Amor entre mundos [Yoonmin, KookV, Namjin]

Capítulo 47

Cuando Taehyung y Jennie pudieron divisar innumerables tiendas corrieron lo más rápido que sus cuerpos cansados podían, a la vez que sus sonrisas crecían como si hubieran llegado al mismo paraíso; ya estaba casi anocheciendo y el menor temía por la hermosa bebe envuelta en sus brazos, quien se había quedado dormida hace un par de horas después de tanto llorar, pues por la situación en la que estaban no habían podido darle de comer aun.

—¡Llegamos! — confirmo el peliazul eufórico, casi sentía sus ojos cristalinos por la alegría—

—Pensé que no lo haríamos nunca— sonrió Jennie—

Pero su sonrisa duro poco cuando varios hombres los interceptaron, el menor prácticamente quería llorar por lo cansado que estaba, no podían tener una buena noticia por más de cinco segundos.

Sin embargo, dichos hombres tenían algo peculiar y Taehyung pudo darse cuenta al instante. Para sorpresa de ambos vampiros estos en lugar de armas tenían entre sus manos arcos con flechas muchas de ellas venenosas, pero fue lo que menos le importo a Taehyung cuando fue apuntado de forma amenazante.

Su cuerpo se alertó reaccionando al instante, sus colmillos crecieron en un segundo y los mostro en advertencia a la vez que emitía un sonido amenazador a los contrarios. A los pocos segundos, una leve brisa hizo que el aroma de aquellos hombres llegase a su nariz dándose cuenta de que no olían a vampiro sino a... Taehyung volvió a olisquear el aire y podía jurar que esas personas olían a perro... a perro mojado.

Había quedado en trance al darse cuenta que frente a él estaban ellos, la especie que Chanyeol menciono estaban extintos, pero a pesar de que hubiera querido poder observarlos más tiempo una voz a unos metros hizo que abriera sus ojos en sorpresa.

—¿Tae? —el nombrado al escuchar aquella voz se giró impaciente buscando el lugar de donde provenía encontrando el rostro de su amigo que figuraba angustia, preocupación, pero también alivio —¡Taehyung! —SeokJin se apresuró a correr hacia el menor y cuando estuvo a su lado lo estrecho en su pecho como si no lo hubiera visto en décadas. Sin embargo, su felicidad no duro el tiempo que hubiera querido pues a los pocos segundos el sonido de unas llantas siendo deslizadas con fuerza se dejaron escuchar, mismas que fueron acompañadas del fuerte aullido de un lobo que alarmo a todos en la aldea.

—¡Esta aquí, hyung! —grito Taehyung desesperado a la vez que cubría a la pequeña con su cuerpo tironeando del brazo al mayor para que reaccionara y empezara a correr siendo seguidos por Jennie — ¡llegamos demasiado tarde, él está aquí! —

Los tres empezaron a correr intentando escapar de los proyectiles que impactaban prácticamente en sus pies, SeokJin recargo su arma empezando a disparar matando a dos hombres que salieron de sorpresa llegando a tiempo para adentrarse al perímetro resguardado por los lobos.

Al adentrarse pudieron ver muchos hombres corriendo de un lugar a otro, por lo que en medio del caos los tres terminaron separándose.

—¡Taehyung! —SeokJin desesperado intento buscar al menor entre las innumerables personas que corrían—¡Jennie! —era inútil no los encontraba por ninguna parte.

Hoseok al escuchar el estruendo salió seguido de varios hombres que prácticamente rasgaron sus ropas mientras corrían transformándose en enormes lobos de varios colores quienes aullaron a la luna emprendiendo su camino a la batalla, sin embargo, el menor se dirigió frente a un escuadrón de alrededor de cincuenta hombres quienes lo esperaban para recibir instrucciones.

—¡Llego la hora! — el pelirrojo se dirigió al escuadrón, su corazón papito con fuerza debido al miedo que sintió, pues no sabía si volvería a ver la luz de un nuevo día, pero, así como llego, se fue, pues el lobo en su interior le dio esa fuerza que necesitaba y con ello la inspiración de salir a pelear por su manada, por su familia —¡vivimos escondidos y es hora de salir! — camino de un lugar a otro mirando a todos los soldados bajo su mando— ¡en el pasado apagaron nuestras voces! ¡pasaron por encima de nosotros! Pero ahora...—pudo sentir a su lobo removerse con fuerza no viendo la hora de emerger, sin embargo, aún no era el momento —ahora... no lo volverán hacer ¿y saben por qué? —sintió su piel caliente y la fuerza en su cuerpo— porque estamos vivos ¡estamos vivos! —