los de él; y él no pudo evitar corresponderle. Obviamente, el corazón seguía superando a la razón.

Cuando llegaron al umbral del bosque, desde donde ya se divisaba la cancha exterior del instituto, Isabella paró en seco sus pasos haciendo que Eddie también se detuviera. Los dos se miraron, Eddie algo confuso e Isabella un tanto afligida.

— ¿Es tarde para retractarme de mis palabras? — dijo en un susurro, pues sabía perfectamente la respuesta de Eddie, pero quería intentarlo una vez más.

— ¿Qué quieres decir? — Eddie soltó su mano y arqueó una ceja.

— Que no quiero ser sólo tu amiga, Eddie.— suspiró— Ya sé que te acabo de decir que tal vez es lo mejor por ahora, pero no sé si podré ser sólo tu amiga... 

— Tal vez...— se apartó un poco— Tal vez será mejor que estemos un tiempo alejados, Bella.

— ¿Pero qué estás diciendo Eddie? — contestó algo confusa— Hace un momento me has dicho que nunca te apartarías de mi lado.

— Y no lo haré. Siempre que me necesites estaré para ti, cuando lo necesites de verdad. Sólo digo que...— cruzó los brazos sobre su pecho intentando hacer ver que eso no le afectaba— Tal ver debamos vernos menos. Isabella eres la novia de uno de mis mejores amigos, dime de verdad que no entiendes la complicación que hay ahí.

— Pero Billy esta muerto, Eddie...— tragó pesado, decir esa frase le dolió por dentro más de lo que había pensado, como si algo le quemara en su interior.

— Precisamente ahí está el problema, Isabella.— gruñó— Aún no has podido llorar su muerte, ni si quiera consigues recordarlo por ahora. Si a mí me dolió, no quiero imaginar cuanto de dolerá a ti en cuanto lo hagas...— se acercó a ella y le acarició la mejilla con ternura— No digo que no quiera estar contigo... Sólo que cuando recuerdes a Billy tal vez te darás cuenta de que en realidad nunca has querido estar conmigo, sino que la falta de su recuerdo te ha hecho crear u espejismo de lo que de verdad sientes por mí.