Dicen que los opuestos se atraen...
¿Opuestos de qué exactamente?
Tal vez debamos hablar los extremos contrarios
SE TRATAN TEMAS FUERTES, POR FAVOR MANTENER LA RESPECTIVA DISCRECIÓN
⚠ HISTORIA TOTALMENTE MÍA ⚠
Todos los derechos reservados para la a...
Nada que comentar, solo que ONEWE tiene temazos para llorar feo por horas ;;
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Maldita Salmonela...
Mejor dicho, estúpido Dongmyeong que iba a comer cosas en donde se le cantara y había terminado enfermándose de Salmonela.
Gracias al chistecito del mayor de los gemelos Son, ahora Keonhee y Dongju se encontraban ordenando más de tres treintenas de frascos de mermelada de higo y latas de dulce de la misma fruta.
Los habían puesto a ambos en vista de que "se llevaban muy bien", aunque tras los eventos de la semana pasada eso estaba a discusión.
Ninguno hablaba, pero ambos eran una bomba de tiempo a punto de estallar...
O bueno, ya estaban estallando.
— Ya dije que no me refería a ello, jamás quise usarte, no quería solo llevarte a la cama, solo se me salió el comentario al respecto de la cirugía. Perdón por ello, sé que no debí meterme en ello — se defendió entre susurros molestos y señas un poco más cortantes que las que hacía en una plática normal.
Casual, ver en el supermercado un par de empleados gesticulando y moviendo las manos con gestos de enojo. Pan de cada día...
— Ah claro, no querías hacerlo pero solo "te dejaste llevar". No necesitas ser tan cínico, Lee — los resoplos, chasquidos de lengua y palmillas que acompañaban a las señas de Dongju, aunque le producían algo de gracia a Keonhee, también lo frustraban.
— No soy cínico... — refiere algo herido. Odiaba ese adjetivo.
— Pues lo pareces... Ahora solo déjame trabajar — sentenció y ninguno dijo algo más.
Ni se dirigieron la palabra en el resto del turno.
Y no hubo algún mensaje de parte de uno de ellos para intentar hablar.
Dejaron que esos sentimientos y sensaciones se extinguieran de momento, aunque bueno, solo se apaciguaron.
Porque lo que sentían era demasiado ruidoso, como el propio Keonhee, pero vivía en el silencio, como el mismo Dongju.
Aunque si le preguntaban a Lee, jamás se esperó que la siguiente noticia que recibiera del peliplateado fuera aquella llamada de Dongmyeong que le arrancó el alma de un tirón, junto con el sueño, y lo hizo salir de una clase de la universidad por urgencia.
— ¡¿Está él bien?! ¡¿Qué ocurrió?! ¡¿Ya dijeron algo?! — fueron las inmediatas preguntas que hizo el mayor, zarandeando con desesperación al gemelo mayor, quien lo apartó pegándole una cachetada medianamente fuerte, descolocándolo un poco.
— Eso por dejar que tus inseguridades se apoderen de ti, estúpido — refiere con el ceño fruncido, antes de halarle un poco el pelo, lo suficiente para aquejarlo un poco — Y eso por acostarte con mi hermano, eres mi mejor amigo y él mi gemelo, ay no sé, iugh — la mueca de desagrado de Dongmyeong le arrancó una sonora carcajada al rubio, quien rápidamente la acalló tras la mala mirada de una anciana enfermera.
