Por supuesto que los únicos que disfrutaban ese partido al principio habían sido Hinata y Oikawa, ellos ya tenían la experiencia de jugar vóleibol de playa, aunque el pelinaranja se llevaba la mención especial. El resto estaba maldiciendo cada saque de pelota, cada esfuerzo que tenían que duplicar por intentar alcanzar el balón cuando pasaba la red.Increíblemente Natsu había sido la primera en adaptarse bien, pues no buscaba pulir técnicas que no tenía ni adaptar un estilo de juego nuevo porque el vóleibol era complementamente nuevo para ella. Y Toru tuvo razón cuando se refirió a su ojo de halcón ya que salvó la mayoría de lo puntos y fue imposible para el team Seijoh volver a marcar. Estaban frustrados y furiosos, Oikawa era el más quisquilloso mientras el resto se reía de las caídas y los pésimos pases.
El partido había terminado con una clara victoria para el ex Karasuno, el sol ya se estaba escondiendo detrás de las montañas y la playa estaba en calma. A orillas del mar, Natsu descansaba sola cuidando sus pertenencias mientras el resto iba por comida para saciar el hambre que tal partido les había dado. La sonrisa que decoraba su rostro decía tanto, hacía mucho que no se divertía de esa manera, hacía mucho que no disfrutaba de algún deporte aunque su cuerpo le pase factura y sus piernas vayan a doler mañana, la felicidad que sentía en ese momento no podía ponerla en palabras.
Sintió a alguien sentarse a su lado de repente y suspirar aliviado. Al girarse sorprendida se encontró sólo a Hinata, que mantenía sus ojos cerrados con una sonrisa como si absorbiera los últimos rayos del sol recargando su energía.
— Fue muy divertido ¿verdad? —Natsu asintió devolviendole la sonrisa— Oikawa nos dijo que era la primera vez que jugabas, pero no lo parecía para nada. ¡Eres buena!
Natsu rió al ver como le brillaban los ojos de admiración al menor, para ella estaba exagerando mucho.
— Supongo que pude adaptarme fácil. En mis tiempos fui la mejor jugadora de fútbol.
Alardeó y los ojos de Shouyo brillaron aún más prestandole toda la atención.
— ¿De verdad? ¡eso es increíble! ¿Qué ocurrió?
Ah... aquella pregunta había sido un golpe bajo. Le fue inevitable sentir un revoltijo en el estómago al recordar todo ese lado oscuro que la había llevado a abandonar aquel deporte que tanto amaba. ¿Por qué lo tuvo que mencionar?
— Una lesión, cansancio y cobardía.
Espetó sería, generando que el aura entre ellos de repente se vuelva algo pesada. No quería traer ese sentimiento negativo después de tantos años, hubiera preferido tal vez decir que al final no era lo suyo, o cualquier cosa, pero aquellas palabras habían salido de su corazón como nunca antes lo había hecho, nunca había puesto en palabras esos sentimientos y Hinata de alguna manera le daba una vibra y confianza que no sabía de donde había sacado para expresarlo.
— Entiendo. —susurró él volviendo a cerrar sus ojos con calma— A veces se necesita una valentía abismal para salir adelante con algo como eso, pero... ¿te arrepientes?
Aquella pregunta la tomó completamente desprevenida, pero más fue aún el tono de voz con el que lo había hecho. Himura lo observó preocupada y se encontró con una mirada fría y cargada de atención que le heló la sangre, como si esa imagen de niño alegre e hiperactivo que había adaptado de él se veía completamente opacada por esta nueva persona.
— Yo... —no tenía palabras, no sabía que responder, jamás se había preguntado eso a sí misma— Es algo que jamás podría saber.
¿Alguna vez había pensado en cómo el cambiar alguna acción del pasado podría desencadenar en todo lo que es hoy?
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Intenta odiarme... | Oikawa Tooru
Fanfiction"Del amor al odio hay un solo paso" "Del odio al amor hay un solo paso" Que ilusos los que nos creemos fuertes ante aquel dicho. √ Algunos de los personajes de esta historia pertenecen a Haruichi Furudate ® Portada editada por @helen-word